Masescena

Beatriz Argüello: «Desde muy joven sentí que el teatro era mi espacio natural”

Estudió interpretación en la Escuela de Arte Dramático de Ángel Gutiérrez y con José Luis Gómez en el Teatro de La Abadía, formando parte de la primera promoción de actores de esta institución. Se ha formado en danza clásica y contemporánea en el Real Conservatorio del Escorial. Ha participado en seminarios con Jacques Lecoq, Maurizio Scaparro, Agustín García Calvo, Tapa Sudana o Marcello Magni. Ha sido bailarina en la compañía profesional de danza Alabama Dance Theatre en Estados Unidos.

Visita un año más el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, y con ocasión de su estancia en la ciudad encajera Masescena no ha querido perder la oportunidad de charlar con ella.

 

Beatriz Arguello 2 

En el terreno más personal, Beatriz reconoce que la mejor hora del día para ella son las ocho de la tarde. De pequeña tenía muy claro que quería ser actriz. El juguete de la infancia que recuerda con más cariño es una comba con la que saltaba. José Luis Gómez le dio la primera oportunidad profesional. En una fiesta de carnaval se disfrazaría de Cat Woman. Últimamente cuando se encuentra a solas delante de un espejo se mira bastante las arrugas (risas). Las manos es el rasgo físico del que se siente más orgullosa. Siendo adolescente sintió mucha vergüenza al caerse de la moto delante de todos los chicos mayores del instituto. Su canción favorita es Pero a tu lado, de Los Secretos. Nuestra protagonista tiene verdadero miedo a que le pase “algo” a sus hijos. Sería capaz de mentir por una buena causa, y los nervios los puede llegar a perder, aunque reconoce que cada vez menos. Al otro sexo le envidia la facilidad que tienen para conseguir ciertas cosas. El hecho de la humanidad que le produce más admiración es la trascendencia del ser humano. El que le produce mayor rechazo es el ego. Reconoce que no utiliza para nada los refranes, y le cuesta comprender el funcionamiento de las placas solares. Su infierno particular son sus miedos. Le hubiera encantado ser la protagonista de la película Azul. Para finalizar, y como no podía ser de otra manera, reconoce que sólo pasaría una noche con su pareja.  

 

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