La primera actividad del día fue la mesa de experiencias y debate La posfunción: ¿con o sin artistas? que contó con las intervenciones de Julia Guimarães Mendes, integrante del proyecto Programa Mirante; Emilie Boutet, integrante del proyecto Las Spectateurices émancipé; Veronika Streltsova, miembro de ProEnglish Theatre of Ukraine; Marianela Iglesia Velilla, miembro de la Cooperativa de trabajo Marabunta Cultura Accesible, y Mateu Huguet Recasens, miembro de la Asociación de Amigos de la Perla 29.
La mesa reflexionó sobre dos modelos de coloquio o experiencia teatral a posteriori del espectáculo y de qué puntos positivos y aspectos menos favorables plantea cada una de las formas de proceder.
Por un lado, el coloquio tradicional ofrece la oportunidad de excepción de establecer un diálogo directo con los artistas y el equipo creativo del espectáculo; una ventana a los orígenes, motivaciones y objetivos que han acabado cristalizando en la obra que puede verse sobre el escenario.
Sin embargo, por otra parte, se planteó la idea de si la propia presencia del elenco de la persona responsable de la dirección escénica y la dramaturgia no tiraniza la expresión del público, cohibiendo sus impresiones genuinas y coartando las líneas de pensamiento a favor de un relato que se adecua con la narrativa e intención artística de la creación.
Para experimentar cómo sería un debate posfunción ajeno a la presencia de las personas que lo han creado, se propuso un juego de rol con el objetivo de dar el poder y la dirección de la conversación en la platea. Ante todo, los asistentes pudieron ver, sobre el escenario del Romea, un extracto del espectáculo Fireworks de la compañía Antzoki Teatteri, montaje que ha girado por todo el mundo y que se llevó el Premio al Mejor Espectáculo del 7º Festival Internacional de Teatro de Pristina, en Kosovo. Además, ha recibido la Nominación a Mejor Dirección en Tony Casla y las Nominaciones a Mejor Actriz y Actor por Adriana Galicia y Pol Forment.
Adoptando la perspectiva imaginada de los creadores del espectáculo, los asistentes pudieron plantear sus impresiones y preguntas, libres de cualquier límite o reticencia.
El objetivo propuesto con estas dinámicas es, tal y como postuló Boutet, convertir al espectador de teatro en un “espectador emancipado”.
A continuación, Flàvio Desgranges, autor de libros como La pedagogía del espectador y El acto del espectador, ofreció la conferencia Dicerse público: entre la mediación teatral y el efecto estético, en la que analizó la relación entre teatro y público en el contexto actual, explorando cómo las prácticas escénicas abordan las urgencias de la sociedad y los cambios históricos en el arte teatral.
Desgranges planteó ideas como el poder del arte para provocar cambios en la percepción de las personas, cómo el arte nos incita a adoptar una mirada poética hacia nuestra cotidianidad y el hecho de que la experiencia espectacular del hecho escénico es total en la multiplicidad de estímulos y elementos que conforman la experiencia.
Tras el coffee break el público asistente pudo disfrutar de la mesa de debate Proyectos intergeneracionales y sociales, donde se cuestionaron, entre otros temas como pueden las artes combatir eficazmente la soledad no deseada a través de proyectos intergeneracionales o cómo las artes pueden servir como herramienta de creación de espacios para unir comunidades diversas. Formaron parte Ligia Carolina Salguero Rodríguez, integrante del proyecto Primera llamada;Lesbia Téllez, miembro de la Asociación Artístico Cultural Las Poderosas Teatro; ‘Asociación Issil para el teatro y la animación cultural, y Roberto Antonio Hernández Zayas, Miembro de la Escuela de Espectadores UV.
La mesa de debate ofreció una serie de impresionantes testimonios sobre las dificultades y peligros a los que están sometidas ciertos colectivos, como los terribles casos de violencia machista tan endémicos demasiados países, la violencia armada de grupos criminales o los colectivos en riesgo de exclusión social y cómo, a través de las artes escénicas y dinámicas teatrales, han logrado imponerse a situaciones tan complicadas.
Una idea poderosa surgió de esta conversación y es que ser espectador de teatro es un potente acto de integración social, un acto de empoderamiento por las víctimas de violencia machista y un instrumento para luchar contra el abandono escolar de los jóvenes que vienen de entornos de exclusión.
¡La mesa de experiencias Diversio! se preguntó cómo pueden ser divertidas las experiencias teatral, si la comprensión de la palabra “diversión” cambia según la edad, o cómo ofrece el teatro diversión para todas las edades, entre otras cuestiones. Participaron Katherine Janneth Bustillos Vila, miembro de Proyecto Intersecciones: Cuerpo, pensamiento y letras teatrales bolivianas; Tra Nguyen, Fundadora del proyecto The Run; Sandrine Grataloup, miembro de Las Scénes Appartagées; Micah Sofía Pinto, co-fundadora de Para Sa Sining Collaboratory, y Kenny Ng Yew Leng, integrante del proyecto Menua Kitay: En Sada Borneo Theatrical.
Tras una visita guiada por el Gran Teatro del Liceo, Miquel Valls, Coordinador del precongreso en la I y II edición del Congreso, y Pepe Zapata, comisario, presentaron las conclusiones de este II Congreso Internacional de Espectadores de Teatro.
Pepe Zapata y Miquel Valls presentaron las conclusiones y balance de las tres jornadas del congreso y acordaron resumir las aportaciones de esta edición en el concepto primordial de derechos culturales, en la mediación cultural como método de comunicación puro para acompañar la experiencia escénica del público, en la necesidad de una auténtica inclusión y accesibilidad de todos los espacios culturales para lograr una verdadera democratización de la cultura y en la prioridad absoluta de entender al espectador como sujeto teatral y no como objeto.
Para finalizar el congreso, se presentó la acción artística Colección de espectadores, de Raquel André, un espectáculo creado a partir de un taller realizado con espectadores de Barcelona, que han compartido sus memorias teatrales y artísticas con el público asistente.