Sobre el acto…
Génesis
En el 2017, en plena hambruna creativa, me cayó en mis manos la novela Miedo. A medida que me adentraba en las páginas, visualizaba ya impaciente la puesta en escena. Rápidamente, la idea de levantarla en el teatro tomaba cuerpo y forma hasta que, en las últimas tres páginas, un giro dramático inesperado de Zweig alteró mi ilusión y expectativa. ¿Qué me pasó en esas malditas tres páginas? Después de darle vueltas si salir adelante o no, decidí ponerme; tratar de adaptarla al teatro con la esperanza de poder desencallar tarde o temprano ese bloqueo. La solución acabó llegando: la narración de la novela iría acompañada de una segunda narración paralela en la que desgranaría los miedos y contradicciones que pueden originar el bloqueo mental de un director ante el proceso creativo.
Tesis
Es peor el miedo que el castigo. Es peor el miedo, los fantasmas que el autor crea en su interior que el veredicto final del público. Ante una obra clásica, ¿cómo posicionar a un director contemporáneo? ¿Debe ser fiel a la tesis original del autor? ¿Debe adaptarlo a sus valores actuales? El director debe tomar decisiones, sabiendo que esto implicará renuncias. Y esto debe tenerlo muy claro, porque si no, acabará siendo víctima de las dudas y los miedos más crueles que cualquier proceso creativo puede suscitar.