Pedro Lavirgen debutó en el Teatro de la Zarzuela en 1962 con ‘Doña Francisquita’. «Triunfó durante décadas en los principales escenarios internacionales. Descanse en Paz, maestro», ha lamentado INAEM en Twitter.
La familia del artista también ha recibido las condolencias del Teatro de la Zarzuela que, a través de Twitter, ha mostrado su «enorme» tristeza por el fallecimiento de «uno de los más grandes cantantes españoles». «En esta casa, que nunca le olvidará, cosechó innumerables triunfos», ha señalado la institución.
Durante su carrera, Pedro Lavirgen recibió numerosos reconocimientos en el mundo de la ópera.
El Teatro Real ha compartido unas palabras de cariño hacia Lavirgen, a quien dedicarán la próxima actuación lírica en la Carroza del Teatro Real, el 12 de abril, a las 19.30 horas, en Córdoba. El coliseo madrileño no pudo presenciar actuaciones del artista porque «el apogeo de su brillante carrera transcurrió durante el período en el que el coliseo de la Plaza de Oriente fue sala de conciertos y las óperas se representaban en el vecino Teatro de la Zarzuela».
«Lavirgen no pudo interpretar en el Teatro Real a los grandes personajes que lo encumbraron. Pero en 2018, le dedicamos las funciones de Aida (con dirección musical de Nicola Luisotti y puesta en escena de Hugo de Ana), homenajeando a uno de los más grandes intérpretes de Radamés en nuestro país», ha señalado el Real.
Biografía
Nacido en Bujalance, en 1930, formó parte del coro del Teatro de la Zarzuela durante un tiempo, tras un breve paso por el Coro de Cámara de Radio Nacional de España y mientras iniciaba estudios en Madrid, tanto en el Conservatorio como en la Escuela Superior de Arte Dramático. Completó su formación técnica con el también cantante Miguel Barrosa. Una de sus primeras presentaciones en público tuvo lugar en Zaragoza, en 1959, cantando la parte del tenor en Marina de Arrieta.
Después de trabajar con José Tamayo en la Compañía Lírica Amadeo Vives, en 1964 debuta en México a nivel internacional con Aída de Verdi. Ese mismo año interpreta el papel de Don José, en la ópera Carmen, de Bizet, en el Teatro del Liceo de Barcelona, coliseo en el que actuó durante dieciocho años consecutivos.
En 1976 debuta en la Scala de Milán, de nuevo como Radames (Aida) junto a Montserrat Caballé. A éste le siguieron los debuts en la Staatsoper de Viena (donde actuó durante doce temporadas), en el Metropolitan de Nueva York, en el Colón de Buenos Aires, en la Arena de Verona y en las óperas de San Francisco, Múnich o Berlín, llegando su voz incluso a los escenarios de Tokyo.
Pedro Lavirgen triunfó como cantante en los principales escenarios españoles. Retirado de los escenarios en 1993, desde entonces desempeñó su labor docente desde la cátedra de canto en el Real Conservatorio de Madrid.
A lo largo de su amplia trayectoria, Lavirgen atesoró un repertorio extenso y sumamente exigente, cuajado de papeles para tenor dramático y spinto, como Calaf en Turandot, Don José en Carmen, Cavaradossi en Tosca, Manrico en Il trovatore, Radames en Aida, Canio en Pagliacci y un largo etcétera.