Esta gran cita de la Comunidad de Madrid reúne entre el 30 de enero y el 22 de febrero en Teatros del Canal a compañías de referencia de Canadá, Francia, Bélgica, España, Ucrania, Italia y Argentina, que fusionan el circo con otras artes como el teatro, el cine, la danza, la lírica y la música
Los artistas del grupo ucraniano vuelcan en su espectáculo, con un lenguaje cercano al circo tradicional, su experiencia previa a la invasión rusa de su país en febrero de 2022
Riesgo, según su directora artística, Eva Luna García-Mauriño, representa la heterogeneidad del circo de la actualidad, donde este se fusiona con otras artes como el teatro, el cine, la danza, la lírica y la música. Los siete espectáculos de esta primera edición han sido cuidadosamente seleccionados para dar un sentido de viaje desde lenguajes clásicos del circo hasta los más rupturistas.
Los amantes del ballet y el elevado virtuosismo técnico admirarán Rêves (30 y 31 de enero), un espectáculo que es consecuencia directa de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Por entonces, esta compañía cofundada por Roman Khafizov y Volodymir Koshevoy llevaba unos dos años de dificultoso funcionamiento debido a la pandemia de covid, que impidió a muchos artistas ucranianos realizar giras en el extranjero, obligándolos a permanecer en Ucrania.
Los dos fundadores del Cirque Inshi habían reunido a un equipo de jóvenes artistas desde la Escuela Nacional de Circo de Kiev, una de las más reconocidas del mundo hace décadas, y crearon tres espectáculos. Pero su trabajo cesó cuando se produjo la invasión rusa y Roman Khafizov se exilió en París, con el deseo de continuar la andadura de la compañía en Francia.
Allí recibió apoyo público y pudo traer a algunos de los miembros del Cirque Inshi al país galo para comenzar el pasado año la creación de un nuevo espectáculo. Ese espectáculo es Rêves, que ha recorrido múltiples festivales y escenarios internacionales como el Fringe Festival o la Ópera de Nantes, entre otros.
Su presencia en Riesgo nos trae el circo de la Escuela Soviética, que fue la primera en introducir coreógrafos, dramaturgos y poetas dentro del circo. Cirque Inshi representa un lenguaje clásico en técnica y formas, y lo manifiesta a través de un estilo próximo al ballet. Aunque cercano al circo tradicional, la creación de la compañía ucraniana rompe con la figura del presentador y sus números circenses están puestos al servicio de una dramaturgia mayor, donde destacan las formas clásicas, la fuerza de la línea, la limpieza del movimiento y el valor de las formas en la puesta en escena.
«Cada artista contará a su manera, a través de su disciplina, su aparato, su propia historia, el sueño que tuvo antes del 24 de febrero de 2022», dice Roman Khafizov sobre Rêves, aludiendo a la fecha de la invasión rusa.
«Es un espectáculo -señala el director ucraniano- sobre la juventud, la amistad y los momentos más felices de la vida, que los ucranianos experimentaron antes de la invasión. La obra también presenta las tradiciones populares ucranianas, el alma y el carácter indomable del pueblo ucraniano».
Una exnadadora de natación sincronizada
El segundo espectáculo de la primera semana de Riesgo nos sitúa en un escenario insólito, una enorme pecera, dentro y fuera de la cual la exnadadora de natación sincronizada María Palma desarrolla La voz sumergida (1 y 2 de febrero).
Iniciada en las artes del circo, Palma convierte el agua en el medio por el cual se expresa artísticamente. Esta es su primera creación en solitario después de un largo periodo de formación. Tras licenciarse en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte estudió circo a partir de 2013 en la Rogelio Rivel de Barcelona y en la Codarts University of the Arts, de Rotterdam. Allí se especializó en equilibrios acrobáticos y báscula y cofundó la compañía Madame Gaüc. Participó en espectáculos como Corps extrêmes, de Chaillot – Théâtre national de la Danse de París; Hilo, de la compañía Madame Gaüc; Estado de emergencia, de la Producción Nacional de Circo de Cataluña y Dioptries, entre otros.
En su proceso formativo y de crecimiento personal fue dando cabida a una concepción escénica que funde varias disciplinas, la innovación y la búsqueda de nuevos lenguajes. Su presencia en el festival representa el proceso de deconstrucción de la técnica del circo, como ocurrió con la danza y el teatro.
Palma rompe con el lenguaje del circo, con la técnica clásica y el riesgo ocupa un lugar secundario en cuanto a lo virtuoso, acercándose a una dramaturgia cercana al teatro postdramático. A ello responde La voz sumergida. Dentro y fuera de la pecera, donde desarrolla su espectáculo, pone a dialogar el circo (acrobacias, movimientos invertidos), con la música, el teatro físico, la danza y la natación sincronizada. La metáfora en la fisicidad es esencial en esta pieza.
En el centro de esta propuesta, según su creadora, se encuentra la respiración como experiencia humana básica entre el individuo y la totalidad. En la ausencia de esa respiración, durante el periodo de apnea, que consiste justamente en suspender el movimiento de inspiración y espiración de aire en el agua, la artista entra en un «pequeño oasis en medio de este caos, de esa aceleración constante del ritmo que vivimos, que ha convertido al aire en irrespirable».
Espectáculo de formas que experimenta, por tanto, con el movimiento corporal en relación con la respiración, el peso, la voz y el agua, sirve de pretexto para hablar, en su inmersión en el subconsciente, de silencios, barreras y superaciones de una mujer que busca entender su propia identidad.