La coreógrafa dirige junto a El Arbi El Harti esta visión del mítico personaje de ‘Las mil y una noches’ que, a través del flamenco, reivindica la palabra como el instrumento más potente creado por el ser humano frente a la violencia
Tras dos ediciones consecutivas sin presencia en la programación del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, la danza ha regresado al Teatro Romano de Mérida con una semana que se abría con gran éxito con Ariadna. al hilo del mito, de la Compañía de la gran Rafaela Carrasco, y se cierra este fin de semana, desde mañana al domingo, con esta De Sheherazade de la recién ganadora del Premio Princesa de Asturias, María Pagés, que se ha presentado esta mañana en Mérida.
En palabras de Jesús Cimarro, director del Festival de Mérida, “es un honor” contar por primera vez en el Festival con una referencia nacional e internacional del flamenco y de la danza como es María Pagés, quien, ha explicado, “nos contará el mito de Sheherezade desde la defensa de la mujer como eje de vida. Ésta De Sheherazade quiere desmontar tópicos y estereotipos alrededor de las mujeres y María Pagés lo hace con un espectáculo grandioso, de una gran fuerza estética, que sobre el escenario cobrará vida a través de la propia Pagés, otras diez bailarinas, cinco músicos y dos cantaoras”.
Por su parte, la consejera de Cultura, Turismo y Deportes, Nuria Flores, ha incidido en la “suerte” que supone contar con este espectáculo de gran formato de “uno de los nombres imprescindibles en la escena flamenca mundial”. En esta apuesta firme y decidida del Festival de Mérida, por poner este año, en escena y visibilizar a las mujeres para darles el protagonismo que les fue hurtado durante tanto tiempo. Sheherazade es una mujer y es donde se sustancian muchas mujeres. Es la salvadora de la mujer a través de la palabra. “Sheherazade contó historias durante mil y una noches, casi tres años. Nosotros la descubriremos, en tres noches en el Teatro Romano de Mérida”, ha destacado la representante de la Junta de Extremadura.
La concejala de Turismo de Mérida, Pilar Amor, ha hecho suyas las palabras del poeta emeritense el poeta emeritense Félix Gálvez, quien consideraba el flamenco como “la canción más poderosa, irrompible y duradera. La música más hermosa y verdadera, sobrecogedora, que existe en este mundo por su coraje para mirar de frente a las emociones más trágicas en el cante y en la genialidad de su baile”.
María Pagés ha asegurado que aquí -en referencia al Teatro Romano de Mérida- De Sheherazade “va a estar fantástica, porque es un espacio que tiene magia”. Sobre el espectáculo, ha explicado que El Arbi El Harti propuso como dramaturgia “poner en valor la palabra como medio de entendimiento y de resolver los conflictos. Y eso siempre es actual, y todavía ahora en los días que vivimos cobra mucha más actualidad, más importancia. Y cómo el ser humano inventa y tiene algo tan importante como es la palabra como medio de entenderse y de superar los conflictos y cómo a veces no somos capaces. Sherezade con su inteligencia fue capaz de vencer a la violencia y al mal, convenció al amor”.
Por último, el poeta y dramaturgo El Arbi El Harti ha resumido la esencia De Sheherazade como “un espectáculo de danza sobre la palabra”. “Es un espectáculo vitalista sobre la violencia y la palabra y la violencia son fundamentales en el desarrollo del espectáculo. La violencia sólo se puede resolver usando adecuadamente la palabra. Este momento en el que vivimos, tenemos que reivindicar la palabra”.
Durante los próximos tres días, De Sheherazade invitará al público de Mérida a la reflexión y recogerá las inquietudes de una mujer que se libra de la muerte contando historias a un hombre mordido por la incertidumbre. No hay otro heroísmo en este acto que la defensa de la mujer como un eslabón insustituible de la vida.
La puesta en escena de la obra, con dirección de María Pagés y El Arbi El Harti, está encabezado por la propia Pagés -que además firma la coreografía, dirección de vestuario y música-, junto con otras diez bailaoras, además de las cantaoras Ana Ramón Muñoz y Cristina Pedrosa; todas ellas acompañadas por la instrumentación de violín, cello y percusión a cargo de David Moñiz, Sergio Menem y José María Uriarte, respectivamente; y las guitarras de Rubén Levaniegos e Isaac Muñoz.