Un total de 33 propuestas escénicas se despliegan en 20 localizaciones entre salas privadas y públicas, museos, plazas y parques
El festival de las artes del movimiento propone piezas que reivindican el vínculo y la mirada calmada en tiempos líquidos
El festival impulsado por el Institut Valencià de Cultura celebra su 37 edición en un total de 20 localizaciones, tanto en salas públicas y privadas como en espacios patrimoniales y no convencionales. Teatros, museos, plazas y parques acogerán una selección de piezas que configuran una radiografía de la creación contemporánea española más reciente.
En suma, la oferta consta de un gran número de producciones valencianas, creaciones de diferentes comunidades autónomas y destacados estrenos en nuestro país de producciones internacionales.
“La línea programática de Dansa València se diseña a partir del compromiso con la calidad y procurando el equilibrio entre las diferentes artes del movimiento. Durante el festival se podrá ver una radiografía de la creación contemporánea española conformada tanto por compañías consolidadas como por artistas emergentes. De manera abstracta, en toda esta creación vamos a apreciar un deseo de búsqueda y de persecución de realidades alternativas, de tiempos más humanos y sosegados”, ha detallado la directora del festival, María José Mora.
Entre los numerosos itinerarios que pueden trazarse este año, hay espectáculos para público familiar en colaboración con Teatre Escalante, Diputación de València, así como el ciclo que anualmente inaugura la muestra, Moviments Urbans, un aperitivo desarrollado en colaboración con el Ayuntamiento de València a través de la Concejalía de Cultura, donde la danza sorprende a la ciudadanía en espacios museísticos y urbanos.
Dansa València, dulce rugir
El lema de esta edición es Dulce rugir. Con esta expresión simbólica el festival se presenta como pausa que incita, en palabras de María José Mora, “a la contemplación profunda, al afecto sincero y al anhelo calmado frente a un mundo convulso, de deseos pasajeros, relaciones líquidas y miradas fugaces”.
La imagen de esta edición presenta el cuerpo atlético de una bailarina en pausa dramática, antes de iniciar su movimiento. Este aspecto enlaza con la contemplación del público de lo que sucede en escena. La delicadeza de la figura contrasta con la parte superior, que remite, de forma bucólica, a un dulce rugido.
La fotografía es una metáfora de una programación que incluye tanto a jóvenes agitados y renovadores en sus planteamientos, caso de Inka Romaní, Mar García y Javier Soler, y Mauricio Pérez, como a creadores establecidos que a pesar de haber desarrollado fórmulas exitosas se han decidido a arriesgar con nuevas opciones, como por ejemplo, Patricia Caballero y Núria Guiu, y espectáculos protagonizados por personajes atrapados en una atmósfera asfixiante que buscan una salida que les lleve hacia otra realidad, presentes en las obras de Kor’sia, Led Silhouette, Taiat Dansa, Marcat Dance y el Ballet Nacional de Marsella.
“El conjunto de piezas propone situar la humanidad en el centro para mirarnos cuerpo a cuerpo, enfrentarnos al vacío que deja aquello que es efímero y apoderarnos de lo que nunca debíamos haber descuidado: el tiempo, los vínculos y el baile”, explica la directora.
Panorama actual de la danza valenciana
Diseminada entre su programación, en Dansa València hay una representación de 15 compañías locales de diferente origen, personalidad y trayectoria. El 16 de abril, en la Sala Matilde Salvador, el festival asume su rol de dinamizador del sector profesional de la región con Focus Valencià, donde acoge en formato de ‘showcase’ las últimas piezas de Cave Canem, Alicia Reig, Irene de la Rosa, Ana Lola Cosín y Mauricio P. Fayos. La muestra se dirige a los programadores del Circuit Cultural Valencià y a otros agentes nacionales e internacionales con la intención de aumentar la presencia de la danza procedente de nuestra comunidad en sus programaciones.
El festival apuesta por artistas jóvenes como Jacob Gómez, Andrea Dolz Burdeos y Marta Sofía Gallego e Inka Romaní. El primero une fuerzas con Frágiles Danza el 14 de abril en la plaza de la Virgen y el 21, en el parque de Cabecera, para el espectáculo ‘Rara Avis’, donde reflexiona sobre nuestros orígenes y lazos familiares incidiendo en la escasa presencia de los creadores afrodescendientes en nuestra cultura.
Dolz y Gallego conforman el Colectivo Dánzate, que tiene el objetivo de abrir la disciplina de la danza a la diversidad de los cuerpos y de las voces tradicionalmente olvidados para hacerla más igualitaria. El 13 de abril invitan en el Parque Central a dejarse de prejuicios y complejos en la acción guiada y participativa ‘Me encanta bailar pero se me da fatal’.
Tanto ‘Fandango Reloaled’, de Inka Romaní, como ‘Zenez’, de Fil d’Arena son estrenos. El 17 de abril, la bailarina y coreógrafa pondrá en común en Espacio Inestable danza tradicional y bailes urbanos a partir de un proceso de recuperación y reescritura para imaginar las posibilidades de devolver la danza a la calle. Por su parte, los días 13 de abril en el Parque Central, y 17 de abril, en L’Almodí, la compañía de Isabel Abril, Irene Ballester, Clara Crespo y Roseta Plasencia, presentará un laboratorio de movimiento, sonido e improvisación a través de la txalaparta y de la música experimental.
Dansa València saca, así mismo, pecho con las compañías valencianas con más recorrido profesional, como Taiat Dansa y Cía. La Siamesa. Así, del 18 al 21 de abril, la compañía de Meritxell Barberá e Inma García convertirá el monasterio de San Miguel de los Reyes en el castillo de Barba Azul en ‘Judith’, donde despliegan a más de 90 artistas femeninas, entre bailarinas, músicas y cantantes en las estancias del edificio patrimonial para revisitar desde el punto de vista de la protagonista el cuento clásico de Perrault.
El 19 de abril, Ángela Verdugo completa su trilogía ‘El otro paraíso’ en Carme Teatre con ‘Mata baja. Debajo del sudor hay personas’, donde vuelve a investigar en el terreno personal e íntimo para vincularse a la colectividad.
Esta edición también acoge a creadores que siendo de otros territorios han elegido València para desarrollar sus carreras profesionales. Tal es el caso de Colectivo Sin Par, integrado por Lara Miso y Wilma Puentes (Andalucía), que el 14 de abril, en la plaza del Mercado, proponen acercarse a la sevillana desde la danza contemporánea de una forma novedosa y desacomplejada en su estreno ‘Mírala cara a cara’.
En un camino inverso, el festival trata de atraer de nuevo a los creadores y creadoras valencianas que desarrollan fuera sus trabajos. Mar García y Javier Soler y Joaquín Collado. El tándem parte de sus metas frustradas de ser superestrellas del pop con la grabación de un videoclip de hechuras ‘mainstream’ en ‘Caribe Mix ’23’, programada en Espacio Inestable el 19 de abril.
Por su parte, el albaceteño, que inició su formación en danza y sus primeros trabajos en València, invoca a una confederación de corporalidades monstruosas y delicadas, en permanente transformación, en ‘Hacia un sol negro’, prevista el 20 de abril en La Mutant.
Plataforma española de la danza
En el plazo de nueve días, Dansa València trama una antología de propuestas recientes que permite, tanto a asistentes profesionales como a público, realizar una inmersión en la heterogeneidad y la valía de la producción coreográfica estatal.
Este 2024 contamos con 15 piezas de nueves comunidades autónomas distintas. La inauguración del festival, el 17 de abril en el Teatre Principal, corre a cargo del colectivo madrileño Kor’sia, quienes han buscado inspiración para ‘Mount Ventoux’ en poemas de Petrarca para buscar en el pasado humanista respuestas a los conflictos actuales que conduzcan al individuo a su propia reconstrucción y a la del planeta. La propuesta ganó el prestigioso premio Fedora-Van Cleef & Arpels 2023.
La presencia más amplia procede de Andalucía, con espectáculos de Rocío Molina, Yinka Esi Grapes, Patricia Caballero y Marcat Dance. La Premio Nacional de Danza 2010 cierra el 19 de abril en el Teatre Principal su ‘Trilogía sobre la guitarra’ con ‘Vuelta a uno’, donde vuelve a conjugar el virtuosismo técnico con el riesgo conceptual y la investigación contemporánea.
El 21 de abril, en el Teatre Rialto, será el turno de otra bailaora de flamenco, pero esta, británica y de ascendencia africana. Yinka Esi Graves se sirve de los mimbres de la perspectiva histórica, la eliminación y la invisibilidad en su experimento ‘The Disappearing Act’.
En ‘Ágape’, Patricia Caballero se alía con el inclasificable guitarrista Raúl Cantizano para celebrar un amor irresistible, entre lo patético y lo milagroso, a ritmo de percusión, zanfoña y guitarra. El estreno será el 18 de abril en el TEM.
Finalmente, Marcat Dance es el hogar artístico del multipremiado coreógrafo español Mario Bermúdez Gil y la estadounidense Catherine Coury. Para ‘Averno’, programada el 19 de abril en el Teatre Rialto, se han inspirado en ‘El Infierno’ de Dante, los viajes iniciáticos y su simbología.
Desde Cataluña nos visitan Núria Guiu, LAB3.14 y Lorena Nogal. Guiu es una habitual de la programación de Dansa València. En esta ocasión, invoca recuerdos personales y coreografías icónicas de la cultura pop en ‘Supermedium’, un montaje para nueve bailarinas creado junto a la noruega Ingri Fiksdal al que podremos asistir en La Mutant el 18 de abril.
El colectivo impulsado por Albert Garrell LAB3.14 se sirve de algunas reflexiones de la filósofa e historiadora Hannah Arendt para hacer constancia del ruido que generan los pensamientos totalitarios de la sociedad actual en ‘Tender Skin’, que el 19 de abril acogerá el Museu d’Història de València.
En último término, el 14 de abril, en el Museo de Bellas Artes, Lorena Nogal desarrollará una sucesión de escenas donde explora la resonancia del cuerpo como envase de reverberación emocional en su ‘site specific’ ‘AQUÍ’.
La bailarina y coreógrafa forma parte del equipo artístico de La Veronal desde 2008, como también Martxel Rodriguez y Jon López, integrantes de Led Silhouette, procedentes de Navarra. La pareja creativa presentará el 17 de abril en el Teatre Rialto ‘Halley’, donde las experiencias y las grandes preguntas del ser humano, aquellas que no cambian desde la antigüedad, sirven de alimento poético.
Los artistas procedentes de Islas Baleares nutrirán la danza de luz y sonidos y bellas artes, respectivamente. El trabajo de Aurora Bauzà y Pere Jou ‘A BEGINNING_expanded version’ está a medio camino entre la composición musical y la escritura coreográfica, en una exploración entre la voz, la luz y el movimiento, mientras que en su espectáculo ‘(A&S) Viajeras del espacio’, Cia Baal invita a la infancia a una incursión en la tecnología interactiva, plástica y pictórica. Los primeros actuarán en la Sala Refectori del CCCC en dos sesiones, el 19 de abril, mientras que los segundos lo harán en Nau Ribes el 13 de abril.
Para terminar, Alberto Velasco será el embajador de Castilla y León en Dansa València. En su preestreno ‘Mover montañas’ vibra el folclore de manera soterrada, pero no como un rescate museístico, sino a modo de composición libre, gozosa y bella de lo que la tradición significa para este creador.
Inspiración en el talento foráneo
Desde el año 2021, Dansa València programa espectáculos internacionales en los que la profesión puede mirarse y la ciudadanía asomarse a la creatividad foránea. Esta edición se estrenan dos obras procedentes de Brasil y de Francia, tan dispares como estimulantes. La coreógrafa de Río de Janeiro Alice Ripoll, presente en los eventos culturales más importantes de Europa, expande en el TEM con su ‘Zona Franca’ las aspiraciones de la juventud brasileña en un momento de transición sociopolítica. Una pieza efervescente que es una encrucijada entre ‘contact dance’, TikTok, afro-house y ‘passinho’.
El festival se clausurará el 21 de abril en el Teatre Principal con ‘Roommates’, un programa del Ballet Nacional de Marsella que celebra la escritura plural de los coreógrafos que formaron la mirada del colectivo que dirige esta prestigiosa institución, (LA)HORDE, donde se reúnen los artistas Marine Brutti, Jonathan Debrouwer y Arthur Harel.
Actividad expandida
Como feria y mercado de danza, Dansa València se ha convertido en un evento único en España, con gran asistencia de agentes nacionales e internacionales del sector provenientes de más de 20 países. Paralela a la programación artística se ha configurado un programa de actividades profesionales: presentaciones de proyectos, speed dating, misiones inversas y reuniones de comisiones artísticas. Dansa València se ha convertido en un espacio de relaciones comerciales, intercambios artísticos y generación de proyectos culturales.
Durante el festival, en paralelo a la exhibición, se han previsto también actividades de divulgación y de formación para el público general y profesional, así como acciones participativas en entornos urbanos para la ciudadanía y talleres para personas con discapacidad.