La presentación oficial del espectáculo comenzó con la posibilidad de probar, en primicia, el esperado Scary Tour: un pasaje del terror lleno de sustos y muertes vivientes sólo apto para las audiencias más atrevidas.
A continuación, se invitó a los asistentes a ocupar la parte más peligrosa de la platea llamada Splash Zone, donde el público deberá cubrirse con impermeables preparados en los sillones; una medida indispensable para protegerse de la sangre, vísceras, pedazos de cerebro y fluidos diversos que salpicarán a los valientes que se atrevan a elegir la opción más cercana al escenario.
La compañía presentó dos de las escenas que conforman la obra y que han permitido tomar la temperatura en el montaje y captar sus decisiones artísticas que, sin complejos, tiran hacia la comedia más desenfrenada y delirante.
Más tarde, durante la rueda de prensa, Daniel Anglès, director artístico del Condal y adaptador del espectáculo, explicó el origen del proyecto y la idea originaria que ha impulsado la producción de La noche de los muertos vivientes ¡Live!
“Este es un proyecto que se remonta a 2017. Desde Focus, se me comentó la idea de embarcarnos en una pieza de estas características. Así que empezamos a investigar qué se estaba haciendo, si había algún montaje o producción que trabajara lo que nos interesaba. Entonces, en Londres, nos enteramos de que se estaba preparando una adaptación de la película de culto de George A. Romero Night of the Living Dead. Hicimos algo que no habíamos hecho antes: decidimos coproducir el espectáculo. El montaje, que se estrenó año y medio después, ya trataba el material desde la comedia, pero nos pareció que todavía se quedaba a medias en lo que se refiere a la inmersión del público, que aún se podía ir más lejos a la hora de incluir a los espectadores y espectadoras. Por eso, se decidió que un clown capitaneara el proyecto; necesitamos alguien que no tuviera miedo de llevar la comedia al límite ni de relacionarse de tú a tú con el público pulverizando la cuarta pared”.
Roger Julià, con quien Anglés ya había contado como co-director en Golfus de Roma, tenía muy claro que la obra tomaba el material de la película original como punto de partida, pero que el espectáculo debía derivar en una comedia creando un tipo de espectáculo que nunca se había hecho.
“Estamos creando un género nuevo –explicó Julià–, aplicando al teatro estrategias que suelen utilizarse en el cine: efectos de luz, de viento, rasgos… cosas que normalmente no se ven sobre el escenario. Puede decirse que este montaje es un proyecto de I+D escénico”.
En efecto, se trata de un montaje de una gran complejidad técnica, con un sistema conformado por más de 50 altavoces colocados y diseñados para conseguir un efecto de sonido que envuelve toda la sala, así como dispositivos que se activan con el paso del público para intensificar los sustos durante el Scary Tour. Se utilizan 15 disparadores de sangre que rocían al público que ocupe la Splash Zone. Tanto las butacas como el suelo del teatro están revestidas de un tratamiento especial para facilitar la eliminación de sangre y humedad y favorecer la puesta a punto de la sala entre funciones.
“Es una producción de gran complejidad técnica, con una inversión importante que gira en torno a los 500.000 euros de presupuesto –puntualiza Anglés-. Una apuesta que no podemos sino agradecer a Focus por hacer posible esta aventura”.
Una estructura en dos partes
Anglés y Julià explicaron que el espectáculo está dividido en dos partes. La primera recrea rápidamente el argumento de la película de Romero, eso sí, con una atmósfera más bien cómica. La segunda parte obedece a lo que sucede cuando vemos una película de terror y los personajes toman decisiones poco inteligentes que les conducirán a una muerte segura. Así, Sheriff McClelland, interpretada por Mercè Martínez y Vince, su ayudante interpretado por el propio Roger Julià, iniciarán la parte más interactiva, dando voz y voto al público y ejerciendo una verdadera y genuina “democracia americana” para decidir la suerte de los personajes. Todo ello generando situaciones cada vez más delirantes y estrambóticas. “Lo que la gente debe tener claro –recalcó Daniel Anglès– es que se trata de una comedia sin tapujos. Con sustos, por supuesto, pero que por nada pretende incomodar o transmitir ansiedad al público. Es un espectáculo para venir a disfrutarlo en compañía, con la familia o los amigos, para experimentarlo juntos y poder comentarlo y revivir una vez finalizada la función”. “En el fondo, se trata de una mezcla entre una película de miedo y el humor de los Monty Python”, concluyó Julià.
La noche de los muertos vivientes ¡LIVE! se representará a partir del viernes 22 de septiembre de 2023 en el Teatre Condal.
Sinopsis
Más que una simple recreación del material original, La noche de los muertos vivientes ¡LIVE! celebra la historia del filme y su influencia en el género y en la cultura del celuloide en general. Basada en la incomparable película de 1968 de George A. Romero, se trata de la única producción autorizada oficialmente por los herederos de Romero, producida por Focus en un acuerdo especial con Samuel French Ltd.
El show, que entretendrá a los fanáticos del terror y de la comedia por igual, examina con amor la película y bordea la línea entre el terrorífico y el divertido, permitiéndonos visitar los momentos antológicos de la trama mientras seguimos a un lado de desafortunados rodeada por una amenaza letal y muy, muy hambrienta.
¡Vive la experiencia teatral inmersiva de uno de los lanzamientos más influyentes de todos los tiempos, un auténtico homenaje a la icónica cinta de terror repleto de efectos especiales, música, sangre y risas como nunca se ha visto antes!