Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
  • Inicio
    • José María del Castillo
      Nuria Espert en fotografía de estudio
      Carlota Ferrer en imagen promocional de 'Tiresias' para el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida
      Julio Manrique, director del Teatre Lliure
    • Fundación SGAE ha estado presente en el Salón Internacional del Libro Teatral
      María Fernanda D'Ocón
      Imagen de la actriz dando la bienvenida al público con su mítico "Gracias por venir" en la revista El último tranvía
      Momento del ensayo de 'Remanso' con Nacho Duato
    • Últimas noticias

      Un momento de The Seven Streams of the River Ōta
      El cantaor David de Jacoba actuará el sábado 23
      Imagen de escena de la compañía
      Imagen de una escena de la obra que se representa en el Teatro Alcázar de Madrid

      Lo más visto

      Imagen de una escena de la producción
      Presentación candidatura Antonio Onetti
      Dolores
      Danza_a_escena_2024
  • Anuarios
  • Revistas en papel
  • Boletines
  • Suscríbete
  • Inicio
    • José María del Castillo
      Nuria Espert en fotografía de estudio
      Carlota Ferrer en imagen promocional de 'Tiresias' para el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida
      Julio Manrique, director del Teatre Lliure
    • Fundación SGAE ha estado presente en el Salón Internacional del Libro Teatral
      María Fernanda D'Ocón
      Imagen de la actriz dando la bienvenida al público con su mítico "Gracias por venir" en la revista El último tranvía
      Momento del ensayo de 'Remanso' con Nacho Duato
    • Últimas noticias

      Un momento de The Seven Streams of the River Ōta
      El cantaor David de Jacoba actuará el sábado 23
      Imagen de escena de la compañía
      Imagen de una escena de la obra que se representa en el Teatro Alcázar de Madrid

      Lo más visto

      Imagen de una escena de la producción
      Presentación candidatura Antonio Onetti
      Dolores
      Danza_a_escena_2024
  • Anuarios
  • Revistas en papel
  • Boletines
  • Suscríbete
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Año VIIINúmero 379
23 NOVIEMBRE 2024

Qué difícil es: El teatro como solución de vida

Cuántas veces habremos oído, o incluso dicho, la expresión de… “En la vida hay que luchar por los sueños”. Esta frase, que transita entre la vaguedad y la auto-superación, guarda un mensaje certero. La vida no sería lo mismo si no nos ponemos metas o intentamos conseguir aquello que nos hace feliz. Ahora bien, ¿a cualquier precio? Si desean poner cara y voz a estas y otras reflexiones deben visitar el Teatro Alfil. La función está a punto de comenzar.

Esta producción de Magdalena Broto y JP Pérez-Padial nos invita a adentrarnos en el camerino de cuatro actores exultantes por el éxito de su obra, pero un suceso inesperado hará trastocar sus planes presentes y futuros. Esa noche vivirán un torbellino de emociones, recuerdos y confesiones que desembocará en un divertido caos y saldrán a la luz sus miedos, ilusiones y secretos. Lejos de acobardarse, este cuarteto demostrará qué difícil – ¡y qué hermosa!- puede ser la vida y cómo, todos y cada uno, tenemos que representar el papel que nos toca.

Cuatro hombres y un destino podría ser el resumen de esta obra producida por La Mandanga. Reconozco que ya antes de sentarme en el patio de butacas me despertaba un enorme interés por la escasa información inicial y que, tras visionarla, debo de reconocer que supera las expectativas. El primer acierto del libreto es jugar durante los setenta y cinco minutos con las dudas e inseguridades de los protagonistas una vez que el conflicto se ha presentado. A diferencia de otras representaciones donde la interrelación de los personajes determina la trama, en esta, son las vivencias de los cuatro actores, en su doble condición, quienes marcan el epicentro de la acción. Es a través de sus relatos vitales, repletos de dudas, conflictos, miedos y pocas certezas, donde nace el hilo conductor que da sentido el relato. Sin darse cuenta, con sus aciertos y fracasos van dibujando un retrato bastante exacto de lo que es la vida y del que seguro podemos sentirnos identificados. En definitiva, un libreto inteligente y compacto, de apariencia ligera, que aborda asuntos de alta complejidad con enorme sensibilidad y encierra muchas reflexiones.

No descubro nada si afirmo que una buena dirección es esencial en cualquier representación, pero me parece aún más importante en una comedia realista donde todo nace de los propios actores. En esta plaza debe lidiar Esteban Roel que, como maestro curtido en la actuación y producción, sale por la puerta grande. Su dirección continúa con la senda emocional marcada por el libreto y ahonda en los sentimientos de los protagonistas. Roel trabaja muy bien las emociones, profundizando en ellas, mientras los protagonistas van mostrando y modelando su carácter y forma de ser. Aquí nace otro de los conflictos de la representación, más profundo e interesante que el inicial, que es el de las distintas formas de ser y comportarse de las personas en situaciones límites. De nuevo, se producen interesantes debates como la lucha entre el pragmatismo y el idealismo, y reflexiones sobre la mentira, cobardía y fracaso.  En su declaración de intenciones, el director afirma que “la verdadera dirección no es contar tu historia sino, simplemente, darles vida y voz a esos personajes y a las actrices y actores que los representan” y cumple de forma escrupulosa con este propósito.

Roel también afirma que esta obra “no habla del teatro, no habla de los personajes, simplemente te muestra a las personas con las cuales, de verdad, podemos identificarnos” y, aunque no cambio ni una coma de esta pretensión; esta representación también habla de la dificultad de dedicarse al mundo de la interpretación y de los innumerables inconvenientes, muchos de ellos impuestos por personas cercanas, para conseguir vivir de ello. Este carácter metateatral, representado en un camerino, sobrevuela durante toda la representación y es el motor que da sentido tanto a la obra como a sus protagonistas.

De su dirección, también destacaría el inteligente y buen uso del flashback, para que el espectador pueda conocer instantes pasados de sus vidas y entienda el porqué de sus comportamientos. Estos momentos de retrospección van acompañados de la parálisis de la acción y de un pertinente uso de la iluminación para acompañar al respetable en este viaje al pasado. Tampoco debemos olvidar que estamos ante una comedia por la cantidad de gags, situaciones rocambolescas y chistes que rebajan la profundidad del libreto y que, nuevamente, nos muestra el absoluto caos de la vida misma. A esto debemos sumarles las hilarantes imitaciones, cambios de voz, de género y lo que se les ponga por delante, que, sin duda, harán reír a todos los públicos.

Los encargados de materializar todo lo anterior son cuatro actores, formados en el Instituto del Cine Madrid y participado en varios cortometrajes y películas, que se dejan literalmente la piel sobre el escenario gracias, también, a la dirección de cuerpo y gesto de Luis Cao. JM. Maciá, Kino Gil, Nico Seijo y Pablo de Castro representan a la perfección cuatro personalidades diferentes y cuatro formas distintas de encarar la vida. Todos muestran una complicidad bárbara sobre el escenario que se transmite en verosimilitud y con cada rol son capaz de dibujar múltiples personalidades que les permiten sacar lo mejor de cada uno. Cuatro actores con mucho futuro por delante.

Cuando terminé de visionar la representación, me vino a la mente la certera frase de Charles Chaplin comparando la vida con una obra de teatro en un alegato a vivirla: “La vida es una obra de teatro que no permite ensayos; por eso canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida…antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos”. Esta, como no podía ser de otro modo, terminó con el aplauso de todos los presentes.

Qué difícil es crear una obra inteligente y compacta, de apariencia ligera, que aborde asuntos de alta complejidad con enorme sensibilidad, con cuatro actores como protagonistas, que demuestren que la vida, aún difícil, puede ser maravillosa

 

Dirección: Esteban Roel

Ayudante de dirección: Chos

Reparto: Pablo de Castro, JM Maciá, Kino Gil y Nico Seijo

Coordinador cuerpo y gesto: Luis Cao

Producción: Magdalena Broto y JP Pérez-Padial

Productora: La Mandanga (Esteban Roel y Jon Plazaola)

 

Noticias relacionadas
Imagen de escena de la producción
Un momento del espectáculo
Una imagen de escena de la obra 'Faisandage'
Una escena del espectáculo
Una escena del musical
Imagen promocional de la obra
Últimas noticias
Un momento de The Seven Streams of the River Ōta
El cantaor David de Jacoba actuará el sábado 23
Imagen de escena de la compañía
Imagen de una escena de la obra que se representa en el Teatro Alcázar de Madrid
Cayetana Guillén Cuervo, presidenta de la Academia de Artes Escénicas de España
Imagen promocional de la compañía La Matriz