«Inmersos en esta insólita y angustiosa situación que nos ha tocado vivir, este año celebramos los días mundiales de las diferentes artes escénicas encerrados en nuestras casas. Hace unas semanas celebramos el día mundial del teatro y dentro de unos días haremos lo propio con la danza. Y esta misma semana es el turno del circo, arte escénica de profunda y longeva tradición en todas las civilizaciones, tanto las más cercanas a nuestra realidad cultural como aquellas muy alejadas de nosotros geográficamente y que poseen una manera de vivir la experiencia artística muy diferente a cómo la vivimos las sociedades occidentales», ha señalado.
De Miguel ha destacado que «la gran familia del circo une a todos aquellos, sea cual sea su procedencia, que tienen como propias estas cualidades y que las manifiestan, ya sea en una carpa itinerante o fija, o bien en una sala de teatro o en la propia calle, entendida ésta como espacio público de convivencia entre ciudadanos y artistas».
En este sentido, ha señalado que en estos momentos, en los que no hay disponibles «ninguno de estos espacios para poder disfrutar del arte del circo», es cuando es necesario «permanecer unidos y mantener viva la esperanza» de que todo lo que la sociedad está viviendo «es temporal y efímero» y que, cuando se supere esta situación, la sociedad será capaz de «construir modelos que hagan posible la revitalización que el mundo del circo reclama y para la que necesita del compromiso decidido de las instituciones públicas».
«Hemos de celebrar este 18 de abril de la misma forma que celebramos semanas atrás el día mundial del teatro, es decir, con inquietud y con cierto desasosiego, pero sin que estos sentimientos nos paralicen, conscientes de que hemos de estar a la altura y trabajar desde lo público para ser una red de protección del sector y sus profesionales y recuperar todo lo que este coronavirus nos está intentando arrebatar», ha concluido.