En un mundo donde los sueños son el reflejo de nuestra imaginación y anhelos más profundos, la magia del teatro nos brinda la oportunidad de explorar uno singular que ha dejado una marca indeleble en la historia. Sueños es mucho más que un musical; es un viaje fascinante hacia el corazón de la imaginación humana y la capacidad de los sueños para transformar nuestras vidas. En el escenario del Teatro Salesianos Paseo de Madrid, este espectáculo nos transporta al momento crucial en la vida de San Juan Bosco, cuando un sueño profético le reveló su destino y su propósito en el mundo. A través de la música, la danza y la actuación, somos testigos de cómo un solo sueño puede encender la llama de la esperanza y la inspiración en el corazón de una persona, y cómo, a su vez, puede cambiar el curso de la historia.
Gracias a esta producción de Salesianos Santiago el Mayor y a la idea original de Toño Casado, nos trasladamos al corazón de la Italia del siglo XIX, en un pequeño pueblo llamado Becchi, allí un joven llamado Juanito Bosco sueña con un futuro lleno de esperanza y posibilidades. Pero su vida da un giro inesperado cuando experimenta un sueño que cambiará su destino para siempre. En esta visión, se encuentra rodeado de jóvenes rebeldes, a los que desafía con valentía. La llegada de un misterioso hombre vestido de blanco marca el inicio de su misión: convertirse en su líder y guiarlos hacia la virtud y la fe. Con la ayuda inestimable de la que él llama Dama del Trapecio, la virgen María, y de su de su temperamental Mamma Margarita, Juanito acepta su destino con resiliencia y coraje, enfrentando desafíos con firmeza mientras persigue su propósito divino.
Por un ejercicio de honestidad, debo admitir que mi educación en un colegio salesiano me ha llevado a tener siempre la figura de Don Bosco muy presente, por ello este musical ha sido una experiencia preciosa. Más allá de apreciaciones personales, es imperativo destacar el impresionante trabajo de Toño Casado, cuyo talento musical parece ilimitado. Su exitosa carrera incluye producciones teatrales de renombre como «33, El Musical» y «Viacrucis», las cuales han cautivado al público, incluido un servidor, con su creatividad y profundidad emocional. En este caso, la idea de Casado de inspirarse en el sueño de Don Bosco para crear este musical es una muestra más de su brillantez creativa y su habilidad para transmitir mensajes espirituales de manera impactante y accesible.
Un libreto ingenioso y creativo, con una narrativa rica y cautivadora que da vida a la historia de Don Bosco de manera magistral
En su faceta como autor, este sacerdote diocesano teje un libreto sólido con una narrativa cautivadora. La historia de Don Bosco y su sueño profético sirven como el núcleo emocional de la trama, proporcionando un hilo conductor que guía al espectador a través de un viaje de autodescubrimiento y redención. El libreto, hábilmente elaborado, logra capturar la esencia misma del sueño de Don Bosco y su impacto en su vida y misión. A través de diálogos conmovedores y reflexivos, el público es transportado a la Italia del siglo XIX, donde se encuentran con un joven Juan Bosco, lleno de determinación y compasión por los jóvenes marginados de su época. La narrativa del musical se desenvuelve de manera fluida y coherente, permitiendo que cada escena y canción contribuyan al desarrollo de los personajes y al avance de la trama. Desde los momentos más emotivos hasta los momentos de mayor tensión, el público se ve inmerso en un torbellino de emociones que reflejan la complejidad y la profundidad de la historia que se está contando. Bien es cierto, quizá influenciado por la película del director Leandro Castellani (1988), podrían haberse introducido más pasajes de la vida y obra de Bosco, aunque no sea el propósito inicial de este espectáculo. Es innegable que la vida de Don Bosco ofrece un rico material para un musical biográfico más extenso y detallado.
Una de las fortalezas más destacadas del libreto es la habilidad para abordar temas universales como la esperanza, la fe y el poder de los sueños, de forma que resuene con diversos públicos, desde los más pequeños hasta los adultos, y tanto con los creyentes como con aquellos que no lo son. Estos conceptos están intrínsecamente ligados a la vida y obra de Don Bosco, cuyo sistema educativo enfatizaba la importancia de inspirar a los jóvenes a creer en sus sueños y luchar por ellos. En el musical, se destacan dos figuras esenciales en su vida: La Virgen María y su madre, Margarita, cuya influencia y apoyo fueron cruciales en su formación. A través de estos personajes y las situaciones realistas que enfrentan, el musical transmite mensajes poderosos y relevantes sobre la importancia de seguir adelante y convertirse en una fuente inagotable de esperanza y motivación para los demás; además de la importancia de creer en nuestros sueños y trabajar juntos para alcanzarlos.
Una hábil dirección para fusionar la emotividad y la energía y crear una experiencia teatral cautivadora y memorable
La dirección y la dirección musical, ambas a cargo de Toño Casado, son aspectos cruciales que enriquecen la experiencia teatral. Don Bosco es reconocido como patrón de diversas profesiones, entre ellas la del circo, lo que añade una dimensión fascinante al espectáculo al integrar elementos del mundo circense en la puesta en escena con juegos de altura incluidos. Esta elección demuestra ser un acierto, ya que dinamiza y enriquece el escenario con una energía vibrante y una atmósfera única. En este punto adquieren importancia las coreografías a cargo de Pascu Ortí. Pese a no ser excesivamente complejas, son vistosas, acompasadas y están meticulosamente integradas en el relato, añadiendo dinamismo y ritmo a las escenas. Ortí logra capturar la esencia del mundo circense y la vitalidad de los personajes a través de movimientos fluidos y expresivos. Además, las coreografías están diseñadas de tal manera que complementan y realzan la acción en el escenario sin distraer la atención del público. Es notable destacar que los propios actores también participan en el movimiento de la simple pero acertada escenografía de Juan Sebastián, lo que añade un nivel adicional de dinamismo y cohesión a la producción. A pesar de la complejidad que esto implica, la transición entre escenas se realiza con fluidez y sin aparente entropía.
Una dirección con un hilo musical reconocible a lo largo del espectáculo, capturando la esencia emocional de cada momento con melodías poderosas y evocadoras.
En cuanto a la dirección musical, Toño Casado,reconocido por su talento y versatilidad musical, demuestra una vez más su maestría al crear una banda sonora que no solo acompaña la acción en el escenario, sino que también la potencia y la enriquece.A su vez, logra tejer un hilo musical reconocible a lo largo del espectáculo.Esta cohesión es un elemento distintivo que proporciona una estructura sólida y coherente a la experiencia teatral. A través de la cuidadosa selección de temas musicales y motivos recurrentes, Casado crea una narrativa musical que guía al espectador a lo largo de la historia, conectando los diferentes momentos y emociones de manera fluida y armoniosa.
Además, la dirección musical se distingue por su capacidad para crear momentos emocionales y memorables a través de la música. Las canciones, cuidadosamente seleccionadas y arregladas por Julio Awad, reflejan los sentimientos y las emociones de los personajes, permitiendo al público conectarse de manera más profunda con la historia y sus protagonistas. Desde las más íntimas como “Cachitos de pan”, divertidas como “El gris” o “El currículum” hasta las más explosivas como “Sueños para todos” o “Hay un sueño para ti”. Por introducir un matiz de mejora, sería beneficioso considerar la posibilidad de bajar la intensidad sonora de algunas de las bases musicales para equilibrar el sonido general y permitir una mejor audibilidad de las voces y los diálogos en determinados momentos clave.
El talentoso elenco brilla con una interpretación excepcional, dando vida a los personajes con pasión y autenticidad
Con independencia del género o de la temática, la calidad artística y vocal del reparto es uno de los termómetros de éxito de cualquier musical. En Sueños, todos los integrantes cumplen en ambas disciplinas y realizan un trabajo sobresaliente. Este talentoso elenco cuenta con muchos rostros conocidos de proyectos anteriores de Casado. Sinceramente, es un verdadero placer volver a verlos juntos en escena.
Adrián Salcedo brilla con una interpretación magistral en el papel de Don Bosco. Su actuación está llena de carisma y profundidad, capturando la esencia compasiva y dedicada del santo de manera conmovedora. Este actor de dilatada carrera en musicales logra transmitir la humanidad y la pasión de Don Bosco, llevando al público en un viaje emocional a través de los desafíos y triunfos del personaje. Su presencia en el escenario irradia una energía magnética, manteniendo a la audiencia cautivada en cada momento. Su fuerza se ve enriquecida y complementada de manera excepcional por la interpretación de Inma Mira en el papel de Margarita, su madre. Con una actuación sensacional, esta actriz y cantante da vida a un personaje lleno de amor y sacrificio. Su presencia en escena aporta una profundidad emocional adicional, capturando la importancia de su apoyo en la vida de Don Bosco y en su misión educativa. La química entre Salcedo y Mira es palpable, creando momentos conmovedores y auténticos que resuenan en el corazón del público.
Por su parte, María Virumbrales encarna magistralmente el papel de María, destacándose como una figura maternal y divina en la vida de Don Bosco. Su interpretación trasciende lo terrenal, transmitiendo la compasión, la sabiduría y el amor infinito que caracterizan a la Virgen María en la tradición religiosa. Esta actriz curtida en el teatro musical personifica con gracia y profundidad la esencia espiritual de este personaje icónico, añadiendo una dimensión divina y celestial al espectáculo. De igual forma, Jesús, en su papel representado por David Pérez-Bayona, ilumina el camino de Don Bosco, brindando una actuación notable que irradia ayuda y comprensión. A su vez, con su presencia enérgica y carismática, este actor y músico valenciano (School of Rock, Lehman Trilogy, Anastasia el musical) se convierte en el hilo conductor del espectáculo, guiando al público a través de la historia con la destreza de un verdadero artista de circo. Su actuación como maestro de ceremonias no solo proporciona contexto y cohesión al relato, sino que también aporta un toque de diversión y entretenimiento, evocando la atmósfera festiva y dinámica de la representación.
El resto del reparto complementa la acción con personajes secundarios, pero igual de importantes en la vida de Don Bosco, como su hermano Antonio (Marco Gay), Miguel Magone (Jordi Garreta), un delincuente juvenil que cambia su modo de vida; y, por su puesto, Domingo Savio, alumno destacado en el oratorio de Valdocco, posteriormente santificado, encarnado por Laureano Ramírez, con un número musical propio y divertidísimo.
En última instancia, este proyecto nos recuerda que los sueños tienen el poder de trascender el tiempo y el espacio, inspirándonos a perseguir nuestras metas con pasión y determinación. El sueño de Don Bosco, plasmado en esta cautivadora producción teatral, nos invita a reflexionar sobre el impacto duradero que una visión puede tener en el mundo. En un momento en el que enfrentamos desafíos y adversidades, el legado de Don Bosco nos inspira a seguir adelante con esperanza y fe en un futuro mejor. Que su sueño continúe guiándonos y motivándonos a construir un mundo donde la educación, la compasión, el amor al prójimo y, por qué no, la religión, sean los pilares fundamentales de nuestra sociedad. ¡Viva Juan Bosco!
Reparto: Adrián Salzedo, David Pérez-Bayona, Inma Mira, Maria Virumbrales, Jordi Garreta, Marco Gay, Laureano Ramírez, Ana Saavedra, Mónica Solaun, Santiago Cano
Diseño de Escenografía, Vestuario y Caracterización: Juan Sebastián
Coreógrafo: Pascu Ortí
Diseño de Sonido: Javier G. Isequilla
Diseño de Iluminación: Pato Bessia
Dirección de Producción y Productora Ejecutiva: Silvia Fiestas
Arreglos Musicales: Julio Awad
Delegado Inspectorial de Pastoral Juvenil: Xabier Camino
Delegado Inspectorial de Comunicación: Javier Valiente
Dirección de Producción y Productora Ejecutiva: Silvia Fiestas