En Los que hablan, Sucia y Othello, La Abadía participa como coproductora o colaboradora
De los 14 títulos de la programación de este segundo semestre, 5 son propuestas de creadores asociados a La Abadía: Kapow, Quijotes y Sanchos, Mi padre no era un famoso escritor ruso, Quitamiedos y Sucia
Entre Navidad y Reyes, el #TeatroConfinado continúa su actividad
Además, La Abadía abrirá sus puertas a Teatralia y al Festival Internacional Arte Sacro
Desde el Teatro de La Abadía quieren seguir respondiendo a esas ganas de disfrutar del teatro, ofreciendo actividades paralelas como encuentros con el público, talleres de investigación teatral, coloquios y presentaciones de libros, para que el espacio del teatro se expanda.
Para este segundo semestre han elegido, como imagen, esa funda nórdica con un tigre estampado. Está tendida y boca abajo. ¿Por qué? Por las múltiples contradicciones que encierra; y porque el teatro, si es bueno, te hace sentir contradicciones. Pero sobre todo porque la foto les gusta. Después de las cabras que miraban a cámara de los meses anteriores, sacan a la fiera (100% algodón biológico) que La Abadía lleva dentro.
Las claves
Cuando presentaron en julio su programación de septiembre a diciembre, usaron dos palabras claves cuando pudieron reabrir el teatro; «convivencia» e «imprevisible», todavía totalmente vigentes. Pero para presentar la actividad de entre enero y julio de 2021, quieren sumar otros dos conceptos que les motivan.
Por un lado, amplitud. Amplitud de miras, de horizontes, de registros escénicos que se abarcan en sus salas. Además, ahora que ha aumentado el acceso online a piezas artísticas, charlas e incluso actividades de formación, La Abadía amplía su radio de acción. Estés donde estés puedes hacerte partícipe de lo que hace La Abadía desde Madrid.
Por otro lado, oportunidad. Algunos de los espectáculos que presentan van a tener una nueva oportunidad: o bien porque ya se han presentado antes y hubo espectadores que se quedaron sin verlos; o bien porque estaban previstos en la primavera pasada cuando se vieron obligados obligados a cerrar el teatro.
Unos espectáculos que muestran amplitud de temas, puntos de vistas y modos creativos y que abordan cuestiones de gran relevancia para nuestro presente. Temas que preocupan e interesan y que se encuentran en el centro de muchas conversaciones: el cambio climático, el abuso de la mujer, el racismo, y la conexión con la memoria personal y colectiva.