Con funciones de miércoles a domingos, el Teatro Infanta Isabel acoge esta divertida y entrañable adaptación para enamorar a los fans de la icónica serie y cautivar a todos los amantes del teatro. Tanto si eres un ferviente seguidor de las aventuras de Ross, Rachel, Monica, Chandler, Joey y Phoebe, como si simplemente disfrutas de un buen espectáculo musical, esta producción es una invitación a sumergirte en un mundo de risas y recuerdos.
La historia arranca con la llegada de Rachel, quien irrumpe en la vida del grupo huyendo de su propia boda. A partir de ahí, el público es testigo de un torbellino de situaciones cómicas y entrañables que incluyen desde el famoso «We were on a break» entre Ross y Rachel, los Días de Acción de Gracias, hasta las excéntricas canciones de Phoebe en el Central Perk. Cada personaje enfrenta sus propios desafíos amorosos y profesionales, mientras su amistad inquebrantable les ayuda a superar cada obstáculo con una buena dosis de comedia y sarcasmo.
Bajo la dirección de José Saiz, «Friends, The musical parody» cobra vida con una mezcla perfecta de humor y nostalgia. Este productor y director valenciano ha logrado una adaptación que además de rendir homenaje al formato original, condensa magistralmente las diez temporadas de «Friends» en un espectáculo lleno de alusiones implícitas y explícitas capaz de resonar profundamente con la audiencia. El equipo de Saga Producciones ha realizado una meticulosa documentación de cada episodio, manteniendo diálogos del doblaje español para que los fans revivan los momentos más icónicos. Además, han implementado ingeniosos guiños a la cultura española, enriqueciendo la experiencia y permitiendo incluso aquellos menos familiarizados con la serie puedan disfrutar de la parodia.
Una de las claves del éxito de esta adaptación es su capacidad para emplear la teoría del humor de la incongruencia. «Friends» siempre ha sido capaz de meter a los personajes en situaciones descabelladas y absurdas manteniéndose al límite de la realidad, lo que la hace extremadamente divertida. Los guionistas tienen la habilidad de exagerar situaciones mientras mantienen la coherencia narrativa. Este musical captura perfectamente dicha esencia, presentando situaciones disparatadas que, aunque improbables, se sienten auténticas y cómicas. Además, el concepto de «sit-comedy» se implementa de manera excepcional. Las entradas y salidas de los personajes están tan bien planteadas que parecen planos secuencia, otorgando una continuidad visual compleja de conseguir en el teatro. Esta fluidez en la transición entre escenas permite mantener el ritmo frenético y dinámico característico de las comedias de situación, logrando que el público se sumerja aún más en la trama. Otro mérito de Saiz es su habilidad para transitar de la comedia al drama y volver a la comedia en cuestión de segundos. La comedia estadounidense aborda situaciones serias con una perspectiva para suavizar el dramatismo a través de pequeños respiros cómicos e inesperados. Esta capacidad para mezclar emociones ha sido capturada de manera brillante en la adaptación teatral; por tanto, no solo hace reír, sino también toca el corazón del espectador.
La dirección musical recae en Carlos Mansa, con una fuerza creativa que infunde al espectáculo una energía vibrante y una chispa contagiosa. El también arreglista, compositor y músico de Sesión de dilatada experiencia no solo ha creado una partitura brillante donde captura la esencia musical de la serie original, también ha integrado de manera magistral las canciones en el flujo narrativo, elevando cada momento con humor y melodía. Estas, además de entretener, también impulsan la narrativa y profundizan en las emociones de los personajes. Su enfoque meticuloso y su comprensión profunda de la dinámica humorística aseguran que cada canción sea una celebración auténtica de la amistad y la diversión, valores centrales en la producción de Marta Kauffman y David Crane. Desde el inicio, melodías como «I’ll Be There for You» evocan la nostalgia de los fans mientras establecen el tono alegre y dinámico de la obra con un leitmotiv reconocible y con guiños a otras producciones musicales. El único inconveniente reside en ciertos desafíos técnicos, especialmente relacionados con la sincronización en el inicio de las canciones, debido a no contar con música en directo, aunque paulatinamente se fueron corrigiendo.
El reparto coral destaca por exagerar con ingenio y descaro los roles icónicos de cada personaje de la serie. La dirección permite a los actores explorar y amplificar dichos atributos, incluso romper la cuarta pared y reírse de ellos mismos, creando momentos cómicos y entretenidos que celebran la camaradería y las interacciones peculiares entre ellos. A través de números musicales ingeniosos y coreografías vivaces, acompasas y vistosas de Lina Martínez, el elenco se sumerge completamente en el espíritu irreverente para elevar a nuevas alturas el gamberrismo y el descaro. Cabe destacar la excelente y cuidada caracterización y vestuario de Fidel David y Elena Bellver, con cambios inteligentes y guiños a la producción original.
María Ochando encarna magistralmente a Mónica, la meticulosa y organizada amiga del grupo. Su interpretación captura la esencia de este personaje con precisión, desde su obsesión por la limpieza hasta su pasión por la cocina y la dedicación a sus amigos. María Ruiz personifica a Rachel con un encanto natural y una elegancia deslumbrante. Su interpretación de la joven fashionista y niña malcriada que pasa de trabajar en el Central Perk a ser un referente en el mundo de la moda, resalta por su carisma y estilo inconfundibles. Irina Bargues trae a la vida a Phoebe con su peculiaridad y excentricidad únicas. Esta actriz resalta la bondad, la ingenuidad y ápice de locura donde solo en su cabeza tiene sentido. Por no hablar de su “talento” para la canción.
En el lado masculino, Omar Ruiz se viste de Ross con una mezcla perfecta de torpeza adorable y pasión académica. Son destacables la naturaleza sensible, irritable y algo neurótica, así como su amor por la paleontología y sus complicadas relaciones amorosas. En la mayoría de los casos su arrogancia le hace fracasar o saca lo mejor de él. Dani Saiz interpreta a Chandler con su característico sarcasmo y humor irónico y una gestualidad facial y corporal sensacional. Su actuación captura la esencia del bromista del grupo, con comentarios ingeniosos y su tendencia a usar el humor como mecanismo de defensa. Ricardo Saiz es Joey con su encanto irresistible y su inocencia infantil. Su interpretación resalta su carrera como actor, el carácter ligón, mujeriego, extrovertido, y su famoso lema «¿Cómo va eso?» que nunca pasa desapercibido. Por último, Kevin Villar da vida a Gunther, gerente de la cafetería de Central Perk, con una intensidad y un humor característicos. A su vez, este actor nos sorprende por encarnar a otros personajes secundarios pero muy conocidos, que no desvelaré.
La escenografía demuestra ingenio y versatilidad al transformar espacios con mínimos cambios. Desde la acogedora cafetería hasta el icónico piso de los amigos en Nueva York, el escenario se adapta con eficacia y precisión, utilizando elementos simples para crear ambientes familiares y reconocibles. Es un ejemplo palpable de cómo menos puede ser más, ofreciendo una experiencia teatral auténtica y memorable para todos los espectadores.
Producción: Saga Producciones, Iria Producciones y Theater Mogul
Dirección: José Saiz
Asistente de dirección: Kevin Villar
Dirección musical: Carlos Mansa
Reparto: María Ochando, María Ruíz, Irina Bargues, Omar Ruiz, Dani Saiz, Ricardo Saiz, Kevin Villar, Marta Seguí y Miguel Sánchez
Dirección coreográfica: Lina Martínez
Vestuario y caracterización: Fidel David y Elena Bellver
Diseño de sonido: Álvaro Arenco u Marcos Alegre
Diseño de iluminación: Rowan y Diego Pascual
Diseño de escenografía: Rowan Diseño Escénico
Producción ejecutiva: Marisol Macías
Reparto: María Ochando, María Ruíz, Irina Bargues, Omar Ruiz, Dani Saiz, Ricardo Saiz, Kevin Villar, Marta Seguí y Miguel Sánchez
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