El intérprete de la popular serie 1992 define la pieza como un espectáculo “suspendido entre el sueño y la sencillez, entre la amistad, la ironía, la fragilidad, la pasión, la alegría, la música y los colores”
Acompañando a Accorsi, Luciano Scarpa, Sasà Piedepalumbo y Luigi Sigillo interpretan a esos cuatro amigos que, reunidos en Montevideo, la capital de Uruguay, en un momento delicado de sus vidas repasan su pasado al hilo de las victorias del equipo nacional, los momentos de éxtasis, las derrotas y las tragedias que han compartido a lo largo de los años.
Estos recuerdos emotivos se cruzan con las íntimas experiencias de los personajes: sus problemas de pareja, el nacimiento de los hijos, el amor a través de un vaivén sentimental de emociones opuestas que conducen en un momento de la obra a una especie de sicoterapia de grupo en torno a ese pasado y su influencia en el presente de los personajes.
El fútbol es para ellos un revulsivo frente al sufrimiento, la soledad o el miedo a la mediocridad. Se aferran a su equipo para no perder la fe en algo, aunque a veces se vean envueltos en alguna peligrosa trifulca con sus rivales. Es precisamente un conflicto violento ocurrido durante un partido el origen de la reunión entre los cuatro apasionados seguidores, todos ellos nacidos, curiosamente, el mismo día. Sus nombres (Pinocchio, Golem, Frankenstein, Adamo) remiten a personajes ficticios de seres que no han nacido de mujer y que contribuye a subrayar el carácter no realista de la obra, donde al amor de la madre lo han sustituido por el de la camiseta azul.
Stefano Accorsi define AZUL como un espectáculo “suspendido entre el sueño y la sencillez, entre la amistad, la ironía, la fragilidad, la pasión, la alegría, la música y los colores” habitado por personajes reales y a la vez de ensueño, “payasos emotivos y divertidos en los que todos nos reconocemos mucho”.
Esta definición caracteriza el teatro de su autor Daniele Finzi Pasca, que muestra su apego por contar historias de personajes llenos de humanidad, frágiles y soñadores, a la vez que reproduce el lenguaje de los sueños. El dramaturgo italiano, que ha dirigido para el Circo del Sol y varias ceremonias olímpicas, intenta, afirma “construir imágenes enrarecidas, suspendidas en un tiempo ligero e inventado”.
Un actor con premio
Steffano Accorsi nació en Bolonia el 2 de marzo de 1971. En 1991 coprotagonizó la película Brothers and Sisters de Pupi Avati. Estudió en la Escuela de Teatro de Bolonia, donde se graduó en 1993, y posteriormente en la Compañía del Teatro Stabile dell’Arena del Sole, con la que actuó en varias obras clásicas de Pirandello y Goldoni, entre otros. En 1994, tras rodar el anuncio de un conocido helado, dirigido por Daniele Luchetti, adquirió una popularidad inmediata. Actualmente es director artístico de la Fondazione Teatro della Toscana.
Entre su extensa filmografía destacan películas como Capitanes de Abril de Maria de Medeiros, Como cuando afuera llueve de Mario Monicelli, El último beso y Bésame otra vez de Gabriele Muccino, La habitación del hijo de Nanni Moretti, Romanzo criminale y Un viaje llamado amor de Michele Placido (por la que recibió la Copa Volpi al mejor actor en la 59ª Mostra de Venecia).
También prolífico su trabajo teatral, ha actuado en Il Dubbio de John Patrick Shanley en Furioso Orlando, Giocando con Orlando y Giocando con Orlando Assolo, basada libremente en el poema caballeresco Orlando Furioso de Ludovico Ariosto, Decamerón vicios, virtudes, pasiones, basado libremente en el Decamerón de Giovanni Boccaccio.
Divide su tiempo entre Italia y Francia, donde fundó una productora, Stephen Greep y fue nombrado Caballero de la Orden de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura francés. Para la televisión italiana destaca su presencia en la serie 1992 y las secuelas 1993 y 1994 dirigidas por Giuseppe Gagliardi. También participó en el elenco El joven Papa de Paolo Sorrentino. En 2016 recibió el Premio Gian Maria Volonté.