También tenía una hija muy alegre y llena de vida llamada Chinchulina.
Chinchulina era una niña algo tímida, pero en cuanto escuchaba música perdía su timidez y se ponía a bailar por todo el palacio. Su alegría era tan contagiosa que hasta su padre, el emperador, se ponía a bailar con ella.
Un día la tristeza se apoderó del corazón de Chinchulina. Solo el canto de un pájaro llamado Ruiseñor podría devolver la alegría a su mustio corazón.
El emperador de la China, que nunca había salido de su hermoso palacio, decidió romper con la tradición y salir en busca de ese extraño pájaro llamado Ruiseñor.
En su búsqueda irá descubriendo los afanes, las alegrías, los desvelos y los sueños de los humildes pobladores de su vasto imperio.
La compañía
Compañía fundada en 2005 e integrada por profesionales provenientes de distintas ramas artísticas (artes plásticas, teatro, danza, música…), “La Canica” se ha propuesto crear espectáculos de carácter multidisciplinar poniendo un especial acento en la interpretación y en la exploración de materiales y otros recursos escénicos con el fin de construir personajes e historias cercanos al mundo infantil.
Sus espectáculos cuentan con una entusiasta y calurosa acogida por parte del público y programadores culturales.
“La Canica” trata de desarrollar un lenguaje escénico propio, un lenguaje que cree un espacio de encuentro entre los Títeres y el Teatro, entre el Cuerpo y los Objetos.
Intérprete: Alba Vergne
Muñecos y Escenografía: Eva Soriano, Ricardo Vergne, Ana Iturrate y Gádor Enríquez
Coreografía: Alba Vergne
Ayudante de dirección: Eva Soriano
Autor y director: Pablo Vergne
Edad recomendada: a partir de 4 años
Duración: 45 minutos aprox.