Texto y dirección: Rulo Pardo. Con: Cristina Gallego, Natalia Hernández, Secun de la Rosa y Chema Adeva. Narración en off: Aitana Sánchez-Gijón
Puede que parezca raro ver un mensaje de este tipo en una comedia, pero precisamente que la risa y el relajo del cuerpo sean interrumpidos por un accidente duro y trágico es lo más parecido a encontrar esa sensación de vulnerabilidad entre ciudades y naturaleza ¿Quién está a salvo del hambre de la naturaleza entonces? Nadie. Cuando irrumpe en los lugares en los que no debería, entonces nos damos cuenta de que lo que llamamos “nuestros espacios” no lo son tanto. La tierra no nos pertenece. Los bosques sienten, los espacios naturales se resienten, desaparecen, hace siglos que venimos empujando la vida hacia la nada, talándola, despoblándola, colmándola de cemento y carreteras, y más recientemente okupando grandes superficies de terreno para instalar energía natural.
Hace tiempo que llevo abordando en mis piezas argumentos que hablan del cambio climático. Que una Osa Polar destroce una comedia es la denuncia perfecta sobre estos cambios. Un animal así es tan bello y hermoso como fiero y temible y ocurre al igual en la pieza. Polar, por lo tanto, es una comedia trágica de contrastes radicales en la que tres historias cómicas están unidas por un accidente ecológico. La huella humana está en todo el planeta. Esta comedia nos recuerda que la tierra no nos pertenece y que el hambre no atiende a fronteras, solo al olor de la carne y las presas que hay dentro de sus muros.
Rulo Pardo