El festival alcanza el 91% de ocupación en las 171 funciones y actividades programadas en una edición que ha exhibido personalidad propia en la apuesta por coproducciones (25 espectáculos) y 35 estrenos de los cuales 21 absolutos
El evento ha batido récord histórico de espectadores de sala, 51.800, ha conseguido atraer una parte significativa de nuevos compradores, un 52,5% respecto la anterior edición
Después de pasar por Girona, 17 de los espectáculos producidos y coproducidos por el festival este año y 40 de ediciones anteriores tienen garantizada una gira o temporada en teatros españoles y/o en el extranjero
Con el objetivo de actuar como espacio de exhibición de los más interesante de la escena internacional, Temporada Alta ha programado este año 20 propuestas de fuera del país y ha traído por primera vez la compañía británica Complicité a Girona
7.523 personas se han beneficiado de los programas sociales y educativos del festival y 3.246 estudiantes de 52 centros han participado en las 98 actividades organizadas por A Tempo, Arts i Formació
La Caverna, la serie audiovisual de Temporada Alta en la que conversan grandes directores y creadores de la escena con personalidades del mundo de la cultura consigue 17.103 visualizaciones que se suman a las 19.722 reproducciones de Això no és un càsting (Esto no es un cásting), que en su primera temporada se ha convertido en el pódcast de artes escénicas más escuchado de España
A lo largo de las 11 semanas que ha durado el festival, se han presentado 97 espectáculos en 171 funciones entre Salt, Girona y las 7 subsedes repartidas por el territorio. En el marco del mejor arranque de venta de entradas de la historia del festival, que con dos días de venta preferente logró vender 21.759 localidades, el evento ha logrado más clientes únicos de nunca, con un 52,5% de nuevos compradores del festival.
Después de treinta y dos ediciones, el festival se ha convertido en uno de los principales agentes del país en cuanto al apoyo a la creación y 17 de las producciones o coproducciones de este año han logrado una gira o temporada en teatros dentro o fuera del país. Es el caso por ejemplo de Casares-Camus: una història d’amor y Sísif fa no fa, que harán temporada en el Teatre Lliure de Barcelona, La materia de Olga Pericet y Daniel Abreu que estará en el Mercat de les Flors, o Vudú (3318) Blixen, de Angélica Liddell, que después de su estreno en el festival se presentará en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid y realizará una gira internacional. Por otra parte, 32 de las producciones de ediciones anteriores siguen representándose años después de su estreno.
Con el objetivo de actuar como espacio de exhibición de lo más interesante de la escena mundial, Temporada Alta ha programado 20 espectáculos de artistas internacionales de 10 países como Milo Rau, Mariano Pensotti, Anne Teresa de Keersmaker o Thomas Ostermeier, además de acoger por primera vez una obra de la compañía británica Complicité, que presentó en Girona Drive your plow over the bones of the dead. Esta programación se ha sumado a la celebración de una nueva edición de la Semana de Programadores, donde hasta 60 profesionales de las artes escénicas de todo el mundo han visitado el festival, y el anuncio de la nueva edición de Temporada Alta Latinoamérica.
En el ámbito audiovisual, el festival ha estrenado este año dos iniciativas que han logrado un buen recibimiento entre el público. Por un lado, Això no és un càsting, de Temporada Alta en colaboración con Ràdio Primavera Sound, se ha convertido –en la primera temporada– en el podcast de artes escénicas más escuchado de España con 19.722 reproducciones. Por otro lado, La Caverna, una serie audiovisual del festival que recoge conversaciones entre grandes directores y creadores de escena y personalidades del mundo de la cultura, acumula ya 17.103 visualizaciones.
Proyectos internacionales en construcción
Temporada Alta prepara las próximas ediciones con mucha antelación, buscando apoyo de programas europeos y participando en proyectos internacionales que permiten crear nuevas alianzas. Una de las propuestas en la que se está trabajando en estos momentos es Paisatges compartits/Performing Landscapes, un proyecto que pretende llevar propuestas de artes escénicas de artistas reconocidos, como Stefan Kaegi/Rimini Protokoll o El Conde de Torrefiel, a un entorno natural donde el paisaje sea el protagonista. El proyecto tiene una vertiente ecológica y de replanteamiento de la forma de vida actual y de la forma de ver las artes en vivo y llegará a Temporada Alta en 2024. Performing Landscapes cuenta con el apoyo del programa Europa Creativa de la Comisión Europea, con socios tan prestigiosos como el Festival de Aviñón, el Piccolo Teatro de Milano o el Théâtre Vidy-Lausanne y está liderado por Rimini Protokoll con diseño y dirección artística de Stefan Kaegi y Caroline Barnaud.
Un buen ejemplo de este trabajo a largo plazo y con socios internacionales es el espectáculo Face T(W)O, que se ha presentado este 2023 en el marco del festival dentro del proyecto de internacionalización y profesionalización de jóvenes artistas europeos People Power Parnership (PPP) y que se inició en 2020.
Además de los dos proyectos ya citados y que están ya actualmente en marcha, Temporada Alta está trabajando en nuevos proyectos europeos con socios muy diversos entre ellos el programa transfronterizo Interreg y el programa Europa Creativa. En un futuro cercano se darán más detalles.
Internacionalización y creación contemporánea
Con una clara vocación nacional e internacional, la presente edición del festival ha destacado por una programación que ha mostrado en el país lo que ocurre a nivel internacional, a la vez que ha ayudado a las compañías de aquí a encontrar las vías para acceder a la escena fuera de nuestras fronteras. En total se han programado 20 propuestas provenientes de 10 países, entre las que ha destacado Simon McBurney y su compañía Complicité, que han visitado el festival por primera vez con la obra Drive your plow over the bones of the dead. También han estado por primera vez en Temporada Alta compañías como Rosas con las Goldberg Variations de Anne Teresa de Keersmaeker, Familie de Milo Rau, Diptych de Peeping Tom, La Gaviota de Jokübas Brazys, Qui a tué mon père de Thomas Ostermeier o La Douleur de Patrice Chéreau son algunas de las obras internacionales más destacadas de la edición.
El festival ha dado continuidad al espacio de exhibición y descubrimiento de propuestas de creación contemporánea, con proyectos nacionales e internacionales, que ofrece cada año la Semana de Programadores. Este año ha acogido a más de 60 programadores y se han programado grandes nombres de la escena internacional (Angélica Liddell, Marina Otero) con nombres del país ya consolidados (Veronal, Roger Bernat, cabosanroque) y otros nombres que el festival cree que pueden marcar el futuro de la escena del país y que pueden entrar en diálogo con estructuras internacionales para ir definiendo proyectos de futuro (Lorena Nogal y Hotel Col·lectiu Escènic).
Nueva edición de Temporada Alta en Latinoamérica
El próximo mes de febrero, Buenos Aires, Lima y Montevideo acogerán la duodécima edición latinoamericana de Temporada Alta, que desde hace más de diez años presenta propuestas españolas al otro lado del Atlántico para ayudar a hacer presente la cultura del país en todas partes.
Las ediciones iberoamericanas de Temporada Alta están cada vez más consolidadas a nivel de público y de crítica y algunos espectáculos como Terra Baixa de Pau Miró y Luis Homar o A.K.A de Daniel J. Meyer han obtenido el galardón de mejor espectáculo extranjero en los Premios Florencio, los galardones de artes escénicas más prestigiosos de Uruguay. En las próximas semanas se dará a conocer la programación de 2024.
Coproducciones del festival en gira y apoyo a la creación
Aparte de las coproducciones ya mencionadas en el adelanto de la programación de la próxima edición, este año el festival ha programado 25 espectáculos que son producciones propias o que ha ayudado a coproducir, 17 de las cuales tienen garantizada gira o temporada en teatros después de pasar por Girona. Esto es posible gracias a la continua colaboración con compañías, productoras y equipamientos de dentro y fuera del país.
De entre los espectáculos producidos o coproducidos por el festival que girarán destaca entre otros Casares-Camus: una història d’amor, que hará temporada en el Teatre Lliure de Barcelona, o Vudú (3318) Blixen, de Angélica Liddell que después de su estreno en el festival tiene garantizada la presentación en el Centro Cultural Conde Duque de Madrid y una gira internacional.
Producciones del festival de otros años también siguen su exhibición nacional o internacional. Romeo Castellucci, Veronal, Christiane Jatahy, Alex Rigola, La Calòrica o Claudia Cedó siguen llevando sus colaboraciones con el festival por los teatros y festivales del país o internacionales y producciones premiadas como Historia de un jabalí (o algo de Ricardo) de Gabriel Calderón, El cuerpo más bonito que se habrá encontrado nunca en este lugar de Josep Maria Miró o Non Solum de Sergi López siguen su periplo por escenarios nacionales e internacionales.
La apuesta por el apoyo a la creación se ha reforzado en los últimos años. En esta edición el festival ha producido Casares – Camus: una història d’amor con dirección de Mario Gas y la interpretación de Rosa Renom y Jordi Boixaderas, y Simon Weil: Vida d’una esclava, interpretado por Míriam Iscla. Y continuando la línea de facilitar el contacto entre compañías españolas y directores internacionales, este año se ha estrenado Euforia y desazón, una propuesta del argentino Sergio Boris con la compañía El Eje en la que el festival ha participado como coproductor y que pasará por la Sala Beckett de Barcelona y por Buenos Aires.
Con una mirada cada vez más internacional, Temporada Alta ha trabajado con creadores de fuera del país para ir abriendo puentes internacionales con instituciones y artistas. Este año, por poner algunos ejemplos, el festival de Girona ha participado en las producciones de Cristo está en Tinder de Rodrigo García, y Vudú (3318) Blixen de Angélica Liddell, uno de los grandes éxitos de la edición 2023 de Temporada Alta.
Por 13º año consecutivo el festival también ha producido el Torneo de Dramaturgia Catalana que ha proclamado ganadora a Lali Álvarez Garriga. El evento también ha tenido una edición para institutos, celebrada desde hace cinco años dentro del proyecto A Tempo – Artes y Formación, y que esta vez ha premiado a los alumnos de La Salle de Girona.
Un festival social y educativo
Con la voluntad de mantener el compromiso de Temporada Alta con el territorio y vincular las artes escénicas con los colectivos con mayores dificultades para acceder, el festival ha continuado impulsando programas sociales y educativos a través del proyecto A Tempo – Arts i Formació.
En su séptima edición, el proyecto impulsado por la Fundación La Ciudad Invisible con el apoyo de la Fundación Banc Sabadell, ha continuado apostando por promover el valor educativo de las artes en las escuelas de Girona y Salt. Desde el inicio de curso, se han programado 98 espectáculos de teatro y danza con contenido educativo en los centros de Girona y Salt. En total 3.246 estudiantes de todas las edades –desde educación infantil, primaria, especial, secundaria, bachillerato y ciclos formativos– han presenciado propuestas de temáticas centradas en la inclusión social, la presión social y el suicidio juvenil.
Además, este curso se ha propuesto un itinerario de teatro y artes visuales centrado en facilitar material de trabajo para reflexionar con los jóvenes sobre el cuidado del cuerpo, la presión social y los hábitos alimenticios. La primera fase de este programa, que tendrá lugar más allá del festival, ha reunido a un total de 276 participantes de 9 centros educativos, los cuales han acogido en el aula el monólogo teatral Jess de Oriol Casals y Alícia Gorina sobre la presión social y estética.
La vertiente social del festival se ha vehiculado, sobre todo, a través del programa de entradas sociales a través de la Fundación La Ciutat Invisible que ofrece entradas a precio cero a varios colectivos. En concreto, se han entregado 4.027 entradas (688 a precio 0, 427 entradas gratuitas a previas y 2.922 a precio reducido).
Espectadores y territorio
Temporada Alta ha contado con más clientes únicos que nunca: se han conseguido muchos clientes nuevos, 52,5% respecto a la edición anterior y, además, se han recuperado clientes de ediciones anteriores a la de 2022. El público de esta edición también ha sido más joven, situando la media a 45 años (respecto a los 47 de la pasada edición). Además, un 11,99% fueron clientes menores de 30 años.
La apuesta de Temporada Alta por una programación nacional e internacional de referencia, ha convertido el festival en una oportunidad única para ver a artistas y creadores que no se pueden ver en otros lugares de Cataluña. En concreto, en 2023 han crecido los clientes de fuera de las comarcas de Girona, que han supuesto un 32,6% del público total.
Retorno económico del festival
Con el objetivo de continuar el arraigo en el territorio, este año Temporada Alta ha ampliado el número de subsedes. En esta 32 edición, el festival ha estado presente por primera vez en Figueres con el espectáculo Dyptich de Peeping Tom. Del total de 23 escenarios y 9 poblaciones, destaca el regreso a Barcelona, después del éxito de la última edición, donde ha programado La Douleur en el Teatre Romea y The Goldberg Variations en el Mercat de les Flors, un nuevo escenario del festival.
Durante las 11 semanas que ha durado Temporada Alta, 1.416 personas han trabajado en el festival con dedicación muy diversa y se han contado con más de 385 proveedores externos. El festival, sin embargo, tiene también una gran repercusión económica en otros sectores, sobre todo en negocios del sector del comercio y la hostelería, en equipamientos culturales no estrictamente teatrales y otros negocios. Además, el festival ha gestionado directamente 1.285 pernoctaciones en habitaciones de hoteles. A esta cifra todavía hay que sumar todas las habitaciones que han contratado las compañías por su cuenta, los profesionales y el público que ha venido de fuera.
El balance económico provisional se cierra con un presupuesto de 3.527.658 € que se distribuye de la siguiente manera: taquilla (917.300 €), Generalitat de Catalunya (800.000 €), esponsorización y otros recursos (812.300 €), Ayuntamiento de Girona (450.000 €), Diputación de Girona (265.000€), Ministerio de Cultura-INAEM (250.000€) y Ayuntamiento de Salt (33.058€). Los porcentajes de ingresos se reparten de la siguiente manera: 51% de aportación pública, el 23% de esponsorización y otros recursos, y el 26% proveniente de la venta de entradas.