La obra de Julieta Soria nos acerca la relación secreta que el poeta Pedro Salinas mantuvo con la profesora estadounidense Katherine Whitmore
Ainhoa Amestoy dirige a Juan Cañas, Daniel Ortiz, Lidia Navarro y Lidia Otón en una historia a tres bandas entre el poeta de la Generación del 27, la esposa acallada Margarita Bonmatí y la musa y amante Katherine Whitmore
El espectáculo invita a asomarse a la belleza y al abismo de una relación que cuenta con una extraordinaria relevancia histórica y literaria
En 1979, la Houghton Library de la Universidad de Harvard recibe una misteriosa donación: se trata de un paquete rotulado como «Cartas de Pedro Salinas a Katherine Whitmore». Contiene la —más misteriosa todavía— indicación de no abrirse hasta pasados veinte años. Al cumplirse el plazo, junto con las cartas sale a la luz la apasionada relación clandestina, el amor en vilo, que el gran poeta mantuvo durante años con una profesora estadounidense de español, y que suscitó la trilogía poética amorosa más importante del siglo XX escrita en castellano: la que componenLa voz a ti debida (1933), Razón de amor (1936) y Largo lamento (1938).
Este es el punto de partida de Amor, amor, catástrofe. Bajo el signo de este verso de Salinas —que forma parte de uno de los poemas de La voz a ti debida—, se desarrolla la historia de un encuentro, el de Katherine Whitmore y Pedro Salinas en el verano de 1932, que cambió para siempre su poesía y su vida, y también la de la mujer del poeta, Margarita Bonmatí. Tres nombres que se cruzan con el océano Atlántico de fondo y la literatura —la de la Generación del 27, cuyo legado consistió en una nueva manera de sentir el verso— en primer plano.
“Durante la adolescencia estudiamos a los poetas de la Generación del 27. Más allá del Romancero lorquiano o del marinero Alberti, muchos leímos y nos enamoramos hasta las trancas de los versos de Pedro Salinas. Pero, ¿quién era la destinataria real de los poemas deLa voz a ti debida? ¿Es la poesía ficción? Todas las vidas tienen historias que contar y esconden secretos, miedos e ilusiones. La obra habla de seres humanos perdidos en busca de su identidad”, explica la directora Ainhoa Amestoy.
Amor, amor, catástrofe presenta una relación amorosa extramatrimonial en tres partes, como si de tres actos se tratase: el idilio, la entrada de los fantasmas y la oscuridad. “Cada parte corresponde a uno de los poemarios redactados por Pedro Salinas, insigne autor de la Generación del 27, que la profesora estadounidense Katherine Whitmore explica a sus alumnas del Smith College de Massachusetts en la década de 1950. Lo que esconde la docente es que ella pudo ser la destinataria de esos versos que el poeta escribió veinte años atrás, momento en el que se intensificaron las relaciones de Salinas con las universidades norteamericanas”, continúa Amestoy. “Whitmore, con una mirada ya distanciada, revisa lo que fue una historia de amor fundamentada en la palabra, en las numerosas cartas que la pareja se envió, con el océano de por medio. De esta manera, se abre un juego de monólogos intercambiados entre los personajes –el poeta, la esposa y la amante–, que luchan por llegar infructuosamente al diálogo; aislados e incapaces de descubrirse ni en sí mismos, ni en la otredad. Hasta el punto de generar, en el caso de Salinas, una realidad paralela, un mundo virtual elevado en el que desarrollar su relación, ante la impotente mirada de su mujer, Margarita Bonmatí que, enterada de la infidelidad, considera el suicidio y el olvido como únicas salidas posibles”.
La obra remite a la historia y al exilio, a la Edad de Plata de la cultura española –ese periodo de esplendor del primer tercio de siglo XX español–, a la catástrofe de la Guerra Civil, al peculiar proceso de creación artística fundamentado en la ficción y a la propia condición del ser humano. En palabra de su autora, Julieta Soria, “nuestro deseo ha sido asomarnos a la belleza y al abismo de una relación que, además, cuenta con una extraordinaria relevancia histórica y literaria. Hemos podido indagar en las muchas cartas y documentos escritos que los tres se intercambiaron a lo largo de sus vidas. Sus voces, sus expresiones, sus sentimientos, sus mundos reales y poéticos resuenan en nuestro texto como la mejor poesía: aquella en la que late la verdad humana”. Y continúa: “Amor, amor, catástrofe es un poema dramático. O un drama poético. Una historia amorosa, literaria y catastrófica con nuestra historia española de fondo. La obra habla de amor, como fuerza creadora y destructora, del amor cotidiano y del inesperado. También de poesía, como lenguaje esencial, casi primario, del ser humano, y de la relación entre la vida y la literatura”.
Amor, amor, catástrofe. Pedro Salinas entre dos mujeres es una producción de Ainhoa Amestoy y Alejandro de Juanes (Estival Producciones) con diseño de escenografía de Paula Castellano y Estival Producciones a partir de una idea original de Elisa Sanz, diseño de iluminación de Marta Graña, diseño de vestuario de Sastrería Cornejo y música y espacio sonoro de Blanca Trabalón (piano) y Juan Cañas (guitarra) sobre composiciones de Fats Waller, Máximo Díaz de Quijano y otros.
Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes entre 16 y 26 años.