A través de esta iniciativa, el BFA propone al público un ejercicio conceptual. Bajo la batuta de Israel Galván como conductor, gracias a su residencia artística en la compañía, y de Úrsula López, como directora artística de la compañía, se reta a vivir una experiencia dancística diferente, un proyecto novedoso.
‘Gimnasio’ nace como un trabajo experimental, como una sugerencia a los sentidos, es una apuesta por aunar algo tan atávico como el baile con los aires de los nuevos tiempos, transversales por definición. Los artistas del Ballet Flamenco de Andalucía interpretan piezas que se ensayan en el mismo día en el que se estrenan. El público será, pues, testigo único de un hecho artístico que, no por inusual, puede o debe ser ajeno a lo que mueve hoy al ser humano, a lo que le movió ayer, a lo que le moverá mañana.
Como ‘espectáculo’ en el más amplio sentido del término se puede definir cualquier creación que nace de la mente y la sabiduría artística del singular bailaor y coreógrafo Israel Galván. Esta colaboración del Ballet Flamenco de Andalucía y del Instituto Andaluz de Flamenco de la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, el proyecto ‘Gimnasio’ con la coreografía de Galván supone su vuelta al Ballet como maestro.
El bailaor reflexiona al respecto y señala que por haber sido bailarín de la compañía, va a aportar su experiencia con el baile, para que cada uno de los integrantes del BFA intente descubrir cosas que tienen escondidas en su cuerpo y sacar su propia personalidad, según un lenguaje más libre. Además, añade que al mismo tiempo va a aprender de ellos. En este sentido Galván apunta: “Me recuerda a la experiencia del gimnasio clásico de la antigua Grecia, es decir, una institución dedicada a la instrucción física y espiritual, un espacio de reflexión y aprendizaje. Mi idea, es preparar un ejercicio que se trabaje el mismo día y que este día lo ofrezcamos al público, que es nuestro espejo, así que se vea el movimiento que sale de dentro y no es tan trabajado”.
En cuanto al desarrollo de este proyecto, el bailaor destaca que busca que el cuerpo de baile se vea de varias formas diferentes en el escenario: “el trabajo se desarrolla en cuatro días y cuatro partes, que están vinculadas a mi propia biografía y a mi experiencia pasada en el Ballet Flamenco, pero también a mi vida actual: MARIANO, OSA REYES, PAQUITA, BYE-BYE. El significado de cada día, se irá descubriendo en el trabajo común con los alumnos. Porque la vida y la danza están indiscutiblemente unidas para mí”.