La muestra, que se nutre de diferentes fondos, especialmente de los custodiados en el Museo Nacional del Teatro de Almagro, está comisariada por el especialista Emilio Casares, musicólogo y catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, quien ha pretendido «contar la historia de la zarzuela desde el Barroco, desde el nacimiento» y reflejar que el género no es exclusivo de España, sino que tuvo importancia en Hispanoamérica, con una destacada presencia en países como Uruguay, México, Cuba y otras zonas otras del Caribe.
Ese remontarse a los orígenes depara la primera curiosidad reflejada en la exposición: el género toma su nombre del Palacio de la Zarzuela, donde se construyó un teatrillo para entretener y apartar de otras aficiones más mundanas a Fernando, hermano de Felipe IV. A su vez, el palacio se denominó así por su ubicación en un paraje poblado de zarzas. El recorrido expositivo se inicia con un prólogo en el corredor del patio del Museo Nacional del Teatro, donde ya se plasma la importancia de estos espectáculos que Calderón de la Barca definió como una «fábula pequeña donde se canta y se representa». Una galería de sus artífices abre esta primera parada, que recuerda los principales nombres de entre los 1.400 músicos y 1.600 libretistas que han creado zarzuelas en España. Precisamente Calderón y los músicos de la Corte firman a mediados del siglo XVII las primeras zarzuelas. En su origen, precisa el comisario de la muestra, no era un género popular, «no nace para el pueblo, sino para la Corte, para la Monarquía», y por tanto su temática «no es humana, sino divina, sobre héroes antiguos y dioses».
Después, «la zarzuela pasa al pueblo, a los corrales de comedias, desaparecen los dioses y los héroes, y aparecen los seres humanos, la zarzuela comienza a narrar las preocupaciones de cada día y aparecen los temas humanos», señala Emilio Casares para entrar en un segundo capítulo en el que se refleja la irrupción, en torno a 1840, de la «zarzuela restaurada». Los «primeros monstruos sagrados» de esta disciplina creativa (Barbieri, Gaztambide, Arrieta o Hernando) «para componer miran atrás, parten de un modelo antiguo que reconvierten y reforman». Es en ese momento, durante el periodo de Isabel II, cuando comienza «la gran historia», porque «se convierte en un gran fenómeno de masas».
El género chico, que nace con Alfonso XII, hacia 1875, tiene su propio espacio en el relato expositivo como variedad que marca la «explosión». Estas «zarzuelitas en un solo acto, pero a veces geniales», entre ellas La Revoltosa, La Gran Vía o La boda de Luis Alonso, fueron «joyas, que admiraron intelectuales españoles y europeos», como demuestran textos de Marañón, Valera, Rubén Darío y otros autores, de quienes pueden leerse sus valoraciones a lo largo de la exposición.
Ya en el siglo XX, se analiza la realidad de estas composiciones literario-musicales, con sus variantes de género ínfimo, opereta, revista, musical, varietés y zarzuela grande reformada, entre portadas de ediciones, carteles y fotos de las divas, de las vedetes. Es en la segunda y tercera década del siglo pasado cuando estos espectáculos reflejan la liberación de la mujer y la superación de «la España beata», con músicas que miran a Francia, a Centroeuropa, a Broadway… y estrenos como el de La corte del faraón, que supuso «una conmoción nacional», en 1910.
Entre imponentes vestidos conservados en el Museo Nacional del Teatro y reproductores como el gramófono o instrumentos como la pianola, procedentes del Museo de Musicología de Granada, que contribuyeron a la difusión de números de zarzuela, romanzas, canciones o cuplés, se avanza en esta historia del género hasta desembocar en una sala del Museo Nacional del Teatro donde pueden verse pasajes grabados de algunos títulos icónicos. La muestra culmina con una especie de resumen del relato y maquetas de obras como El barberillo de Lavapiés o La verbena de La Paloma, y «un guiño de despedida: tres grandes carteles del Teatro de la Zarzuela que demuestran que la zarzuela no ha muerto», sentencia Emilio Casares.
«La Zarzuela. Patrimonio de la Hispanidad. Crónica cantada de nuestra vida» ha formado parte de la programación del 46 Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, que finaliza hoy; la muestra permanecerá abierta al público hasta el 5 de noviembre. A partir de ese momento iniciará una itinerancia que la llevará, por el momento, a Madrid y Oviedo. Acompañada de un catálogo con textos de especialistas en el género, la exposición se ha organizado coincidiendo con la presentación por parte del Ministerio de Cultura de la propuesta ante la UNESCO para que la zarzuela sea reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Organización y colaboradores
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro está impulsado por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del Ministerio de Cultura y Deporte, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, la Diputación de Ciudad Real, el Ayuntamiento de Almagro, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) y el Museo Nacional del Teatro (MNT). Esta edición cuenta con el patrocinio de Globalcaja y del Instituto de las Mujeres, dependiente del Ministerio de Igualdad, así como con la colaboración de la Presidencia española del Consejo Europeo, Acción Cultural Española (AC/E), Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Cuatrienal de Praga, Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (CDAEM), Adif, Renfe, Instituto Superior de Formación Profesional UNIVERSAE, Instituto Almagro de Teatro Clásico, Grupo de Investigación de Teatro Clásico Español (GITCE) de la UCLM, ONCE, Instituciones Penitenciarias, UGT, Teatro Fernán Gómez, Academia de las Artes Escénicas de España, La Red española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública, Centro de Tecnificación Gastronómica, Ateneo de Almagro, Parador de Turismo de Almagro, Instituto Cultural Rumano, Fundación Juan March, Veranos de la Villa, Coro de Jóvenes de Madrid, Sabores del Quijote, Aguas Numen y D.O. Campo de Calatrava. RTVE, Castilla-La Mancha Media, El Cultural y MASESCENA son los medios oficiales de esta edición.