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Bernardo Rivera: «Aprovecha el tiempo e intenta luchar por tus sueños»

¿Qué tienen que ver Lucas, Valeria y Santi? ¿Qué nos quiere sugerir el actor y dramaturgo Bernardo Rivas con esta comedia tan disparatada? ¿A qué se enfrentarán estos tres personajes durante su confinamiento? Todo esto y mucho más nos lo desvelarán en la obra de teatro Reiniciando y en esta conversación que hemos mantenido con su protagonista.

Lucas, Valeria y Santi son los protagonistas de esta singular historia quienes, viviendo en sus respectivos hogares, se tendrán que enfrentar a sus miedos y a su día a día tras la declaración del estado de alarma. Un periodista sevillano con ganas de dejar su trabajo, una actriz con deseos de escritora y un ingeniero afincado en Londres que quiere recuperar a su verdadero amor, sufrirán las situaciones más disparatadas y se encontrarán reiniciando sus vidas.

Viajaremos en el tiempo con ellos viviendo sus momentos más determinantes hasta llegar a la actualidad, instante en el que se representa esta obra de teatro.

Una comedia sobre el amor, la amistad y la familia, que invita al espectador a la reflexión, a valorar lo que tenemos y a luchar por lo que realmente deseamos. Nunca es tarde para pulsar el botón de reiniciar, porque la decisión está en nuestras manos.

 

Bernardo Rivera.Plano medio 1

 

¿Qué es reiniciando?

Reiniciando es una obra de teatro. Le puse ese título porque iba muy acorde a lo que pasa en la propia obra, que todos los personajes tienen que reiniciar sus vidas a raíz de un acontecimiento que les pasa a todos en común. De ahí el título. Es una obra de tres personajes. En un momento determinado, y por las circunstancias de la declaración del estado de alarma, tienen que tomar decisiones sobre su vida, y buscar el rumbo de ellas. Saben que hay un momento determinado en la vida en el que tienen que reiniciar. Y eso es lo que les ocurre a los personajes.

 

¿Qué relación tienen entre los tres personajes?

Tenemos por un lado a Lucas, un periodista sevillano, y que vive en Madrid. Su mejor amiga es Valeria, y ha sido pareja de Santi, que es el otro personaje. Valeria y Santi son hermanos. Los tres son un grupo de amigos, que eran muy amigos en el pasado. Con el tiempo se han ido enfriando las relaciones y a raíz de la declaración del estado de alarma van a retomar y van a ir evolucionando sus relaciones y sus vidas humanas.

 

 

Los tres personajes interpretados por usted…

Efectivamente. Por eso yo estoy constantemente cambiándome de un personaje a otro, en escena, delante del público. El público es cómplice de esos cambios, no salgo en ningún momento del escenario. Voy cambiando de un personaje a otro, y vamos viendo, por las fechas, cómo vive una misma situación cada personaje, en un mismo espacio temporal.

 

Imagino que para Bernardo Rivera no es nada complicado saltar de un personaje a otro…

Estoy acostumbrado. Otra función que hice, El curso de tu vida, que también escribí yo, hacía hasta cinco personajes diferentes que se apuntaban a un curso de cocina crudivegana, y hacía muchos cambios de un personaje a otro… La experiencia ya la tengo ahí, la verdad. Esta vez he planteado menos personajes, más concretos, indagando un poco más en lo que les ocurre a los tres. Pero vamos, la experiencia ya la tenía de antes.

 

 

Es difícil que ponga la mirada fuera de estos tres personajes, pero, ¿qué podría destacar de cada uno de ellos? ¿Con qué se quedaría?

De Lucas me quedaría con esa energía, y esa simpatía que él tiene, aunque mete muchas veces la pata. Esa indecisión que tiene, que quiere dejar el trabajo porque está explotado en él, y no es capaz de tomar decisiones. De Valeria me quedaría con que es una verdadera montaña rusa de emociones. Un día está arriba y otro está muy abajo emocionalmente. Es divertida y alocada. Con Santi me quedaría con que es una persona mucho más modosita, más tranquila. Le cuesta demostrar sus sentimientos. Cada uno tiene una cosa que le caracteriza, y el público se puede sentir identificado con cada uno de ellos.

 

Ha escrito la obra, la protagoniza, y la dirige Paco Rodríguez. ¿Qué aporta Paco a la función?

Pues aporta mucho, porque con él tengo mucha confianza y me dejo llevar. Había partes del texto que él me decía “no va a funcionar, esto vamos a adelantarlo, vamos a buscar que los personajes sean más diferentes entre sí, los picos, los tonos, cómo se mueven, cómo se expresan”… Y la visión que él tiene desde fuera, porque yo no la tengo al estar actuando, nos hace ver cosas distintas. Además, Paco domina muy bien la comedia. En eso nos compenetramos, y es un placer poder contar siempre con él, porque sabe sacar lo mejor del actor. Todo siempre va a favor, todo para arriba. Los cambios siempre se hacen en favor de la obra. Yo soy mucho de adaptarme, de aceptar esas críticas e ir cambiando lo que se presenta. Estamos continuamente haciendo cambios.

 

¿Qué sensaciones percibe del público que va a ver la función?

Se ríen muchísimo. Desconectan. Y se sienten identificados con los personajes de la obra. Además, después me comentan que los temas que aparecen en la obra los tenían totalmente olvidados. Todos hemos pasado por ello, pero la obra los ha refrescado, y la gente vuelve a reflexionar sobre cosas que hemos vivido, y sobre el futuro. Es una reflexión porque los personajes hay veces que dialogan directamente con el público. Es como más directo. Ahí si que noto cómo reacciona el público. No es un monólogo al aire. El personaje dialoga con el público, tiene ahí esa conexión. Y yo como actor veo cómo le está afectando lo que va contando el personaje. Se ríen, pero también los personajes les llegan emocionalmente. Así también vemos lo que funciona y lo que no.

 

La función gira en torno a la comedia, a la risa… ¿Algún personaje tiene tintes dramáticos o emotivos?

Todos los personajes tienen tintes emotivos. Los hermanos, que son Valeria y Santi, tienen un problema familiar, que va a ir evolucionando, y que es muy emotivo. La relación que mantienen Lucas y Santi también es una relación de amistad, y lo que hay por dentro también es emotivo. Valeria tiene a veces contacto con el público, de cosas que le están pasando a ella, no solamente cómicas, sino también dramáticas. Sí que tiene ese punto en que a la gente le toca un poco, y no se queda en una mera comedia. Les hace reflexionar y les ayuda a ver las cosas desde otro punto de vista.

 

 

¿Cuál podría ser el mensaje de Reiniciando?

El mensaje sería “Aprovecha el tiempo e intenta luchar por tus sueños”. Somos capaces de poder cumplir nuestros deseos, y nunca es tarde para reiniciarse y tomar el rumbo de tu propia vida.

 

¿Cuál es el rumbo de Bernardo Rivera?

Pues seguir por donde estoy. Haciendo mis obras de teatro que es lo que me hace feliz. Escribiendo mis textos, y estar haciendo lo que me gusta, que es escribir y actuar. Y ver que es mi camino, y seguir. Darme cuenta de que voy por buen camino

 

¿Qué proyectos hay encima de la mesa?

Ahora mismo estar con Reiniciando en los Teatros Luchana. También tengo los otros tres espectáculos con los que estoy de gira y se están moviendo. En unos meses imagino que me pondré a escribir un nuevo proyecto.

 

¿Bernardo Rivera necesita reiniciar?

Si, si, si. Hay veces que necesito reiniciar porque voy muy aturullado. De echo la pandemia fue como una especie de reinicio, de tranquilidad. Cualquier momento es bueno para reiniciar, y yo lo necesito de vez en cuando. Ahora estoy haciendo cursos de entrenamiento actoral frente a la cámara, de doblaje… intento estar activo y reciclarme constantemente como actor.

 

¿Cómo invitaría al público a venir a ver Reiniciando en los Teatros Luchana de Madrid?

Pues simplemente les diría que vinieran a disfrutar, a pasar un buen rato, a reflexionar, a entretenerse y a desconectar, rememorando este pasado que sigue presente, y a tomar tus propias decisiones”.

 

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