Los dos artistas catalanes fueron figuras clave en la difusión y enseñanza de la danza española y las castañuelas
La inauguración de la muestra se inició con una visita guiada multitudinaria en la exposición. A continuación, el acto se trasladó al espacio scanner donde la directora del Instituto del Teatro, Magda Puyo, destacó la dedicación «enconada de Udaeta y Maleras al arte y la creación en la danza», al tiempo que subrayó que la trayectoria de los dos artistas evidencia que «ni la danza española admite fronteras, ni las castañuelas tienen obstáculos». Por su parte, Belén Cabanes y Consol Grau, ambas discípulos de Udaeta y Maleras, y actualmente profesoras del Instituto del Teatro y del Instituto Escuela Artístico Oriol Martorell, destacaron el magnetismo y la generosidad artística y humana de ‘Udaeta, así como la grandeza del método de castañuelas de Maleras. Cada interpretó, acompañada al piano por Marina Rodríguez, una pieza con castañuelas, que hizo enmudecer la sala.
El acto se cerró con las actuaciones de alumnos del Conservatorio Profesional de Danza del Instituto del Teatro y del Instituto Oriol Martorell, que bailaron varias piezas y tocaron las castañuelas acompañados de instrumentistas del Instituto del Teatro , Julio Rodríguez, Juanjo Barreda y Eugeni Manils, ante un público entregado que aplaudió con emoción.
Una muestra única
Esta es la primera muestra que se dedica de forma conjunta a Udaeta y Maleras, dos artistas que, además de compartir época y un talento excepcional, lograron internacionalizar la danza española y las castañuelas todo el mundo. La exposición permite descubrir los puntos de coincidencia entre ellos, pero también las divergencias en sus trayectorias profesionales y los rasgos diferenciales de sus caracteres y de sus circunstancias vitales. Así, Udaeta comenzó a bailar a escondidas de una familia acomodada con grandes prejuicios, mientras que Maleras bailaba para escapar de la pesadilla de un matrimonio fraudulento.
A través de fotografías, textos y documentos es posible conocer, por ejemplo, que Udaeta y Maleras se estrenaron como bailarines en el Liceu con el mismo maestro, Joan Magrinyà, y que ambos bailaron con María de Ávila. De hecho, a lo largo de su vida compartieron plateas, ídolos, profesores, alumnos, amigos y seguidores. Curiosamente, Udaeta se formó en castañuelas bajo la tutela de Emma Maleras, y terminaron haciendo espectáculos juntos, aunque después, sus trayectorias siguieron caminos diferentes.
La exposición, que se podrá ver hasta el verano, también incluye una vitrina donde se han expuesto algunos ejemplares de castañuelas de José Udaeta, quien dio su colección particular, consistente en 270 parejas de castañuelas de diferentes épocas y orígenes, en el Centro de Documentación y Museo de las Artes Escénicas (MAE) del Instituto del Teatro. También habrá un par de castañuelas españolas clásicas de Emma Maleras, cedidas por el Centro de Interpretación del Patrimonio Molí d’en Rata de Ripollet. Además, se pueden encontrar programas de mano y otros documentos.
Emma Maleras (Ripollet 1.919-Barcelona 2017), bailarina y coreógrafa de danza española, fue especialmente conocida por su trabajo como concertista y profesora de castañuelas. Creó el método de estudio de castañuelas que lleva su nombre, el cual impartió en el Instituto del Teatro, donde también fue profesora de danza española desde 1973 hasta su jubilación. Fue pionera en la incorporación de las castañuelas como instrumento en una orquesta sinfónica y también fundó el corazón de castañuelas Toques. El Instituto del Teatro editó en 2002 el libro Emma Maleras. Las castañuelas: la grandeza de un instrumento pequeño, de Andreu Carandell.
José Udaeta (Barcelona 1919- Sant Feliu de Guíxols 2009) comenzó su carrera artística como actor, bailarín y coreógrafo en Barcelona y Madrid. Formó pareja con la bailarina suiza Susanne Audeoud, con quien recorrió los principales teatros europeos. También trabajó como coreógrafo y maestro de grandes compañías internacionales. A partir de 1971 se formó en castañuelas con Emma Maleras. Durante muchos años ejerció la docencia de la danza española y las castañuelas en Alemania. En 1995 le fue concedido el Premio Nacional de Danza y en 2001 la Cruz de San Jorge, ambos galardones otorgados por la Generalidad de Cataluña.