Masescena

Diez montajes internacionales subrayan el alcance y la variedad de propuestas escénicas de Teatralia

El festival para todos los públicos recupera las producciones de fuera de Europa que no pudieron acudir a la edición de 2021 a causa de las restricciones impuestas por la pandemia

Junto a una selección de quince de los mejores montajes españoles, Teatralia se ha preocupado de mostrar distintos enfoques escénicos para el público familiar que se llevan a cabo más allá de nuestras fronteras. “Uno de los signos de identidad de este festival es su carácter internacional. Observar el trabajo de artistas de todo el mundo y acercar una selección de espectáculos a nuestra región permite al espectador madrileño enriquecer su mirada con propuestas de otras latitudes. Es asombroso con qué facilidad los espectadores de menos edad saben entrar en claves creativas de muy diversa índole y son capaces de emocionarse con artistas, que ni siquiera hablan su mismo idioma”, asegura la directora de Teatralia, Lola Lara.

En su edición número 26, el festival recupera las estupendas producciones de fuera de Europa que no pudieron acudir a la edición de 2021 a causa de la pandemia. Son Doodle Pop, de Corea del Sur, que llega a Teatralia con la colaboración del Centro Cultural Coreano; Depois do silêncio, de Brasil; Cyclo, de Chile; y Glob, Not quite midnight (Casi medianoche), Une lune entre deux maisons (Una luna entre dos casas) y Don Qui Quoi!?! (Don Qui ¡¿¡Qué!?!) de Canadá, con la colaboración de la Embajada de Canadá en España.

Esta presencia internacional de ocho países de tres continentes distintos, se completa con los montajes europeos Thelonius, de Bélgica; Yana and the Yeti, del Reino Unido y Noruega; y La historia que se nos olvida, de la República Checa.

Canadá es el país que aporta el mayor número de espectáculos internacionales, una exigente y representativa selección de la escena canadiense, entre la que figura uno de los momentos más esperados del festival: la representación de Une lune entre deux maisons (Una luna entre dos casas), la obra fundadora del teatro para la primera infancia en la provincia de Quebec. Escrita por Suzanne Lebeau y producida por Le Carrousel, relata la amistad entre dos niños de caracteres diferentes.

En otra de las producciones canadienses, Don Qui Quoi!?!, DinamO Théâtre y Théâtre de la Petite Marée rescatan al personaje de Sancho Panza de la novela cervantina y lo trasladan al tiempo actual. Y en Glob, de Les Foutoukours, Rémi Jacques y Jean-Félix Bélanger, dos maestros de las artes del payaso, vuelcan su inspiración en una historia de amistad entre dos seres mudos, que se relacionan jugando, haciendo equilibrismo, acrobacias, tocando música y bailando. Cierra el cuarteto de obras canadienses Not quite midnight (Casi medianoche), una versión en danza del cuento de Cenicienta, coreografiada por Hélène Blackburn, fundadora de la compañía Cas Public. La obra subraya la idea de superación para alcanzar un estado de plenitud, a la vez que reconsidera el modelo femenino de Cenicienta.

 

YANA and YETI BOO Go to Sleep

 

De Europa proceden tres montajes. La historia que se nos olvida, de Teatro de Pavel Šmíd, relata con marionetas la lucha entre el bien y el mal. La producción de Pickled Image y Nordland Visual Theatre, Yana and the Yeti, recurre también a las marionetas para narrar la relación entre una niña y un monstruo, que entablan una amistad a pesar de sus diferencias. Por último, la compañía belga Zonzo Compagnie aborda el universo musical del pianista de jazz estadounidense Thelonious Monk en Thelonius. Protagonizada por el trío De Beren Gieren (un pianista interpretando el personaje de Monk, un contrabajista y un baterista), la formación recrea con humor piezas del artista en un escenario que remite a la ciudad de Nueva York, donde el joven músico descubrió su fascinación por el piano viendo tocar a su hermana.

La compañía chilena Aranwa presentará Cyclo, un espectáculo de danzas y músicas latinoamericanas que constituye una exaltación de la naturaleza, y sus ciclos, como fuente de vida.

 

 

De Brasil llega Depois do silêncio, de Os Buriti. Basada en una historia real, une danza, teatro y lengua de signos para narrar la experiencia de una joven ciega y sorda, a la que una profesora enseña el lenguaje de signos con el que comunicarse con el mundo exterior. El montaje incorpora a una actriz sorda, como un ejemplo de un teatro que apuesta por la integración de intérpretes con discapacidad o alteraciones sensoriales, como en este caso.

Por último, la representación asiática la asume la sorprendente Doodle Pop, de BRUSH Theatre LLC, de Corea del Sur, cuyos dos personajes dibujan en una gran pantalla digital la odisea de una tortuga que anhela regresar al mar.

 

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