Este 2021, donde el creador Antonio Ruz ha vivido tres estrenos escénicos, dos películas y la gira habitual de otras de sus obras, culmina con la recuperación y revisión de un ballet inédito de la época de las vanguardias titulado La Noche de San Juan. En su momento, este espectáculo no se pudo estrenar por la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, en curioso paralelismo con un 2020 donde la pandemia ha hecho posponer su estreno hasta el próximo junio de 2021
En el ballet original confluyeron una serie de grandes artistas como el compositor Robert Gerhard, el escenógrafo Joan Junyer y el escritor Ventura Gassol –de los tres se han conservado varios materiales que han sido la base del proceso de recuperación-. El proyecto también contó con el coreógrafo Léonide Massine –del que no se conservan materiales- y con el apoyo empresarial de la compañía de los Ballets Rusos de Montecarlo y su director Wassily de Basil
El martes 15 de junio a las 12h está prevista la presentación institucional del proyecto en la sede de la Fundación Juan March en Madrid, en la que se explicarán las claves artísticas de la producción y el proceso de recuperación de la obra. El acto podrá seguirse en directo por Canal March y YouTube.
El argumento del ballet está basado en el guion que escribió Ventura Gassol. El texto se inicia con un prefacio de cuatro versículos del poeta Joan Maragall sobre el amor, tema principal de la historia. La acción transcurre durante la vigilia, noche y mañana del día de San Juan y se sitúa en Isil, una pequeña población de los Pirineos.
La música de Gerhard, parte fundamental del ballet, está repleta de citas de canciones populares, muchas de ellas todavía presentes en los ámbitos rurales de Cataluña. Las citas corresponden sobre todo a músicas procesionales y melodías tradicionales asociadas a la fiesta de San Juan y a la conocida Patum de Berga (L’hereu Riera, Muntanyes del Canigó, Els segadors, El ball de l’àliga, De les nines de Surroca y Aquestes muntanyes).
Por su parte, los decorados y figurines conservados de este primer proyecto inédito que están inspirados en las fiestas y el paisaje pirenaicos y en el arte románico de Cataluña. Sin embargo, no existen documentos sobre cómo habría sido la coreografía de Leónide Massine, y es ahí donde Ruz ha afrontado su mayor reto.
Para él, lo más plausible es que se inspirara en los bailes tradicionales que presenció al asistir en la fiesta de San Juan de Berga y en los movimientos que caracterizan a los diables, centaures y fallaires, y conciliase algunos de estos movimientos típicos con el lenguaje contemporáneo de esos años.
Así pues, con todo este material y su propia trayectoria basada en la interacción de artistas, disciplinas y lenguajes, Ruz ha construido, según sus palabras, “una pieza de danza actual bañada de teatralidad y dinamismo y acompañada de una puesta en escena efectiva y sin artificios”.
Los siete bailarines (Melania Olcina, Elia López, Carmen Fumero, Begoña Quiñones, Pau Aran Gimeno, Miguel Zomas y Julián Lazzaro) llevan con su cuerpo el peso narrativo de la obra, apoyados por la música en directo de Miguel Baselga (con la partitura revisada de Gerhard). Asimismo se usará un decorado que reproduce los telones originales de Junyer, todo ello iluminado por la diseñadora de luces Olga García y ataviado con el vestuario de Rosa García Andújar.
Sobre la Compañía Antonio Ruz
Fue en 2009, fruto de una necesidad personal y artística, cuando Antonio Ruz (Premio Nacional de Danza 2018 en la categoría de creación y Premio Ojo Crítico de Danza 2013 de RTVE), crea en Madrid su propia compañía de danza con la que ha presentado sus trabajos en Europa, África y América del Sur. Estrena su primera propuesta en 2010 (No Drama, tras haber sido seleccionada por el Centro Danza Canal de Madrid en su 1º convocatoria de residencias). Al frente de esta agrupación, ha continuado el creador desarrollando su discurso de corte y resultado ecléctico y comenzó a impulsar, al mismo tiempo, la particular relación que mantiene con la música, a menudo en directo, siempre protagonista junto al movimiento, identidad del discurso de obras recientes.
La compañía tiene como objetivo la investigación y la búsqueda en el campo del movimiento, huir de etiquetas, encontrar su propia identidad con la mezcla de lenguajes y la colaboracióncon artistas de otras disciplinas como las artes plásticas o la música antigua y contemporánea para establecer un diálogo entre ellos. El equipo participa de forma activa en cada aspecto del proceso creativo dando al trabajo un enfoque de 360º: desde la luz a la escenografía o la coreografía. Desde una teatralidad abstracta, las cuestiones e inquietudes comunes sobre el cuerpo, su percepción y la ambigüedad son algunos de los conceptos tratados en sus trabajos. El grupo está formado por bailarines-coreógrafos con una importante experiencia profesional y un alto nivel técnico e interpretativo que aportan, sin duda, calidad y originalidad al resultado final de las propuestas.