El espectáculo invoca la esencia inestable de las cosas, explorando la figura del volcán como metáfora
Se trata de una coreografía para cinco bailarines que ahonda en las señas de identidad del grupo: la relación entre el ser humano y la naturaleza y la simbología política del paisaje
Último trabajo del colectivo, Ignea se ha alzado con el Premio Réplica 2020 al Mejor Espectáculo de Danza y a la Mejor Iluminación
Tras su paso por el Festival Sismògraf, la compañía emprende gira con varios de sus espectáculos por Canarias, Comunidad Valenciana, Cataluña y Madrid
Si con Labranza, su anterior y celebrada obra, este grupo interdisciplinar de artistas exploraba la identidad rural y el vínculo del ser humano con la naturaleza, con Ígneainvoca la esencia inestable de las cosas, sirviéndose de la figura del volcán como metáfora del origen, como un regreso a la sencillez y lo esencial. La coreografía, para cinco bailarines, es un paso más en un proceso de búsqueda que el grupo inició hace unos años. En sus propias palabras: «Con Labranza emprendimos un viaje hacia la simplicidad y la sencillez. Ahondamos mucho en el trabajo de los campesinos, en el campo, en lo rural; nos metimos en ese territorio. Como evolución lógica de todo eso ha llegado Ígnea. Por un lado, teníamos el deseo de llevar nuestro trabajo de la calle al teatro, con un grupo más grande de bailarines y con un equipo de trabajo formado por creadores de otras disciplinas. Por otro lado, lo hicimos con la intención de mirar de otra manera para encontrar la belleza en el detalle, en la sencillez, en la simplicidad, la honestidad y la humanidad. Pensamos que el origen del territorio, de la tierra, era el volcán. Es una especie de paralelismo entre la naturaleza y la vida humana».
Ígnea es una coproducción con el Centro Coreográfico Canal de la Comunidad de Madrid y con el Cabildo de Tenerife.
Tras su paso por el Festival Sismògraf, el Colectivo Lamajara presentará sus piezas Labranza Trío y LabraT en el Museo de Bellas Artes de Castellón (17 de abril); Labranza Kids en Alcoletge (23 y 24 de abril); Ígnea en el Espacio La Granja de Santa Cruz de Tenerife (24 de abril); Ígnea en Madrid en Danza (3 de mayo); Labranza Kids en la Mostra de Igualada (28 y 29 de mayo); y Dispositivo Labranza en el Festival FAST d’Empordá, Girona (9, 10, 11, 16, 17 y 18 de julio).
Colectivo Lamajara
Nació en el año 2013 para unir a bailarines y artistas de otras disciplinas en la búsqueda de un nuevo lenguaje del cuerpo. El colectivo organiza su trabajo de forma cooperativa y explora el concepto de cultura «a través de los principios de la naturaleza: el devenir, la transformación y el cambio». Su trayectoria está marcada por la reflexión sobre el territorio y su conexión con la tierra, la ciudad y los espacios comunes. En sus propias palabras: «Ese territorio que queremos describir se traduce en una forma de habitar desde la danza, integrando el cuerpo, no solamente por el placer de mover sino también como práctica política que se oponga a las lógicas de las estructuras capitalistas y coloniales».
Así, con su celebrado espectáculo Labranza, estrenado en el Festival Sismògraf en 2017 y Premio del Jurado Popular del Certamen Coreográfico Danza en el Camino 2020, subieron a escena un reflejo del campo, de su gente y sus quehaceres. Una contemplación de la identidad rural y de la dureza de un oficio que posee su propia coreografía y lenguaje. Con Dispositivo Labranza y Labranza Kids, el proyecto se adaptó para adultos y para niños y niñas respectivamente, buscando acercarlos al imaginario rural e invitándolos a conocer desde dentro el proceso creativo de un espectáculo de danza.
En paralelo, la compañía ha desarrollado la iniciativa LabraT, una innovadora práctica de movimiento inspirada en el trabajo del campo y que toma como punto de partida acciones básicas (empujar, agarrar y traccionar), utilizando el juego como herramienta para generar diferentes dinámicas de trabajo.
Además de por su vínculo con la naturaleza y el paisaje, el Colectivo Lamajara se caracteriza por buscar en todas sus piezas un viaje hacia lo esencial, desprendiéndose de todo lo accesorio, capa tras capa. Sus proyectos se desarrollan a fuego lento, trabajando los materiales, la voz, el simbolismo y la poética de las imágenes.
Las composiciones del grupo tienen algo de ritual, de espacio para la transformación y el aprendizaje. Su último espectáculo, Ígnea, estrenado en 2020 en los Teatros del Canal de Madrid, ahonda en los paralelismos entre naturaleza y vida humana a partir del símbolo del volcán.
Entre sus piezas se encuentran títulos como Al Voltant, Träd, Samba, Faralaes, Innings, El buhonero, Puerto Iguazú y Skinned. Se han presentado, entre otros, en el Festival Dansa Valencia, Festival DanSAT, Fira Tarrega, Cádiz en Danza, además de en países como Chile, México y Alemania.
El Colectivo Lamajara distribuye y produce sus propios proyectos bajo tres premisas: diversidad, mirada comprometida sobre la realidad y sostenibilidad.