En la localidad extremeña nació Hernán Cortés, el militar que aliado con la tribu de tlaxcaltecas ocupó la capital del imperio azteca
Conquistadores es una producción extremeña de Proyecto Cultura que desmitifica la conquista de América a través del teatro del absurdo. Se estrenó el pasado 11 de abril en el Gran Teatro de Cáceres y su repercusión es visible en las más de 50 representaciones de que consta su gira, que incluye plazas importantes como la Feria de Teatro de Castilla y León en Ciudad Rodrigo, el Festival de Teatro Clásico Castillo de Peñíscola, o el Teatro López de Ayala de Badajoz, entre otras.
El punto de partida de este espectáculo son tres conquistadores extremeños anónimos, que forman parte de una tripulación embarcada a América, entonces tierra desconocida. La obra alterna las peripecias de estos extremeños con la recreación humorística de acontecimientos históricos vividos por personajes como los Reyes Católicos, Colón, Vasco Núñez de Balboa, Malinche, Hernán Cortés, Inés Suárez, Francisco Pizarro o Pedro de Valdivia entre otros.
Esta visión desmitificadora de la Conquista de América que se ríe de los mitos y las miserias de aquella época la dirige Pedro Luis López Bellot a partir de un texto de J.P. Cañamero. Tres actores, Nuqui Fernández, Francis J. Quirós y Chema Pizarro asumen los personajes, envueltos en un espacio sonoro creado por Álvaro Rodríguez Barroso.
“Queríamos humanizar la conquista. No la planteamos como algo heroico ni la denostamos”, señala el director de Conquistadores, Pedro Luis López Bellot. Quienes participaron en ella desde España “hicieron cosas extraordinarias y atroces” y quienes “la recibieron hicieron también cosas extraordinarias y atroces”. En la obra, añade, “hablamos del ser humano y su relación con el contexto y la conquista”. Y sus creadores lo hacen desde lo cotidiano, con un lenguaje próximo, cargado de bromas y sobreentendidos.
El director de Conquistadores ha concebido una puesta en escena minimalista, con escasos elementos materiales (una bañera victoriana, unas varas) y un espacio casi vacío, sin escenografía. El vestuario es contemporáneo, pero con reminiscencias al de los siglos XV y XVI.
La obra está coproducida por la Junta de Extremadura y cuenta con la colaboración de la Diputación de Badajoz y los ayuntamientos de Mérida y Torrejoncillo.