En Replicant, un solo interpretado por Michela Lanteri, la compañía explora el trashumanismo y el influjo de las nuevas tecnologías en el cuerpo y la psique humana
Eduardo Vallejo Pinto, al frente de esta compañía de elenco internacional, es un referente de la joven generación de coreógrafos españoles que integran la vida en la escena desde puntos de vista actuales
La compañía OGMIA es reconocida por su innovador acercamiento a la danza desde distintos lenguajes como las artes marciales, la fotografía, el cine y los videojuegos
La pieza se presenta en el marco del festival Órbita Danza
Eduardo Vallejo Pinto ha desarrollado su carrera profesional en danza clásica y contemporánea, aunque su proyecto creativo bebe de varios lenguajes: desde las artes marciales a la fotografía, pasando por el cine y los videojuegos. Todas sus producciones tienen un lenguaje inconfundible: el trabajo con un elenco internacional, integrado por bailarines de diferentes culturas y nacionalidades y la recurrencia a mundos de fantasía oscura o pseudofuturista para construir un relato crítico sobre el presente. Lo documental y lo autobiográfico se entrelazan en sus creaciones enmarcadas en universos ficticios, llenos de misterio y profundidad. La vida se cuela en escena protagonizada por una generación joven que se reivindica como motor de transformación y que se involucra, desde lo dancístico, en temas como el cambio climático, la desigualdad social, la crisis política o la comunidad LGTBIQ+.
Con Replicant explora la intersección entre danza y transhumanismo. En sus propias palabras: «Deseamos incansablemente y, tras la satisfacción de un deseo, se espera siempre uno nuevo que busca ser satisfecho; esa dinámica de máquinas deseantes nos vapulea y maltrata sin descanso y nos sitúa entre dos polos inevitables: el sufrimiento y el aburrimiento. Nuestro objetivo es investigar la condición humana, la libertad y la autodeterminación, utilizando la danza como medio de expresión». El espectáculo explora la intersección entre danza, existencialismo y trashumanismo, el movimiento que propugna la superación de las limitaciones actuales del ser humano, tanto en sus capacidades físicas como psíquicas, mediante el desarrollo de la ciencia y la aplicación de los avances tecnológicos.
OGMIA/ Eduardo Vallejo Pinto
Eduardo Vallejo Pinto funda su compañía, OGMIA, en el año 2019. Su primera producción, No Time to Rage, es nominada en cuatro categorías en los Premios Max: mejor espectáculo de danza, mejor coreografía, mejor intérprete de danza y mejor composición musical. A este reconocimiento le siguen muchos otros, convirtiendo OGMIA en uno de los referentes de la nueva danza contemporánea en Europa.
Con OGMIA ha subido a escena los siguientes espectáculos: No Time to Rage (2019), llegan las piezas The Holy Trinity (2020), Doppelgänger (2020), Time X (2021), Mother Tongue (2022), Glass House (2023) y Replicant (2024).
Ha recibido apoyos y residencias de importantes instituciones como la Compañía Nacional de Danza, Centro Coreográfico Canal, Teatros del Canal, Teatro del Bosque, INAEM, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, entre otros. Sus piezas se han programado en espacios y festivales como Madrid en Danza, TANZ International Hannover, MASDANZA, Quincena de Danza de Almada, el Festiwal Teatr i Tanca Zawirowania, el Gdansk Festiwal Tanca, el Danza en la Villa, Danza Xixón, el Festival Abril en Danza, Traslación, entre otros muchos. Sus creaciones han girado en España, Alemania, Polonia, Portugal y Suiza.
La compañía desarrolla también una importante labor docente. Eduardo Vallejo Pinto ha impartido clases en diversas instituciones como la John Moore Liverpool University / Institute of the Arts en Barcelona, la Joven Compañía, la Jove Companhia de Dansa Gerard Collins, Elephant in the Black Box, el Conservatorio Superior de Alicante, el Conservatorio Profesional José Espadero y el Proyecto Good con el apoyo del Institut Valencia, Espai la Granja y L’Escorxador, Danza 180, Modern Event & Work Lab, entre otros.