El #Dramático presenta este mes dos producciones propias: Los pálidos, con texto y dirección de Lucía Carballal, y Fundamentalmente fantasías para la resistencia, escrita y dirigida por Alfredo Sanzol. Además, nos trae El proceso de Kafka en una versión con dramaturgia y dirección de Ernesto Caballero
Para el público familiar, regresa el ciclo Titerescena con El desván, un espectáculo de la compañía Markeliñe que pone el foco en la mirada respetuosa a nuestros antepasados y el recuerdo de los seres queridos. Además, este mes se retoman los talleres de conciliación con Teatro, luces y sombras.
Desde el 15 de febrero, la Sala Francisco Nieva del Teatro Valle-Inclán se transformará en una writer’s room, es decir, en una habitación en la que los guionistas escriben las series televisivas. Allí se estrena Los pálidos, obra que supone el debut como directora de la dramaturga Lucía Carballal. Esta producción del CDN, en cuyo elenco figuran Israel Elejalde, Miki Esparbé, Natalia Huarte, Manuela Paso y Alba Planas, nos muestra la lucha de un guionista veterano y su equipo por crear un nuevo éxito catódico después de haber sido defenestrados por su último trabajo, el cual pretendía ser un canto a la sororidad y que, sin embargo, ha sido acusado de sexista. Un juego de malabares ideológicos entre lo mainstream y la corrección política, el efectismo y la honestidad, lo bueno para la ficción y lo bueno para uno mismo, que nos transportará a las contradicciones que se dirimen en el corazón de esta industria millonaria hasta el 26 de marzo.
Además, el Valle-Inclán, pero en su Sala Grande, acogerá el 24 de febrero otro estreno absoluto producido por el #Dramático, el de Fundamentalmente fantasías para la resistencia, nuevo título de Alfredo Sanzol, que escribe y dirige un canto al humor como mejor herramienta contra la violencia y una reivindicación de la fantasía como forma esencial para escapar y entender así la realidad. Para ello, traslada al espectador a la Ucrania de marzo de 2022, donde una autora y directora teatral convierte el local de ensayos de su compañía en un refugio en el que, pese a la invasión rusa, sus seres queridos siguen creando historias. En concreto, una obra llamada Pin, pan, Putin que servirá de catalizador para exponer una lucha entre la comedia y la tragedia, y para expresar un dolor infinito frente al mal y la destrucción y abogar por la inocencia. Estará en cartel hasta el 16 de abril.
Precisamente, entre la inocencia y la culpabilidad se mueve Josef K., el personaje inerme al que Franz Kafka empujó en El Proceso a los laberintos de un imperecedero entramado burocrático-administrativo cuya única lógica y razón de ser radica en su propia subsistencia. Ernesto Caballero recupera esta novela y se pone a los mandos de la dirección y la dramaturgia para contarnos las tribulaciones de este reo que permaneció toda su vida a las Puertas de la Justicia, tratando infructuosamente de franquearlas hasta perecer en el intento. Una versión producida por el CDN y Lantia Escénica en la que el infortunado protagonista, encarnado por Carlos Hipólito, se enfrenta también al tribunal de la ciudadanía, el público de nuestro tiempo, que observa en la distancia los desmanes de este aparato judicial arbitrario, inaccesible al común de los mortales. Podrá verse en la Sala Grande del Teatro María Guerrero del 17 de febrero al 2 de abril.
Programación para público familiar y Acción Dramática
Y para el público familiar regresa el ciclo Titerescena con El desván, una producción de la compañía Markeliñe que dirige una mirada respetuosa a nuestros antepasados en la voluntad de mantener el patrimonio familiar y cultural dentro del mundo moderno. Un espectáculo que, tomando como argumento la venta de un caserío, trae a primer plano valores como el recuerdo de los seres queridos, la conservación del entorno rural, la herencia y la identidad. Se representará en la Sala El Mirlo Blanco (Teatro Valle-Inclán) el fin de semana del 18 y 19 de febrero, en sesión doble.
Además, también para los más pequeños, se ha organizado un nuevo Taller de conciliación, que lleva por título Teatro, luces y sombras, en el que la compañía especializada Mico enseñará a construir un espacio de proyecciones con una simple caja y una linterna, punto de partida para echar a volar la imaginación. El taller, dirigido a niños de entre 6 y 12 años, tendrá lugar en la Sala Margarita Xirgu del Teatro María Guerrero durante la función del 4 de febrero de Karaoke Elusia, de Oriol Puig.