En el escenario ya está todo en su lugar y los primeros espectadores de la próxima función de “La sartén por el mando” esperan impacientes por el hall. Roser Pujol y Balbino Lacosta repasan los últimos detalles antes de regresar al escenario. En la fila séptima, como marca el momento, nos atiende Áurea Martínez, directora de esta comedia donde se critica y ridiculiza a los poderosos, y también a nosotros mismos, tantas veces cómplices.
El primer temor en estos momentos es si las situaciones volverán a hacer reír al público como en ocasiones anteriores. Siempre es más difícil hacer reír que hacer llorar. “Creo que a la hora de llorar, todos lloramos por las mismas cosas, a todos nos duelen las mismas cosas, con lo cual es muy universal. Sin embargo el humor es muy diferente. En cada uno de los humores hay una gran diferencia, ya sea dentro o fuera de un mismo país”, nos cuenta Áurea Martínez.
Roser Pujol y Balbino Lacosta se transforman durante la función en un amplio espectro de personajes creados por Juan Mayorga, Carlos Molinero, Karl Valentín, Fermín Cabal o Arístides Vargas. Muchos autores que comienzan a difuminarse una vez levantado el telón y que tienen en común “un humor que no es nada complaciente. En el fondo estamos intentando reírnos de estos tiempos desquiciados en los que vivimos y casi lo utilizamos como un arma para poder afrontar ciertos temas. Entonces reírnos de esos miedos creo que es muy saludable”, continúa Áurea Martínez, “evidentemente se puede sentir un cierto caos personal, porque somos incisivos pero lo que intentamos hacer es que la gente piense un poquito, que le demos una vueltita más allá del primer pensamiento que nos llega, seamos capaces de cuestionarnos a nosotros mismos y con eso poder avanzar un poco”.
“Aunque son autores muy diferentes todos ellos son muy interesantes. Son grandes autores teatrales que, aunque tienen tonos distintos, comparten un punto de acidez y un punto de crítica social. Son como flashes, como viñetas que juntas forman un conjunto y que nos dan un reflejo de la sociedad en la que estamos, son como pinceladas”. En alguno de estos flashes veremos a políticos metidos en calderos de agua hirviendo, chóferes que influyen en las orejas de los presidentes o especies futuristas hablando de unos antiguos seres llamados oxidosos que habitábamos este planeta, en un monólogo de Roser Pujol que está siempre entre los más celebrados del público.
Es inevitable observar el escenario sin recordar la situación política en la que andamos, con tantos colores y tantas opciones, algunas de las cuales parecían formar parte únicamente del pasado. “Con este trabajo intentamos fundamentalmente hacer reflexionar al espectador, entre risa y risa. Creo que es muy necesaria la reflexión y lo que intentamos también es que la gente se lo pase bien, no es una obra muy sesuda. Porque aunque es profunda, la risa nos ayuda a espantar los miedos que nos amenazan en el planeta.”
Cuando se baje el telón esta noche, está previsto que la gira continúe por otros lugares, pero Áurea nos confirma lo que estamos oyendo tantas veces últimamente, y es que la paralización de unos nuevos presupuestos está afectando seriamente a las compañías teatrales. “Ahora estamos pendientes de varias redes de teatro que están un poquito paralizadas como todo el país en general, a ver si salimos de esta situación de parálisis y podemos empezar a confirmar cosas, porque nadie se atreve a contratar y a confirmar, porque no saben lo que va a pasar. Entonces confiemos en que el desbloqueo ocurra y podamos empezar a ponernos en marcha”.
Hablando de futuro, tratamos de conocer en qué nuevos proyectos anda metida la inquieta creadora, guionista, realizadora y productora audiovisual, que entre otros trabajos, nos regaló hace un par de años El Pack en Teatros del Canal, que contaba con la interpretación de Marta Solaz y música de Carmen París. “Pues mira estoy escribiendo una obra de teatro. Al principio, nunca me planteo si comedia o drama, la verdad es que me suelen salir en una mezcla extraña y que es un poco como la vida ¿no?, en la que hablas con profundidad de las cosas pero a la vez le das un respiro al espectador, pudiendo liberar esa angustia que puede producir. Ese juego a mí es en el que me gusta moverme, no es fácil pero yo me encuentro a gusto”.
Ya nos avisan de que están a punto de abrir puertas. Comienza la función de la vida. Una vez más y que sean muchas.
En estos momentos la obra «La Sartén por el mando», de la compañía Algalope dirigida por Áurea Martínez, con Roser Pujol y Balbino Lacosta se encuentra de gira por toda España tras su temporada en el Teatro Luchana de Madrid.