Todo ello, con un vestuario de David Delfín, diseñador de moda fallecido en 2017, que transmite fuerza e identidad, quizá tocada por cierta ambigüedad estética, detalla el Teatro en una nota de prensa.
De Luz empezó sus estudios de ballet en la escuela de Víctor Ullate, ingresando en su Compañía. Ha bailado en el Ballet de Pensylvania o en el New York City Ballet, apareciendo como artista invitado en la Compañía Nacional de Danza, San Francisco Ballet, Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires o Ballet Nacional de Cuba, entre otras.
Ha sido premiado con la Medalla de Oro en el Concurso Internacional de Nureyev, el Benois de la Danse al mejor bailarín masculino, el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid y el Premio Nacional de Danza, este en 2016.
Johan Inger, instalado en Sevilla hace años, fue desde 1985 hasta 1990 bailarín en el Royal Swedish Ballet. En 1990 ingresa en el NDT y pronto se convierte en uno de los bailarines con más carácter y carisma de la compañía. Ha creado numerosos trabajos por los que ha recibido premios tan prestigiosos como el Carina Ari en Estocolmo por la difusión internacional del arte y la danza de Suecia. En 2016 fue galardonado con el Benois de la Danse por la coreografía Carmen, originalmente creada para la CND.
La CND, fundada en 1979, tuvo como primer director a Víctor Ullate. Posteriormente fue dirigida por María de Ávila, quien abrió las puertas a coreografías de Balanchine, Tudor y Ray Barra que se convertiría en director estable en 1990. Con directores artísticos de la talla de Maya Plisétskaya, Nacho Duato –cuya incorporación supuso un cambio innovador en la historia de la formación– o Hervé Palito, en 2011, José Carlos Martínez se incorpora como nuevo director de la Compañía y, en 2019, el INAEM, dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte, anuncia el nombramiento de Joaquín De Luz.
Las entradas, cuyos precios oscilan entre los 26 euros para Paraíso y los 40 euros para Patio, se pueden adquirir en las taquillas o a través de la web del Teatro.