Jordi González quiso abrir el acto explicando el placer que supone acoger a una compañía como esta y compartir el Teatro Goya con la productora Bitò. También puntualizó que se trata, una vez más, de una obra de autoría local, catalana, evidenciando el compromiso con la dramaturgia de proximidad que Focus refuerza en todos sus teatros y que ha favorecido un incremento en la calidad de textos y propuestas y un reconocimiento que ha trascendido a las fronteras del territorio.
Por su parte, Josep Domènech explicó que la obra llevaba ya un tiempo pendiente y que, finalmente, se ha podido realizar en formato de coproducción. También destacó que se trata de un texto brillante llevado a escena por un gran reparto con el que ya han compartido producciones anteriores.
Josep Maria Mestres, director del espectáculo, quiso dar las gracias, tanto a Bitò como a Focus, por confiar y levantar una producción de este formato: “No es una producción pequeña. Es arriesgada, de autoría… No sólo contemporánea sino con el propio autor dentro del reparto. Esto, lejos de ser una dificultad, es una ventaja y un verdadero privilegio. Tener el dramaturgo en la sala de ensayo nos ha permitido trabajar juntos, retocar cosas cuando era necesario y pulir la propuesta hasta el último momento.”
Mestres también habló de la buena sintonía con todo el equipo y del interés subyacente de la propuesta por el público.
“El espíritu que aparece, con sus modos salvajes y medievales, contrasta con las formas modernas, con el comportamiento social contemporáneo y, como si de un espejo se tratara, nos lleva a pensar que, tal vez, no hemos cambiado tanto, después de todo. En todo caso, el público se reirá muchísimo.”
Una comedia sobre los rodajes y sus personajes
Conquistadores nos pone en situación del rodaje de una película sobre Jaime I, con un actor (Roger Coma) que no acaba de sentirse cómodo con el papel y que, sin quererlo, invoca el espíritu del monarca quien le ayudará con la interpretación y a entender mejor la mítica figura del rey catalán. Si bien el argumento podría dar pie a una serie de localizaciones épicas y grandilocuentes, lo cierto es que la gran mayoría de la historia se ubica en el backstage del estudio de grabación, la sala donde los actores, extras y personal esperan antes, después y durante las etapas de rodaje.
Ramon Madaula explicó que la idea le surgió a raíz de los numerosos rodajes en los que ha participado y de las incontables horas en el backstage: “Me he encontrado muchas veces teniendo que rodar series de época para pagar la hipoteca y, mientras esperaba en el backstage, a menudo, pensaba: de ahí puede salir una muy buena historia. De hecho, durante el rodaje de Isabel pensé que nunca se había hecho nada sobre Jaime I el Conquistador.”
Madaula compartió que, hablando de la figura de Jaime I, nos da la oportunidad para contemplar nuestra historia como pueblo bajo una perspectiva distinta.
“Haciendo función me he dado cuenta de la importancia de la herencia, más que genética, histórica. Somos de dónde estamos, somos cristianos y, eso, nos ha marcado mucho. Hay gente que habla de la reconquista como de algo del que sentirnos orgullosos, y yo pienso que no. Jaime I habla sin embargo en un tono de comedia. Era un personaje complejo y poliédrico y apuntamos hacia aquí pero dejando muy claro que el objetivo del espectáculo es, ante todo, divertir al público. Conquistadores es una comedia actual donde la figura del rey está muy presente.”
Roger Coma, que interpreta a Arrufat (el actor que no llega a encontrarle el tono a la interpretación del personaje de Jaume I) definió el espectáculo como una comedia delirante, entendiendo este delirio como una de las herramientas principales de Madaula a la hora de concebir el texto: “Ramon cree que, para llegar muy lejos hay que delirar, y aquí aparece la figura del espíritu de Jaume I, que acaba convirtiéndose en un referente para el resto de personajes. Hace de coach para permitir que otros caracteres puedan evolucionar. Ramón hace una tesis vital del conquistador, de sus conocimientos, de su vida, y es, básicamente, un delirio. Un delirio que nos obliga a estar muy atentos, concentrados y en constante colaboración con los compañeros, pero que también nos lo ha hecho pasar muy bien.”
Xavier Bertran, que, entre otros papeles, interpreta al obispo de Lleida, destacó la habilidad de Madaula para construir escenas contigo coloquial y dar ritmo a los diálogos.
“Hace que todo sea brillante y divertido. A veces, te encuentras con textos que cuestan mucho decir y que cuestan defender. En este caso, es todo lo contrario. Se trata de un texto muy vivo, lo hemos ido modificando y es muy agradecido. Además, Mestres es un verdadero especialista con la comedia y en dar ritmo, y todo ello ha sido un placer, una gran experiencia.»
Cualquier parecido con la realidad es, seguramente, cierto
Tanto Mònica Glaenzel, como Moha Amazian y Tilda Espluga coincidieron también en la hermandad y buen humor presentes durante los ensayos, un buen humor que, inevitablemente, traspasa y se extiende a la platea. Además, confesaron que muchas de las situaciones presentadas en obra, aunque muy exageradas y ficcionadas, remiten a experiencias propias de su carrera personal.
“Cuando leí el texto, vi muchas de las cosas que he vivido yo. Y la forma en que Ramón las ha traducido a la comedia… comprendí que no sólo podía entenderlas yo, estas situaciones y referencias, sino el público también. La función es trepidante, el único aspecto que no se asemeja a un rodaje de verdad, La gente se divertirá muchísimo con situaciones que, a menudo, vivimos en un rodaje. Cada personaje parece una versión concentrada de las distintas faunas que encuentras en los sets.” – confesó Glaenzel.
Sinopsis
3, 2, 1, acción! Esta comedia tiene lugar en un plató de televisión en el que se graba una serie histórica. Es un rodaje alocado, una producción audiovisual para una gran plataforma.
Está todo listo, pero el actor principal, que hace de Jaime I, a pesar de haberse documentado exhaustivamente, no lo logra, no encuentra al personaje, no consigue una interpretación verosímil. Los nervios son evidentes y los productores están inquietos. Pero… ¿qué pasaría si de repente apareciera del pasado el propio Jaime I con la intención de contar su versión de la historia?
Conquistadores es una comedia épica, una oportunidad única para colarse en un plató y descubrir todos los secretos que se cuecen en un rodaje televisivo. ¿Estás listo?
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