El gobierno de Quebec propicia los estrenos en España de la versión íntegra de The seven streams of the river Ota una inmersión de siete horas en la historia del siglo XX, y de Journée de noces chez les Cromagnons la memoria libanesa del exiliado dramaturgo libanés
L'Orchestre d'Hommes-Orchestres recrea en Playing Tom Waits el universo del gran músico estadounidense con un conjunto de multiinstrumentistas que tocan con objetos domésticos y cotidianos, creando “música que se ve” a modo de verdaderas pinturas vivientes
La artista indígena Émilie Monnet y Waira Nina, perteneciente a la nación Inga, de la Amazonia colombiana, proponen una experiencia sensorial y visual en Nigamon/Tunai contra el extractivismo y la explotación del medio ambiente
Esta Ventana en el festival de la Comunidad de Madrid que se celebra del 6 al 30 de noviembre surge del hondo y duradero lazo que la directora del Festival de Otoño, Pilar de Yzaguirre, ha mantenido con Quebec. Allí descubrió desde los años 80 a los grandes creadores quebequenses que le han acompañado a lo largo de su trayectoria como productora y distribuidora teatral, entre ellos Margie Gillis, Louise Lecavallier, Gilles Maheu, Marie Chouinard, y naturalmente Lepage y Mouawad.
“Deseo que el público descubra este mágico país del que el poeta Vigneault dijo ‘que más que un país es el invierno’”, afirma Pilar de Yzaguirre, quien también ha seleccionado en esta incursión quebequés la música de L’Orchestre d’Hommes-Orchestres con uno de sus espectáculos más recordados, Playing Tom Waits, homenaje al músico estadounidense, y a la artista indígena Émilie Monnet y Waira Nina, perteneciente a la nación Inga, que proponen una experiencia sensorial y visual en Nigamon/Tunai contra el extractivismo y la explotación de la tierra.
Memoria de la historia
En los dos grandes montajes que Lepage y Mouawad presentan en Ventana Quebec palpita la historia del siglo XX. Con una dimensión espectacular e íntima a la vez en el caso de Lepage, de quien según recuerda Pilar de Yzaguirre, “me encontré por fin con el teatro que soñaba”, y autobiográfica en Mouawad, “el gran dramaturgo del presente y del futuro, con una aportación al teatro indescriptible”, incide la directora.
Sobre cuatro plagas del siglo XX, el mago del teatro Robert Lepage construyó en 1994 la pieza fundacional de su compañía canadiense Ex Machina, The seven streams of the river Ota, una experiencia memorable que lo situó como uno de los esenciales directores contemporáneos. En esta ocasión, los espectadores del Festival de Otoño podrán disfrutar por vez primera de su versión íntegra, siete horas de duración que ilustran siete relatos entre 1945 y 1995: de la bomba de Hiroshima a los campos de concentración, al sida, a través de una gran historia de amor. Siete ríos que se separan, para volverse a unir en la bahía de Hiroshima.
En esta revisión de The seven streams of the river Ota (Teatros del Canal 16, 17, 19, 20, 22 y 23 de noviembre) aplaudida en todo el mundo desde su estreno en el Festival de Edimburgo, el espectador sigue a los personajes a través de generaciones de un hilo conductor: la búsqueda de serenidad en medio de la muerte y del horror.
Infancia traumática en Beirut
Journée de noces chez les Cromagnons (28 y 29 de noviembre en Teatros del Canal), producción del Teatro Nacional de La Colline de Francia, la escribió Mouawad en 1991, cuando tenía 23 años. En ella emergen el Líbano, su memoria infantil, la familia, la guerra, el trauma, temas que ha ido desarrollando como dramaturgo a lo largo de su trayectoria. Fue una obra “esencial” para su autor, según explica. “Me permitió, por primera vez, unir mundos que en mi entorno y en el contexto geopolítico en el que nací seguían separando de una forma violenta y sangrienta: el judaísmo y el cristianismo y el islam”.
La casa donde sucede la acción remite al Beirut en el que Mouawad contempló con ojos de niño el horror de la muerte, y donde hoy mismo siguen cayendo bombas. En este lugar, una familia decide organizar, a pesar del caos que la rodea, la boda de la hija mayor, que sufre una enfermedad que la postra en el sueño. Pero esa boda es una invención de la propia familia. Una guerra no va a impedirles reunir en torno a una celebración a amigos y vecinos, aunque el motivo sea ficticio. En esta decisión late una forma de resistencia, de invitación al optimismo en una situación que en apariencia conduce a la desesperación.
Humor alocado con la música de Tom Waits
Los seis músicos (cuatro hombres y dos mujeres) de L’Orchestre d’Hommes-Orchestres, apadrinados por Robert Lepage, llevan años recorriendo el mundo con varios espectáculos, pero es especialmente recordado su Performs Tom Waits, de larga andadura, que presentan en el Festival de Otoño del 20 al 22 de noviembre en el Teatro de la Abadía.
Estrenado en 2008, Performs Tom Waits está construido a partir de las canciones de uno de los mitos de la música estadounidense, el cantante (y actor y compositor) Tom Waits de voz desgarrada y melancólicas melodías. Los músicos de L’Orchestre… se apiñan en espacio muy reducido, rozándose e interrumpiéndose mientras ejecutan sus temas. La orquesta la componen multiinstrumentistas que tocan sus composiciones con platos, zapatos, sartenes, cascos de moto, globos, bates de béisbol, y otros instrumentos inventados. Los intérpretes reactivan el universo de Tom Waits con flores y cuchillos puntiagudos, hacen “música que se ve” y se transforma en verdaderas pinturas vivientes.
La banda ahonda en el rico repertorio y universo de Tom Waits para transformar sus canciones en una sinfonía armónica y percusiva. Y así, señala la directora del Festival de Otoño, “con su infinito ingenio y humor”, alocados y extravagantes, llevan al público a un viaje por la cultura estadounidense al ritmo del jazz, el blues, el rock, el hiphop y la poesía.
Contra la explotación de la tierra
La artista indígena Émilie Monnet, cuya obra gira en torno a la identidad, la memoria, la herencia y el lenguaje y Waira Nina, de la nación Inga, en La Amazonia colombiana, han estado recogiendo desde 2014 materiales de activistas ambientales y líderes indígenas de La Amazonia, de Canadá y la Guayana Francesa para Nigamon/Tunai (Teatros del Canal, 21 de noviembre) estrenado este mismo año.
Esta experiencia sensorial y visual es una denuncia del extractivismo y la explotación de la tierra y una llamada a la protección medioambiental. En un escenario que podría evocar La Amazonia o un bosque tropical, Monnet y Nina, ataviadas con hábitos indígenas, realizan acciones acompañadas de sonidos y voces de líderes espirituales indígenas, de activistas, de ancianas y niños: voces de protesta y defensa del territorio atacado por la deforestación y la acción de las empresas mineras y petroleras. Voces imprescindibles de los depositarios del conocimiento del lugar, que contienen las respuestas contra esas agresiones.
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