Escrita por Albert Tola y dirigida por Carlos Rodríguez, cuenta la historia de un joven que pide asilo político alegando que es un perseguido en su país de origen a causa de su homosexualidad
Acogida al sello Creación Canal, este espectáculo de las compañías Nigredo y Teatro del Astillero que también coproduce Teatros del Canal, parte de hechos reales, según explica su autor. Él conoció historias de refugiados que pedían asilo político alegando su orientación sexual. Huían de países donde la homosexualidad se penaliza con la pena de muerte y Europa los dejaba pasar tras someterlos a una especie de entrevista” bastante penosa, que en algunos puntos roza la humillación”. Pero algunos de estos refugiados, en realidad, fingían la homosexualidad para lograr el asilo.
“Uno de los motores de este texto fue pues el plantearme cuál es el precio para estar en Europa, cuál es el nivel de renuncia a la propia identidad necesario para vivir entre nosotros”, señala Alberto Tola. La obra confronta la solidaridad y los derechos humanos con las restrictivas normas de acogida que impone Europa a los que llegan sus fronteras.
En Las noches malas de Amir Shrinyan, Tola juega con la ambigüedad de la condición de su personaje, a quien, si miente sobre ello, le espera la expulsión de Europa y la cárcel o la muerte en su país de origen.
La obra indaga en la condición vital del protagonista, interpretado por el actor hondureño Tomás Rodado. Según señala el director de la función, Carlos Rodríguez, el personaje se entrega “a un deambular noctívago que, atravesando cualquier gran urbe de nuestro continente, se jalona de apetitos ocultos, necesidades, mentiras, anhelos…” En ese vagabundeo, el personaje se mueve, añade Rodríguez, “en un terreno difuso, en ocasiones contradictorio, en el que se fusionan la supervivencia, el interés material y la búsqueda de afectos”, relacionándose con hombres ambiguos, oscuros, siempre solos, y con mujer.
“Hay en estas Noches malas -resume Rodríguez- una mezcla de crueldad y poesía, que impregna las relaciones del protagonista con el resto de los personajes”, en las que “Amir rechaza lo mediocre como inmigrante y tras sobrevivir elige vivir”, subraya el actor y cofundador de la compañía Nigredo Rodrigo García Olza.
Las noches malas de Amir Shrinyan culmina una trayectoria creativa de seis años de su autor. Hubo un primer estreno de una obra que llevaba este título, pero que no era aún la que se ha estrenado. Fue el fruto de un trabajo de Albert Tola con adolescentes inmigrantes del barrio del Raval de Barcelona, que aquel primerizo montaje decían ante el público textos escritos por ellos mismos. Esta experiencia y el conocimiento de los hechos reales sobre los que Tola ha escrito la pieza fueron despertando en el la necesidad de escribirla.
Al finalizar la función del 2 de abril habrá un encuentro con el público.