«2020 pasará a la historia como el año en el que la pandemia provocada por el coronavirus cerró nuestros escenarios. Resulta doloroso que retirados de nuestra normalidad hayamos celebrado los días internacionales del teatro, del circo y hoy el de la danza. El confinamiento va a impedir que se llenen de danza, de la emoción del movimiento en vivo, teatros, plazas y calles, museos, fachadas y espacios no convencionales», ha lamentado De Miguel.
La directora del INAEM ha indicado que la crisis actual «ha sacudido fuertemente la cultura y a los profesionales que la encarnan y sostienen», por lo que «son tiempos difíciles y complejos para todos». «El repliegue obligado nos abre a una reflexión que sitúa lo esencial en primer término y nos confronta con los valores con los que queremos vertebrar nuestra sociedad a partir de ahora», ha manifestado.
«La danza, como otras manifestaciones culturales, nos ha acompañado desde que nos reconocemos como humanos, nos enriquece, nos hace más críticos y por tanto más libres. Si hay algo que nos transmite es la confianza en los otros, la emoción que emana del trabajo en equipo, de los pasos que se realizan en coordinación y armonía», ha dicho De Miguel.
Asimismo, ha hecho referencia al mensaje del Día Internacional de la Danza 2020 de Gregory Vuyani, quien señala que «la danza se vuelve política porque lleva en su fibra una conexión humana». «Este es, pues, el momento de reforzar el compromiso de los organismos públicos con la danza. Nos toca luchar decididamente, aunque no sea tarea fácil, por defender su espacio, por posibilitar conjuntamente un futuro con recursos más articulados, que permita dejar atrás muchas de las precariedades que arrastra y desarrollar el talento y la creatividad en mucho mejores condiciones profesionales», ha concluido.