‘Exvotos flamencos’ está compuesto por una serie de obras en la que los trazos del artista van componiendo siluetas, movimientos, sombras fugaces, el aleteo de las manos desplegándose en el aire, trajes que se cimbrean a compás. En esta exposición no hay una imagen estática, si no que se aprecian posturas fácilmente reconocibles sobre un escenario, gestos que reflejan la introspección, el recogimiento y la pasión que acompaña al artista flamenco.
Los cuadros de Yáñez —autor de la imagen de Flamenco Viene del Sur— se revisten de esta forma con una doble virtud: mostrar el flamenco de una forma ágil, viva, llena de fuerza y colorido, y hacer que este se mantenga en el tiempo, logrando una paradoja: que el movimiento permanezca inamovible.
El flamenco es un arte al que grandes nombres de otras disciplinas artísticas se han acercado desde su nacimiento, y el maridaje del arte jondo con la pintura aquí se muestra lleno de matices plásticos y vitales. Y si la Real Academia de la Lengua define la palabra exvoto como “don u ofrenda, como una muleta, una mortaja, una figura de cera, cabellos, tablillas, cuadros, etc., que los fieles dedican a Dios, a la Virgen o a los santos en señal y recuerdo de un beneficio recibido, y que se cuelgan en los muros o en la techumbre de los templos”, en este caso los de Pepe Yáñez pierden cualquier atisbo lúgubre y se ajustan a la segunda parte de la explicación: el recuerdo de un beneficio recibido desde el escenario y que ahora puede ver colgados en estas paredes que se revisten con la pátina de las grandes ocasiones.
Los cuadros de esta muestra están inspirados en la exhibición masiva de estos iconos en numerosos santuarios e iglesias, principalmente católicas, aunque también pueden encontrarse elementos parecidos en otras culturas. El impacto plástico proviene, al igual que en esos espacios de culto, de la acumulación de piezas unidas por un nexo común, pero dispares en su factura y concepto. La narración es creada por la atmósfera que conforman unidas, y por la visualización de las imágenes percibidas como una sola pieza.
El autor de la muestra, Pepe Yañez, se ha formado en Sevilla y Nueva York, y especializado en la Facultad de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría de Sevilla, en el Istituto Superiore per la Conservazione ed il Restauro de Roma,el Instituto Andaluz de Patrimonio Historico, en Granada, y en el Snug Harbor Cultural Center, de Staten Island, N.Y donde comienza a exponer en 1993.
Esta iniciativa, además de conmemorar el 16 de noviembre, busca mostrar al flamenco como lo que es, un arte de primera magnitud, un hecho cultural total en el que unen varias bellas artes, un patrimonio consustancial a una sociedad que se transmite de generación en generación.