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“Leo Bassi + 70”, con todo su espíritu bufonesco, provocador, divertido y profundamente reflexivo

Leo Bassi en una imagen promocional

Leo Bassi en una imagen promocional

Con diez funciones, del 4 al 13 de octubre, a las 20.30 horas

El Teatro Arbolé de Zaragoza ha organizado una programación muy completa para estas fiestas del Pilar, con sus títeres de cachiporra y sus cuentos clásicos en la carpa de la Calle Moret, y con “Leo Bassi + 70” en su la Sala del Parque del Agua, para público adulto, del 4 al 13 de octubre.

El reconocido y polifacético actor se sube al escenario con todo su “espíritu bufonesco”, provocador, divertido y profundamente reflexivo para celebrar con el público que ha llegado a esta edad lleno de energía y de proyectos, con más ganas de vivir que nunca. A sus 72 años, Leo Bassi se encuentra en un momento de gran vitalidad creativa y espiritual. En este espectáculo, el artista se erige en portavoz de toda una generación, la de aquellos que vivieron su adolescencia en los años 60 y 70 y que aún hoy conservan un espíritu joven y rebelde.

Leo Bassi también reflexiona en sobre su propia trayectoria como artista, en la que siempre ha buscado ir más allá del hecho teatral para comunicar emociones verdaderas al público. Esta búsqueda de la provocación le ha valido la etiqueta de provocador, una acusación que nunca le ha afectado profundamente, ya que siempre ha sido fiel a su intuición y a su necesidad de expresarse libremente. En los últimos años, Leo Bassi ha comprendido que esta necesidad de buscar el ridículo y la risa no es más que la manifestación de una identidad que existe en él: un duende llamado Bufón. El personaje Leo Bassi es la forma en que su existencia ha dado salida a este eterno “Espíritu Bufonesco”.

Leo Bassi, un duende llamado bufón. “Si alguien me hubiera dicho, cuando tenía veinte años, que llegaría a los setenta y más, lleno de energías y de proyectos, con ganas de vivir como nunca, lo habría considerado loco o malintencionado. Entonces estaba convencido que la vida creativa era una explosión de mi fuerza juvenil y que pasado 50, si todo salía bien, podría vivir serenamente unos años más, disfrutando de los recuerdos de lo que había logrado.

Llegar a setenta años no entraba en mis planes. Ahora, frente a una realidad que no puedo negar ¡tengo 71 años! me quedo totalmente asombrado por las energías que descubro a diario y quiero celebrarlo… Con mi querido público.  Además me doy cuenta que no soy un caso aislado: Somos millones y millones de “jóvenes” viejos que vivieron su adolescencia en los tiempos utópicos de los años 60 y 70  bajo el mito de la eterna juventud y siento que las cosas que digo en este espectáculo tocaran a mucha gente.

“Subo al escenario como portavoz de toda una generación. Pero hay más…  Esta sorprendente vitalidad me llega en un momento espiritual muy especial: Desde siempre, he sabido que mi vida creativa era sostenida por un deseo atávico, visceral, de provocar al espectador. Quería siempre ir más allá que el “hecho” teatral para comunicar emociones verdaderas al público… Y por haber seguido esta intuición, fui continuamente acusado de ser un “simple provocador” buscando una fama superficial.

Esta acusación nunca me afectó profundamente porque sabía que esta forma de expresarme no era una decisión racional, era lo que mis instintos me pedían… Y tenía algo que haber con  un viejo personaje histórico llamado El Bufón. Sin embargo, es solo en los últimos años que comprendí que esta necesidad de buscar el ridículo en todas las cosas para hacer reír y transformar el público en cómplice de esta risa, no dependía de mi libre arbitrio: Era la emanación de una otra identidad, otro ser, que existía en mi… ¡Un duende llamado Bufón!

El personaje Leo Bassi es la forma en que mi existencia ha dado una salida al eterno “Espíritu Bufonesco”. Por haber aceptado finalmente de no controlar esta parte de mí mismo, mis actuaciones dejan de ser creaciones artísticas y se transforman en celebraciones de algo muy antiguo que supera la existencia individual… Estas celebraciones tienen un nombre, se llaman rituales y los que las practican no son artistas, son chamanes. ¡¡A mis 70 años, acabo de aceptar esta responsabilidad!!». Leo Bassi

LEO BASSI es un actor y presentador italiano, afincado en Barcelona, que proviene de una familia de cómicos y artistas circenses. Nació en Nueva York en 1952, cuando sus padres estaban de gira por Estados Unidos. Su padre, Leo Bassi senior, fue un prestigioso malabarista que trabajó en los Estados Unidos con autores tan conocidos como Groucho Marx, Louis Armstrong y Ed Sullivan.

Intérprete, payaso, animador y agitador cultural, Leo Bassi ha intervenido en programas de televisión como Crónicas Marcianas y El Hormiguero. Cuenta con montajes tan famosos como La Vendetta, La Revelación (que causó airadas protestas de grupos ultracatólicos), Utopía o El último bufón. Asimismo, ha obtenido algunos galardones durante su carrera como el Premio de Teatro Cánovas de Málaga, el Premio del Just For Laughs del Festival de Montreal (Canadá) o el Premio OBIE (Off-Broadway Theater Award) de Nueva York.

Sus espectáculos son, sobre todo, provocadores, muy divertidos y reflexivos, porque también quieren hacer pensar y construir mentes libres para que no sean manipuladas por los poderes reales y fácticos. Es un outsider completo y un hombre con una gran cultura. Él se considera un bufón, un bufón que se rebela contra el poder y busca los valores auténticos.

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