La Ribot es coreógrafa, bailarina y artista visual y a lo largo de su trayectoria ha ido desarrollando un cuerpo de trabajo basado en la exploración de los límites del cuerpo, de la danza, de la performance, de las artes visuales, siempre evolucionando y probando nuevos modos y espacios para mostrar sus piezas.
El pasado mes de octubre recibió el León de Oro a su carrera en la Bienal de Venecia de Danza, galardón que se sumó al Premio Nacional de Danza y a la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes, premios que otorga el Ministerio de Cultura del Gobierno de España, además de haber recibido en 2019 el Gran Premio Suizo de la Danza. Este premio Plataforma que ha recibido ahora, mucho más humilde, es también un reconocimiento con forma de agradecimiento, por haber confiado en Plataforma cuando el festival era sólo un proyecto.
La Ribot fue la primera piedra para construir Plataforma, y por eso pensamos que en una ciudad de tan marcada condición pétrea como Santiago de Compsotela, el premio no podía ser otro que ese, una piedra. En este caso una piedra poética, que cuenta una historia, que como la cidade que es una suerte de trampantojo barroco. Esta piedra salió de las manos de la ceramista Verónica Moar, que trabaja la cerámica expandiendo sus posibilidades en campos como la escultura, la performance y la danza contemporánea.
La Ribot participó en la primera edición de Plataforma el pasado mes de septiembre con la exposición Manual de uso en el CGAC, Centro Galego de Arte Contemporánea, en la que se pudo ver un recorrido por sus trabajos de los últimos veinte años.
En la edición de Plataforma de este año presentó la Pièce distinguée n°45, que es por el momento la única pieza distinguida que no pertenece a una serie/espectáculo y para la que contó con la participación del actor Juan Loriente.