La mítica compañía presenta una sátira sobre el poder, la fe y la memoria escrita por Eusebio Calonge y dirigida por Paco de La Zaranda
La batalla de los ausentes reúne a los tres habituales de La Zaranda: Francisco Sánchez, Gaspar Campuzano y Enrique Bustos, que interpretan a tres oficiales de un ejército en decadencia
La veterana compañía regresa con su núcleo duro para reivindicar el particular lenguaje poético que les caracteriza desde sus inicios
La obra es una coproducción de La Zaranda y Teatre Romea
En La batalla de los ausentes, tres oficiales de un ejército que ya no existe, supervivientes de una guerra, se reúnen para conmemorar una batalla casi olvidada, una efeméride que a nadie interesa ya. Los exiguos restos de la tropa apenas se distinguen ya de los fantasmas que evocan, aquellos que quedaron sepultados junto con el miedo y la gloria en las trincheras. Los tres se dirían definitivamente vencidos por el tiempo, derrotados por las hostilidades del destino, pero no han abandonado la esperanza de realizar una última gesta gloriosa. En la reunión anual planean perpetrar el asalto al poder y sueñan con un desquite que termine con las injusticias. Son tres quijotes que se preguntan si algo habría sido distinto de haber alcanzado la victoria en aquella lejana guerra… ¿Fue aquel el combate crucial o queda el decisivo contra la muerte? La sátira del poder y la fe como acto de resistencia son los polos que atraviesan a estos personajes. La suya es la lucha desesperada por la propia vida, campo de batalla, combate sin tregua por la conquista de un destino.
Francisco Sánchez, Gaspar Campuzano y Enrique Bustos, los tres actores clásicos de La Zaranda, su núcleo duro, son el ejército en desbandada de esta ardua y larga batalla, tres oficiales en decadencia en busca de tiempos mejores. El reconocible lenguaje de la compañía se pone aquí al servicio de una desarbolada bandera en un mundo en guerra contra el sentido poético de la existencia. Las escaramuzas, deserciones y frentes que se evocan en la batalla se abren también en las propias consciencias de los personajes.
Con esta sátira, La Zaranda, una de las compañías más personales de la escena española, regresa a la esencia de su lenguaje, explora sus límites y firma una metáfora sobre el combate, la belleza de la derrota y el triunfo de los que, pese a ella, nunca pierden el horizonte. Estos tres fantasmas, que deciden acurrucarse en el espacio del olvido, recrean una fiesta macabra, un espejo deformado de la memoria que refleja con nitidez una sociedad podrida hasta el alma. Una pieza que, en clave tragicómica, puede leerse como una alegoría descarnada de nuestro presente. Porque en un momento en que el pesimismo, la tristeza o la desesperanza nos han derrotado, en La batalla de los ausentes La Zaranda resucita una espada de luz contra esos jinetes oscuros en un canto a la dignidad humana.
“El espectáculo es una metáfora de ese batallar que tiene el hombre consigo mismo”, explica el director Paco de La Zaranda. “Se presentan unos personajes que vienen a rememorar una guerra, a reconstruir desde su fosa aquellos días heroicos que compartieron en la trinchera. Esa es la excusa que utilizamos para luego poner en pie todo un mundo poético, de símbolos, de encuentro, y del que cada espectador decidirá si quiere ser cómplice o no de lo que haya sucedido”, cuenta.
La batalla de los ausentes es una coproducción de La Zaranda – Teatro inestable de ninguna parte y Teatre Romea, con texto de Eusebio Calonge, dirección de Paco de La Zaranda y protagonizada por Gaspar Campuzano, Enrique Bustos y Francisco Sánchez, con diseño de espacio escénico de Paco de La Zaranda, diseño de iluminación de Eusebio Calonge, diseño de vestuario de Encarnación Sancho y efectos militares de Morgan Surplus.
La función de Teatro Accesible de La batalla de los ausentes tendrá lugar el viernes 25 de febrero.
Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes entre 16 y 26 años.