Diseñada y producida por Juan Manuel Pérez Vinagre y Samuel López-Lago, la máscara está inspirada en el lema del Festival ‘Las noches mágicas de Mérida’
Ars Fatum es el producto de la colaboración entre el taller de cerámica contemporánea Terracota Mérida y el diseñador Samuel López-Lago, que surge de la necesidad de materializar las conversaciones entre ambos en torno a las vinculaciones que podrían surgir potencialmente entre la estética de la cultura popular y la artesanía
El objetivo de la colección es interpretar los clásicos bajo el prisma de la innovación. En definitiva, rediseñar la historia
Ars Fatum
La colección Ars Fatum surge de la vinculación producida entre el taller artesano “Terracota Mérida”, Juanma Pérez Vinagre, y el diseñador Samuel López-Lago, tras compartir juntos la experiencia de participar en el Master Executive for Craft Designers organizado conjuntamente por la Junta de Extremadura, la Escuela de Organización Industrial y Fundesarte.
Ars Fatum se plantea como un punto de inflexión, donde los vectores de lo clásico y la cultura popular se cortan, bajando a Venus del panteón y acompañándola por un viaje conceptual por el folclore de nuestro tiempo. Las fuentes de inspiración para un proyecto de esta dimensión son varias. No podemos dejar pasar la oportunidad de citar a Fornasetti y su “Tema e Variazioni” como piedra angular del concepto del mismo.
La repetición de un mismo concepto adaptado a diferentes temáticas ha sido, sin duda, una de las grandes fuentes de inspiración. La propia naturaleza del proyecto, y en especial su vocación eminentemente orientada a la investigación en pop culture, provoca una confluencia de influencias que van desde la cerámica japonesa al movimiento vaporwave, pasando por las tendencias pin-up o el post-punk.
En esta ocasión, ‘Noches eternas’ es el nombre de la pieza que viene de la mano de esta 68ª edición del Festival de Mérida se trata de una representación de Venus que se eleva sobre una superficie de acero y de madera. Está realizada en gres y a altas temperaturas, de forma totalmente artesanal. Los esmaltes y lustres dorados hacen un guiño a la constelación de Leo, ya que el Festival transcurre durante los meses de julio y agosto coincidiendo con la época de esa misma constelación.