La nueva producción del Centro Dramático Nacional cuenta la historia del pueblo siciliano de Gibellina, que fue devastado por un terremoto en el año 68, y de Nicolò Stabile, superviviente de la tragedia en la zona y testigo de su transformación
Su autor y director la presenta como “una pieza de teatro documental en la que contamos la epopeya del pueblo de Gibellina y del valle del Belice en Sicilia, que fue devastado por un terremoto en el año 68; y sobre todo nos centramos en la historia de Nicolò Stabile, que tenía solo unos meses cuando sucedió el terremoto y cuya vida está completamente marcada por esa vivencia”.
“La historia de Nicolò, que está en escena y que es uno de los actores principales, nos sirve para pensar las corrientes y los flujos migratorios hoy en el Mediterráneo y qué significa en la actualidad migrar o tener una casa”, precisa Fidalgo, quien añade que la obra también es una suerte de “fiesta de homenaje a esa zona tan golpeada del sur de Europa y del Mediterráneo”.
En el reparto, Fidalgo ha invitado a Nicolò Stabile a interpretarse a sí mismo compartiendo su experiencia como superviviente del terremoto. Stabile estuvo implicado desde joven en el proyecto de reconstrucción de Gibellina, trabajando a las órdenes de Ludovico Corrao, el alcalde de la localidad que invitó en 1980 a Alberto Burri a realizar una intervención artística. De este proyecto nacería el Cretto di Burri, construido sobre las ruinas del pueblo arrasado y una de las piezas de land art más importantes del mundo hoy en día.
Le acompañan en escena dos intérpretes –la actriz siciliana Cecilia Arena y el actor y coreógrafo chileno Lautaro Reyes– y un músico italiano en directo –F.M. Fortuna-.
Pablo Fidalgo (Vigo, 1984) es creador escénico, escritor y comisario de artes en vivo. Además de su obra dramática, cuenta con una prolífica y premiada trayectoria como poeta. El libro de Sicilia forma parte de sus ‘poemas dramáticos’ y es el inicio sobre una serie dedicada a las migraciones y las ciudades del Mediterráneo.
En palabras del autor, “me interesa Gibellina y la historia de Nicolò porque reconozco en ellos algo que tiene que ver con la imposibilidad, con la tragedia contemporánea, pero al mismo tiempo con un sentido de la dignidad muy fuerte en un sitio tan complejo como es Sicilia”. Esta región, según Fidalgo, “es un lugar magnético, que te atrapa y que presenta una doble cara: aridez, infertilidad, imposibilidad económica, pero al mismo tiempo la fuerza del volcán, de la luz, de la naturaleza, de las ruinas”.
“Esta pieza trata sobre todo de un pueblo que perdió la memoria dos veces, que fue destruido dos veces, pero que en mi opinión todavía está buscando su última oportunidad”, concluye el creador vigués.
El libro de Sicilia es una producción del Centro Dramático Nacional con la colaboración del Istituto Italiano di Cultura. Puede verse en la Sala de la Princesa del Teatro María Guerrero desde el 8 de octubre y hasta el 31 de octubre.