Sol Picó ofrece un espectáculo inspirado en el mundo del cómic que reflexiona sobre la migración, a través de la mirada infantil de su protagonista
La obra cuenta con un elenco intergeneracional y es ideal para crear afición a la danza a nuevos espectadores, recomendada partir de 10 años. Un plan perfecto para el cierre del curso escolar y para toda la familia
La función incita al público a interactuar a través de videoproyecciones y música en directo en un espectáculo de "creación exprés"
La historia es un relato conmovedor que narra el destino de innumerables personas obligadas a abandonar sus hogares en contra de su voluntad, en busca de un futuro incierto, donde las promesas de acogida y esperanza pueden no cumplirse como se esperaba. Acompañada por una banda sonora en vivo, cada escena de Macarron Power se encuentra impregnada de la estética vibrante y emocionante que caracteriza a los cómics, lo que sumerge al público en un universo único lleno de color y acción.
A lo largo de este épico viaje, la heroína se enfrenta a innumerables vicisitudes y desafíos, representativos de los obstáculos que se interponen en el camino de aquellos que buscan una vida mejor. Sin embargo, no está sola en esta travesía, ya que encuentra aliados y amigos dispuestos a ayudarla en su camino. Estos personajes entrañables se convierten en pilares fundamentales para que la joven protagonista pueda enfrentar sus miedos y desafiar las adversidades que le acechan. La creadora y coreógrafa afirma, de hecho, «me gustaría dejar un mensaje de esperanza para todas aquellas personas que se ven abocadas a emprender un viaje hacia no se sabe dónde y de solidaridad para las que los reciben en su país«.
Macarron Power no es un simple espectáculo para ser contemplado pasivamente. El público es parte integral de esta experiencia transformadora, invitado a participar activamente en el desarrollo de la trama, ya sea desde el propio escenario o desde la comodidad de su asiento. Cada persona que se adentra en esta propuesta tiene la oportunidad de sumergirse en la piel de los personajes, de vivir y sentir la emoción de la narrativa, y de formar parte activa de este viaje extraordinario.
En cuanto al punto de vista escogido, Sol Pico asegura que «la intención es que al ser visto desde los ojos de una niña, los propios niños y niñas se sientan más cerca del problema, despertar la inquietud de que también nos podría pasar a cualquiera de nosotros. Alertar de que es un problema que también sufren muchos niños y muchas niñas en el mundo«. en tanto en cuanto genera un sentimiento de
No obstante, el mensaje del espectáculo se hace extensible al público adulto. Así, mientras el telón se alza y la música envuelve el espacio, el público se convierte en cómplice y testigo de una historia profundamente humana y universal. Macarron Power se erige como un recordatorio potente de la importancia de la empatía y la solidaridad en un mundo cada vez más interconectado. A través del arte y la interacción, se invita a reflexionar sobre las realidades que enfrentan aquellos que abandonan sus hogares.
Sobre Sol Picó
A los seis años inicia su pasión por la danza en Alcoy. Obtiene el diploma en danza clásica y española paralelamente.Pronto descubre el mundo de la danza contemporánea en el cual profundiza e investiga. Entre Barcelona, París y Nueva York, ciudades clave en su aprendizaje profesional, pero sobre todo personal. A través de la investigación y la mezcla de diferentes géneros y elementos, como el clásico y el flamenco, desarrollada un flamenco con puntas que, sin pretenderlo, se ha convertido en su sello personal que algunos llaman “un lenguaje propio”.
A lo largo de su carrera ha creado más de 30 espectáculos, donde se combina el teatro de sala con grandes producciones de calle. En las que incluye elementos tan urbanos como las excavadoras. Junto con su equipo de profesionales técnicos y de bailarines ha viajado por más de 40 países. La faceta creativa se nutre también de la pedagógica. Los talleres impartidos en lugares como la Universidad Carlos III, la Academia Nacional de Danza de Roma así como Conservatorios Superiores de Danza le han ofrecido importantes experiencias como docente.
Un goteo de premios desde 2002, con 10 premios MAX de las Artes escénicas, premios del público y el premio Nacional de danza de la Generalitat de Catalunya y del Ministerio de Cultura, han significado un gran reconocimiento a su trabajo y dedicación a esta profesión.