Tercero de los cuatro espectáculos de este ciclo que se celebra hasta el 23 de julio durante los fines de semana, Vaivén Circo, fusiona en Esencial danza y circo. Su puesta en escena se inspira en el Arcoíris de Waldorf, un juguete compuesto por pilares y arcos, que la compañía reinterpreta en una espectacular escenografía de tintes poéticos. Una suerte de arquitectura cambiante, en la que cinco personajes juegan, sueñan y emprenden un viaje de aventuras que les llevará a lugares recónditos. Allí, el espectador verá el paso del caos a la armonía, mediante la búsqueda del camino más simple, de la huida de la complejidad para encontrar lo esencial.
Miguel Moreno cuenta con Javier Parra en la dirección de Esencial, y con la colaboración en la puesta en escena de Jokin Oregi, Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud 2018 con su compañía Marie de Jongh.
En mayo de 2008 se estrenó su primer trabajo, La felicidad en un dos por dos. Al año siguiente se incorporan dos acróbatas a la formación, Chema Martín y Emilio López Arquillo, con quienes crean su segundo espectáculo, Cayuco.
A partir de entonces, deciden dar un salto en compromiso con el circo y el movimiento y acuden a entrenar a la escuela de circo Le Lido en Tolousse, referente de la investigación circense, que da pie a su tercer montaje: Do Not Disturb. No Molestar. A él le siguieron Des-Hábitat y Esencial. La compañía ha presentado sus espectáculos en algunos de los principales festivales, ferias y programaciones de circo y teatro familiar nacionales e internacionales, destacando su paso por Canadá, Estados Unidos, Hong Kong, Italia, Portugal, Alemania, Francia, entre otros países.
Teatralia Circus concluye su programa el 22 y 23 de julio con un homenaje al circo de antaño realizado por una compañía de circo de hoy: Ambulant, de La Fam Produccions, de la comunidad valenciana.
Dirigida por el reconocido artista Adrian Schvarzstein, creador versátil que ha pasado por grandes troupes circenses de todo el mundo. Ambulant cuenta con música en directo y una elaborada puesta en escena, en la que se despliegan disciplinas como báscula coreana, el mano a mano, malabares, diábolo, barra fija, rueda cyr y clown.
El espectáculo es una propuesta poética e intimista que versa alrededor de la idea del viaje a ninguna parte. Diez artistas interpretan esta historia de un pequeño y pintoresco circo ambulante que llega a la ciudad. Nadie sabe de dónde vienen, pero llegan cargados de maletas, a la búsqueda del sitio ideal para plantar su enorme carpa. Las gentes cuentan que entre sus miembros están algunos de los más virtuosos artistas de circo y que todos forman una gran familia, donde sus integrantes se enamoran, discuten, bailan, juegan, se pelean… juntos.