‘Retrospectiva 2.0’ opta a las categorías de Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Coreografía, mientras que ‘Campo cerrado’ aspira a Mejor Espectáculo de Calle y el propio creador Daniel Doña a ser designado Mejor Intérprete Masculino de Danza
Estas designaciones se suman a las 7 que DDCdanza, de Daniel Doña, ha recibido para los próximos Premios Max de las Artes Escénicas, que convoca la Fundación SGAE, por la obra Entre hilos y huesos, una coproducción con los Teatros del Canal de Madrid. El artista granadino, uno de los grandes referentes de la danza española desde hace años, ha fijado su residencia en Granada, donde ha puesto en marcha en proyecto La Itinerante junto al también bailarín y coreógrafo Cristian Martín, para promover y dar visibilidad a la creación emergente granadina.
Sobre ‘Retrospectiva 2.0’
Retrospectiva 2.0, que se estrenó en el Museo Universidad de Navarra el 16 de mayo de 2018, es, ante todo, una coreografía que adopta la forma de una conferencia bailada en la que Daniel Doña revisa, indaga y se reconoce en sí mismo y en el trabajo coreográfico que ha venido desarrollando en la última década como coreógrafo y director de su compañía independiente de danza y que en la actualidad le permite presentarse ante el espectador con un discurso artístico propio, único, de autor. Es también un trabajo de experimentación e investigación de lo escénico como búsqueda de la propia voz coreográfica, a medida que recurre, recupera y revisa algunos pasajes de piezas emblemáticas del repertorio de DDCdanza.
Precisamente, Retrospectiva 2.0 podrá verse el próximo 13 de mayo en el Teatro Imperial de Loja (Granada), dentro del programa Platea.
Sobre ‘Campo cerrado’
Campo cerrado es una reflexión coreográfica sobre dos conceptos sobre los que ha venido girando la creación artística de Daniel Doña: identidad y diversidad. En esta ocasión, además, se trenzan con ideas como resistencia, represión, exilio, que marcan un tiempo de la historia de España a la que ha querido echar la vista: la posguerra, los años 40 y 50, en los que ha ahondado en busca de huellas culturales y artísticas. Es una manera alternativa de leer la Historia, de reivindicar a una generación de creadoras y creadores que, a golpe de genialidad y talento, superando el miedo y la censura, fueron capaces de desarrollar diversos y enriquecedores discursos artísticos con los que trascendieron una época que muchos consideran yerma, poco fértil en las artes.
Sobre Daniel Doña (Granada, 1977)
Nacido en Granada en 1977, Daniel Doña es punta de lanza de una generación de bailarines y bailaores que trata de encontrar su propia voz coreográfica e interpretativa a partir del flamenco, la danza española y el aprendizaje de otras disciplinas artísticas. Es titulado por el Conservatorio Superior de Danza de Madrid en la especialidad de coreografía y técnicas de interpretación de la danza española. Ha formado parte del Ballet Nacional de España y destacado como bailarín solista de las compañías más relevantes del país: Antonio Márquez, Rafaela Carrasco, Teresa Nieto en Compañía y Rojas y Rodríguez, entre otras.
Habitual de los escenarios y carteleras desde 2002, como director y coreógrafo sus trabajos han sido programados en certámenes como Dansa Valencia, Festival de Jerez, Festival de Otoño de Madrid, Festival Internacional Madrid en Danza, Dansat2007, Festival Tanzaus (Dusseldorf-Alemania), Festival Iberoamericano de Bogotá, Bienal de Flamenco de Sevilla, Festival Internacional de Danza Contemporánea de Canarias (Masdanza) o Festival Lekuz Leku. Está al frente de su propia agrupación, Daniel Doña Compañía de Danza Española, desde 2004.
Además de Black Box, entre sus propuestas destacan Estación seca (2004), Haz conmigo lo que quieras (2008), A pie (2013), A pie de calle (2014), No Pausa (2015), Hábitat (2016), galardonada con el Premio El Ojo Crítico de Danza 2016, que concede RNE y que resultó finalista en los Premios Max de las Artes Escénicas de 2017 con dos nominaciones (Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Intérprete Masculino de Danza), Cuerpo a cuerpo (2017), Psique (2018), por la que obtuvo el Premio Max 2019 en la categoría de Mejor Intérprete Masculino de Danza, Campo cerrado (2019) y Entre hilos y huesos (2021).