Este montaje es una partitura coreográfica, con elementos corales, teatrales, performativos y poéticos
En esta pieza cinco personas se dedican afanosamente a mantener activo y constante un hilo musical particular. Con una atención alerta y minuciosa a la coreografía exacta, a la ejecución precisa de la partitura, a la coordinación con el resto de grupo y con un esfuerzo físico considerable producen una música que, en otra pieza y en otro mundo poético, se podría haber fabricado de manera simplísima: apretando el botón de play.
El resistente y delicado hilo musical se rige así por una lógica económica del gasto máximo para conseguir el resultado mínimo, que subvierte la cultura del rendimiento y de la productividad, el cual parece constituir nuestro único horizonte hoy en día. Esto se hace especialmente patente en la escena en la que cada uno de los y las actrices se convierten en una especie de persona-orquesta, equipadas de forma insólita con cuchufletas, armónicas, platillos, cascabeles y panderetas en bocas, piernas, codos, pies y manos para ejecutar una partitura muy exigente.
Las piezas de Amalia Fernández son sistemas cuyo funcionamiento se despliega dentro de un mundo regido por reglas a veces absurdas, siempre inapelables. Pero la experiencia como espectadora es todo menos previsible o mecánica. A lo largo de la pieza se da un vaivén entre un tejerse y destejerse, una oscilación entre sistema y desorden, entre la observancia de las normas y una anarquía que se desliza entre ellas y que invita al público a un estado lúdico de atención alerta, despierta.
Amalia Fernández tiene una larga trayectoria que recorre la danza experimental en España en los últimos 25 años: desde los orígenes de la Nueva Danza en la Cía. El Bailadero en 1994 trabajando junto con Mónica Valenciano y Raquel Sánchez, pasando por su trabajo puntual con artistas como Juan Domínguez (Shichimi togarashi, 2006), Cuqui Jerez (The nowness mistery, 2014) y Vicente Arlandis (Las perras, 2008), entre otros. Su trabajo como artista independiente comienza en 2005 y desde entonces hasta El resistente y delicado hilo musical ha desplegado una poética muy original y singular que recorre todas sus obras.
Concepto y dirección: Amalia Fernández
Interpretación: Catherine Sardella, Pablo Herranz, Óscar Bueno, Cristina Arias, Amalia Fernández