Coincidiendo con la celebración de Sant Jordi, la Fundació Romea celebró un concierto de poesía. Miguel Gane y Patricia Benito presentaron sus últimos trabajos artísticos. El evento reveló cómo la poesía alcanza su máxima expresividad cuando es recitada en público, sin intermediarios ni redes sociales. Un encuentro para compartir su visión del mundo, un mundo en el que el amor, la pasión, los encuentros fortuitos, el descubrimiento de lo desconocido, la esperanza y la decepción son algunas de las emociones que impulsan a hombres y mujeres a conectar con la poesía y dialogar con ella.
Patricia Benito nos presentó Un cuerpo agotado: una obra conmovedora y profundamente íntima. Patricia Benito, conocida por su habilidad para conmover a sus lectores con una sinceridad y empatía inigualables, nos presenta en esta obra su lado más personal y revelador. La autora nos guía a través de sus vivencias más íntimas con una honestidad conmovedora, permitiéndonos indagar en nuestras luchas y logros internos, recordándonos la importancia de amarnos y entendernos a nosotros mismos en un mundo que a menudo nos empuja en la dirección opuesta.
«Trata de refugiarme en una habitación de unos siete metros cuadrados, no siempre de la misma ciudad. Desde ella se vende los pájaros y sus nidos, también atardecer, nunca la luna. Este lugar, repartido por el mundo, tiene en común una ventana, un espejo, una planta viva y estos huesos. Diferentes vistas, plantas y espejos, pero siempre la misma casa: mi cuerpo.
Esto no tiene que ver tanto como la forma como con el fondo: como un alma cansada de luchar contra varios ejércitos despiadados enquistados dentro de ella. De mí. Contra un mundo obscenamente malvado y tímidamente bondadoso, contra la incapacitado de querer y cuidar; contra el miedo, que es lo que todo lo rompe.
Me hice bolita hasta que puedo abrir los ojos. Me arrastré hasta que fui capaz de andar. Levantarme ya era una revolución. Este libro es casi un milagro.
Miguel Gane nos presentó Nos faltó bailar: una historia de amor que una poesía y música en una sola voz. Son aquellas cosas que compartimos, pero también las que dejamos sin dueño. Son los besos de encuentro y los abrazos de despedida, los viajes que hicimos y los asientos de avión que nunca ocupamos. Es la risa por encima de la lágrima, es un verso canalla y la belleza del silencio, es saber que decir adiós no siempre significa despedirse. Nos faltó ballar y no sabemos muy bien por qué, ni qué canción hubiéramos escogido y tal vez por eso exista toda esta poesía.