Los dos actores, que comparten escenario con Gemma Polo, han escrito una pieza en tres momentos como una radiografía de la sociedad norteamericana al borde del abismo, tal y como la concibió el autor de La broma infinita
Cunill y Navarro han buceado en el universo experimental, sarcástico y poco complaciente de Foster Wallace, muerto a los 46 años en California; concretamente en uno de sus libros de relatos, Entrevistas breves con hombres repulsivos, para componer un espectáculo en tres partes, al que dan vida sobre el escenario el propio Gonzalo Cunill junto a Gemma Polo. La primera está construida a partir de temas extraídos de textos de Foster Wallace, la segunda es una especie de performance musical estridente, cuya música interpreta el violinista Rodolfo Castagnolo. Y la tercera procede del tercer cuento de Entrevistas…, En lo alto para siempre, que narra el viaje emocional, entre el éxtasis y el calvario, que hace un adolescente el día en que cumple trece años, a punto de saltar por primera vez desde un trampolín.
Esta imagen del salto al vacío es una sensación que, según los autores de En lo alto para siempre, “todos hemos experimentado alguna vez y que, en este caso, nos ha invitado a profundizar en el universo literario y personal de David Foster Wallace; una visión fantasmagórica, premonitoria y a la vez hilarante que radiografía una sociedad al borde del abismo”.
No es la primera vez que Cunill y Navarro crean conjuntamente espectáculos teatrales. Otro de sus recordados trabajos de colaboración fue Tala, basada en la obra del mismo título del escritor austriaco Thomas Bernhard. Navarro, que vive en Barcelona, ha desarrollado una amplia carrera como actor y director. Entre 2014 y 2017 formó parte del proyecto Humain Trop Humain en el Teatro Nacional de Montpellier, dirigido por Rodrigo García. Entre sus últimos espectáculos como director figuran Pequeño preludio (Inmortal), No-one is an island y El bosque.
Cunill ha desarrollado fundamentalmente su carrera en la interpretación teatral (Seis personajes en busca de autor, Soldados de Salamina, King, El perseguidor, de Julio Cortázar, Madre Coraje y sus hijos, y Vania), en el cine (Airbag, Cargo, El perfume La carta esférica, Altamira) y la televisión (El comisario, La señora, Águila Roja e Hispania, Cuéntame).
Desde su primera novela, La escoba del sistema (1987), David Foster Wallace demostró un talento hambriento de experimentación en su personal búsqueda con el lenguaje. Su obra literaria disecciona la sociedad posmoderna, con una acidez que por momentos llega al absurdo, a un surrealismo irreverente que Wallace encuentra en los asuntos de la vida cotidiana. Su novela más celebrada, La broma infinita (1996), está considerada como novela de culto de la lengua inglesa. Otros libros suyos son La niña del pelo raro (cuentos), Hablemos de langostas (ensayos), Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer (ensayos) y el incompleto El rey pálido (novela).