La coreógrafa y bailarina Luz Arcas presenta en Madrid su último espectáculo, un trabajo en el que dialogan flamenco, folclore y contemporaneidad
La pieza evoca la imagen del animal hembra como fuerza productiva y la relación de amor, violencia y dependencia que se genera en los procesos de domesticación
Mariana es una coproducción con la Bienal de Flamenco de Sevilla, los Teatros del Canal de Madrid y MA scène nationale-Pays de Montbéliard
En escena, Luz Arcas es la cabra que acompaña al gitano errante, la del show, la que baila y le da de comer. Es la mula con la que el campesino trilla, la burra de carga del azacán, la borriquilla que transporta al dios. El animal hembra es el cuerpo del trabajo, da igual la era que atraviese. El cante de Bonela Hijo, la guitarra de Bonela Chico, las palmas y zapateados de Lola Dolores, la corneta de Abraham Romero y la percusión de Carlos González alientan y animan la fuerza productiva y el cuerpo de Arcas recrea de forma libre la potencia del animal. «Un baile esculpido en piedra y arcilla, esquemático, tosco y preciso como son los altares, los amuletos o las herramientas», explica.
Mariana es un paso más en la investigación del folclore, una de los ejes que vertebran el trabajo coreográfico de Arcas. Una obra en la que la danza contemporánea y el flamenco se atraviesan. Una decantación de su trayectoria, que ahonda en lo antropológico y en lo intuitivo, que se aleja del «estilo internacional de la danza contemporánea» para abrir un camino a la vez arcaico y nuevo.
Tras su paso por los Teatros del Canal, el festival Dansa València, Málaga y Marbella, la coreógrafa (Premio El Ojo Crítico de Danza 2015, Premio Mejor Intérprete Femenina de Danza 2015 en Premios Lorca, finalista a Mejor Intérprete Femenina de Danza en los Premios Max en 2017 y 2022) dirigirá Psicosis 4.48, a partir de la obra de Sarah Kane, que podrá verse del 7 de junio al 2 de julio en el Teatro Español, que coproduce la pieza.
Luz Arcas
Funda la compañía La Phármaco en 2009. Es licenciada en Coreografía por el Conservatorio Superior María de Ávila de Madrid y en Dirección Escénica por la Real Escuela Superior de Arte Dramático. Entre sus creaciones destacan Kaspar Hauser. El huérfano de Europa (Teatros del Canal, Festival Otoño de Madrid, 2016), Miserere. Cuando la noche llegue se cubrirán con ella (Teatros del Canal, 2017) y Una gran emoción política (Teatro Valle Inclán de Madrid, coproducida por el Centro Dramático Nacional, 2018).
Sus últimos proyectos son la trilogía Bekristen/Cristianos (el primer capítulo, La domesticación, fue coproducido y estrenado en 2019 en Teatros del Canal de Madrid y el segundo capítulo, Somos la guerra, coproducido y estrenado en 2021 en el Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque), Toná, coproducida por el Festival de Otoño de Madrid y estrenada en Teatro de la Abadía en 2020, y Trilla, un duo con la compositora Le Parody.
Explora espacios no teatrales, como en Chacona (Centre Pompidou de Málaga, 2015), Embodying what was hidden (King Juan Carlos Center de Nueva York, 2015), La errancia (Centro Conde Duque, Garden State, 2018), Habitación con mi alma fuera (Museo Picasso de Málaga, exposición de Bruce Nauman, 2019) o Y qué más da, todo es gracia (Museo Picasso de Málaga, exposición Picasso-Calder, 2019).
La Phármaco lleva a cabo otro tipo de proyectos artísticos y pedagógicos como el de Mundo y Lenguaje (Malabo, Guinea Ecuatorial, 2016), Tú que tienes la luz (National School of Drama de Nueva Delhi, 2016). Ha coreografiado para el Víctor Ullate Ballet (Los hijos más bellos, 2018), la Compañía Nacional de El Salvador (Dolorosa, 2019 y La Anunciación, 2021) y, junto a la coreógrafa Luz Gutiérrez, para el IPCNA (Lima, Perú, 2021). Su repertorio ha girado por diferentes países, acompañado de proyectos docentes en Europa, África, América y Asia. Es autora del libro Pensé que bailar me salvaría, publicado en octubre de 2022 en la editorial Continta me tienes. También ese mismo año ha estrenado Todas las santas, una cocreación con las actrices salvadoreñas Egly Larreynaga y Alicia Chong coproducida por el FIT de Cádiz y el Teatro de la Abadía.
Luz Arcas es Premio El Ojo Crítico de Danza 2015, Premio Mejor Intérprete Femenina de Danza 2015 en Premios Lorca, finalista a Mejor Intérprete Femenina de Danza en los Premios Max en 2017 y 2022, y Premio Injuve y Málaga Crea 2009