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La Abadía y el Corral de Comedias de Alcalá de están de celebración por el Premio Princesa de Asturias concedido a su director artístico, Juan Mayorga

Imagen de archivo de Juan Mayorga

Imagen de archivo de Juan Mayorga

Alegría y orgullo es lo que se respiraba estos días previos en los teatros ante la entrega del Premio Princesa de Asturias de Las Letras a su director artístico Juan Mayorga
Acción, emoción, poesía y pensamiento, palabras que describen la obra de Juan Mayorga y que además son su timón en el día a día

Desde la propia institución se han mostrado muy orgullosos y felices por la entrega del premio hoy viernes, y también por lo que significa este galardón para el teatro. Como ya ha comentado Mayorga en algunas de las entrevistas de estos últimos días, él siente que esto supone un reconocimiento no tanto para él sino hacia la literatura dramática en general, y afirma que lo verdaderamente importante es que al otorgarle este premio se reconoce la centralidad de la escritura dramática en la literatura. Algo que no es habitual en nuestro país, a pesar de la importancia de nuestros autores teatrales: Lope, Calderón, Valle-Inclán, Lorca. De esta rica tradición, del Siglo de Oro a la Edad de Plata, es parte y continuador Juan Mayorga.

“Los premios no te los dan por lo que has hecho sino por lo que esperan de ti”, ha dicho en repetidas ocasiones el director artístico. Por eso el Teatro de La Abadía, el Corral de Comedias de Alcalá de Henares y todos los que formamos parte de este equipo nos sentimos orgullosos de este proyecto, entusiasmados e ilusionados con la tarea que tenemos por delante de dar lo mejor de nosotros mismos y conseguir que esas expectativas se vean más que satisfechas.

A Juan Mayorga le resulta apasionante acompañar desde La Abadía o desde el Corral de Comedias los trabajos de otros creadores y disfruta del hecho de convocar experiencias para que la gente se reúna. El primer estreno de Juan Mayorga después de este premio será en La Abadía con su obra Maria Luisa, en la que su definición de teatro como “el arte de la reunión y la imaginación» volverá a ser una realidad. Con María Luisa, una comedia sobre la soledad, sobre la vejez y sobre los difusos límites entre la realidad y la imaginación, asistiremos una vez más al fruto de la continua mirada del autor sobre el ser humano: «El teatro no hace otra cosa desde los griegos que observar la vida». “Hacemos el teatro porque la vida no basta, porque la realidad del mundo no basta”.

 

Juan Mayorga

Juan Antonio Mayorga Ruano nació el 6 de abril de 1965 en Madrid. Estudió Filosofía y Matemáticas y amplió su formación filosófica en las universidades de Münster, Berlín y París. Se doctoró en Filosofía (UNED 1997) con una Tesis sobre el pensamiento de Walter Benjamin dirigida por Reyes Mate. Previamente se había iniciado en talleres de escritura con Marco Antonio de la Parra y José Sanchís Sinisterra, y también había participado en cursos de la Royal Court Theatre International Summer School de Londres.

En 1989 publicó su primera obra dramática, Siete hombres buenos, que le valió un accésit del Premio Marqués de Bradomín del Instituto de la Juventud de España. Ha sido profesor de Dramaturgia y Filosofía en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y dirigió el seminario «Memoria y Pensamiento en el Teatro Contemporáneo» en el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). También ha sido profesor de Matemáticas en institutos de enseñanza secundaria. Actualmente dirige el Teatro de La Abadía y el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, y es director de la cátedra de Artes Escénicas y del Máster de Creación Teatral de la Universidad Carlos III (Madrid).

Reconocido como uno de los más destacados dramaturgos del panorama teatral actual, Mayorga fundó en 1993, junto con otros autores, el grupo de escritura teatral El Astillero y, un año después, se estrenó la primera adaptación de un texto suyo, Más ceniza (Premio Calderón de la Barca, 1992), dirigido por Adolfo Simón en la sala Cuarta Pared de Madrid. En 2011 fundó la compañía La Loca de la Casa, con la que puso en escena en 2012 su obra La lengua en pedazos. Con sus creaciones, en las que la crítica ha encontrado referencias al teatro de Tom Stoppard, David Hare o Harold Pinter, busca enfrentar al público con la realidad a través del conflicto, desafiando las convicciones, la sensibilidad y el punto de vista del espectador, sin eludir los asuntos de la actualidad política y social.

Entre sus primeras obras se encuentran El traductor de Blumemberg (1993), El sueño de Ginebra (1993), Cartas de amor a Stalin (1997), El jardín quemado (1999), La mujer de mi vida (1999), El Gordo y el Flaco (2001) y Himmelweg (2003). Su trayectoria creativa ha estado vinculada a la compañía Animalario y al también dramaturgo Andrés Lima. Con él escribió varias obras, como Alejandro y Ana. Lo que España no pudo ver del banquete de la boda de la hija del presidente (2002) –con la que Mayorga acuñó la expresión de «teatro histórico de urgencia»–, Últimas palabras de Copito de Nieve (2004) y Hamelin (2005), todas para Animalario. Otros textos suyos son El chico de la última fila (2006), La paz perpetua (2007), El cartógrafo (2009), Reikiavik (2012), El Golem (2015), El mago (2017) e Intensamente azules (2018), entre otros. En 2019 el Centro Dramático Nacional estrenó Shock 1 (El cóndor y el puma) y en 2021 hizo lo mismo con Shock 2 (La tormenta y la guerra), coescritas por Mayorga y Lima, Albert Boronat y Juan Cavestany, cercanas al llamado «teatro documental» de marcado carácter político y social y basadas en el libro La doctrina del shock de la escritora canadiense Naomi Klein. Su última obra es Silencio (2022), escrita a partir de su discurso de ingreso en la Real Academia. Mayorga también ha adaptado obras clásicas y ha sido traducido a más de treinta idiomas y representado en escenarios de todo el mundo. Ha reunido en Teatro 1989-2014 una gran parte de su obra escénica, en Teatro para minutos (2020) sus obras breves y en Elipses (2016) recoge los ensayos, conferencias y artículos escritos entre 1990 y 2016.

Miembro desde 2019 de la Real Academia Española en donde ocupa el sillón M, es académico de número de la Real Academia de Doctores de España, socio de honor de la Real Sociedad Matemática Española y miembro del Comité Científico de la Biblioteca Nacional de España. Ha recibido, en España, el Premio Ojo Crítico de RNE (2000), el Telón de Chivas a las Artes Escénicas (2005), el Premio Nacional de Teatro (2007), el Premio Valle-Inclán (2009), el Nacional de Literatura Dramática (2013) y cinco premios Max de las Artes Escénicas. En 2016 le fue otorgado el Premio Europa Nuevas Realidades Teatrales.

 

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