Este espectáculo es una coproducción de los Teatros del Canal
La obra aborda la resbaladiza noción de presente, que implica una indagación sobre el tiempo y los impulsos, el pasado y el futuro, sobre lo efímero y volátil del ahora, sobre lo que él mismo define como el regalo que significa el instante, “este trabajo pretende investigar el concepto del presente a través de los sentidos y explorar la relación del movimiento y la materia con los estímulos como vías de expresión, como entusiasmo para desarrollar una determinada acción cotidiana”, afirma el director, creador y coreógrafo de la obra. Y lo hace sin ignorar la incertidumbre, la ansiedad y el vértigo, signos de la extrema velocidad en que vivimos, a través de cinco destacados intérpretes de varias generaciones que, en boca de Ruz, “construyen su propio espacio escénico mientras se suceden coreografías e imágenes de una poesía que viaja entre el caos y la belleza, entre lo efímero y lo eterno”. Estos intérpretes y colaboradores son Victoria Pérez Miranda, Melania Olcina, Maureen López, Indalecio Séura y Alejandro Moya.
Para la puesta en escena de Presente, Antonio Ruz ha contado con la experiencia y trabajo de un gran equipo creativo: la diseñadora independiente Anne Cécile Espinach y su marca Kimôh para el vestuario, el destacado compositor italiano Bruno Dozza para la música original, Paco Azorín en la escenografía y Olga García en la iluminación.
Después de abordar (y salir triunfal) de un reto de envergadura como su adaptación de Electra al mundo rural español, con el Ballet Nacional de España, Antonio Ruz (Córdoba, 1976) regresa a casa, al trabajo íntimo con su propia compañía.
De entrada, parece raro pasar de una épica trágica y narrativa como Electra a un tema introspectivo y volátil como el tiempo presente. Pero no lo es si se echa la mirada atrás y se revisan las preocupaciones, siempre singulares, que han movido a Antonio Ruz en cada una de sus creaciones, felizmente casadas a través de un estilo y un modo escénico ya reconocible y al mismo tiempo ajenas y divorciadas en cuanto a temáticas y motivaciones, como se verifica en obras como Ojo (2012), incursión en el mundo de la percepción; À L’espagnole, fantasía escénica (2015), que revisaba el Barroco; Beautiful Beach (2015), fantasía playera, o la musicalidad en Double Bach (2016). Todo este mestizaje estético proviene quizá de su propia formación, que incluye estudios y notables experiencias en el flamenco, el ballet clásico y la danza contemporánea, y su participación en grandes compañías, destacando muy especialmente su actividad como guest en la reputada compañía alemana de Sasha Waltz.
Estreno absoluto
País: España
Género: danza contemporánea
Idea y coreografía: Antonio Ruz
Interpretación y colaboración coreográfica: Victoria Pérez Miranda, Melania Olcina, Maureen López, Indalecio Seura y Alejandro Moya
Iluminación: Olga García
Vestuario: Ane-Cécile Espinach
Escenografía: Paco Azorín
Música: Bruno Dozza
Producción y comunicación: Spectare y Josi Cortés
Con la colaboración de los Teatros del Canal