El Centro Coreográfico Canal, con el respaldo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, pone a disposición de compañías y creadores desde hace 14 años un programa de residencias que busca apoyar la creación coreográfica y consolidar el tejido profesional y empresarial de las compañías, facilitándoles recursos y espacios. En la edición de este año, se seleccionaron treinta proyectos coreográficos de compañías madrileñas, nacionales e internacionales: 10 en la modalidad de creación para dar forma a nuevos espectáculos, que podrán verse en la próxima edición del ciclo Canal Baila, y 20 en la modalidad de investigación. Las compañías realizan sus residencias en diferentes etapas a lo largo del año.
Además, el Centro Coreográfico Canal ofrece a todas las compañías profesionales de danza el uso gratuito de sus instalaciones y salas de ensayo a través de una plataforma digital que permite la reserva de los estudios.
Madrid en Danza abrió el viernes su 37ª edición acercando la danza a otros públicos más allá de la capital y propuso el espectáculo Expulsión! de Dani Pannullo, en Parla, y La Confluencia de Estévez/Paños y Compañía, en Alcorcón
Dani Pannullo Dancetheatre y Estévez / Paños y Compañía inauguraron el pasado viernes en Parla y Alcorcón respectivamente la 37ª edición de Madrid en Danza de la Comunidad de Madrid, el festival coreográfico que apuesta este año por una potente programación internacional, la expansión territorial dentro de la Comunidad de Madrid, la autoría viva y contemporánea y los creadores emergentes.
La apertura de Madrid en danza en las dos localidades madrileñas, que coincidió con la celebración del Día Internacional de la Danza, representa la voluntad de la Comunidad de descentralizar el festival, que llegará a 17 municipios de la región hasta el 14 de junio. En total se han programado 26 espectáculos, entre los que se incluyen 13 estrenos.
En el arranque, Dani Pannullo Dancetheatre presentó, a ritmo de hip hop, Expulsión! (Dance Riot), en el Teatro Jaime Salón de Parla. La obra llegó un día después al Auditorio Montserrat Caballé de Arganda del Rey. En mayo se representará en Fuenlabrada y Majadahonda. La obra plantea una cárcel imaginaria, donde ficción y realidad se entrecruzan para mostrar los grandes conflictos de la persona como individuo y como ser social. Donde los choques culturales, la migración, las relaciones de poder y sometimiento, la fragilidad de los derechos humanos ante la banalidad del mal… se enfrentan a la incomprendida esencia física de la persona: sus miedos y deseos, su fuerza y esperanza, su lealtad o desconfianza, sus rituales espirituales…
Por su parte, Estévez / Paños y Compañía acometió desde el baile flamenco La confluencia en el Teatro Bueno Vallejo de Alcorcón y el 30 de abril en el Teatro Municipal José María Rodero de Torrejón de Ardoz. En este espectáculo, ocho hombres representan perfiles muy concretos (el flamenco, el campesino, el bolero, el gitano, al bailaor, al cantaor, al pregonero…) que hacen un recorrido por la historia del baile flamenco y su confluencia de culturas.
Teatros del Canal acogió la emisión en directo del programa El Ojo Crítico de RNE y dos espectáculos que trasladan a la danza problemas de nuestra sociedad, el suicidio, en Precipitados, y la inmigración en la frontera entre México y Estados Unidos, en Contre-jour
Teatros del Canal celebró el pasado viernes el Día Internacional de la Danza con la emisión en directo desde la Sala de Cristal -abierta al públlico- del espacio cultural El Ojo Crítco de RNE, que realizó un programa especial para sumarse a la fiesta de la danza, y también la programación de dos espectáculos que tienen en común trasladar a la danza dos problemas actuales de nuestra sociedad: el suicidio y el movimiento migratorio de la frontera entre México y Estados Unidos.
La compañía madrileña 10&10 Narváez, Runde, Sanz aborda en Precipitados, que coproduce Teatros del Canal, una reflexión sobre el suicido, la primera causa de muerte no natural en España. El espectáculo puede verse en la Sala Negra.
La Sala Verde alberga la última función de Contre-jour, montaje más reciente del coreógrafo y bailarín belga Alexander Vantournhout con su compañía Non-Standing. Esta performance, que se desarrolla en un espacio de arena por donde evolucionan cinco mujeres, habla de las huellas que deja el movimiento de las personas y que recuerda el significado original de la palabra coreografía: escribir en movimiento.